Viviendo entre fuckboys 2: ¿Todo se puede perdonar? (Completa)

Capítulo extra

3 Años después, 23 de diciembre

*Narra Daniela*

Tras la última mañana de trabajo antes de las vacaciones de navidad, salí de mi oficina directamente hacía el estadio, donde Liam entrenaba hoy.

Al llegar, aparqué en el parking de los jugadores y directamente entré al campo junto a los entrenadores. A lo lejos podía observar a Liam y a Adrián entrenando junto a otros compañeros, con los que con el paso del tiempo me había familiarizado.

-Veo que Santa Claus está cerca-Bromeó el entrenador Steve al ver mi abrigo rojo.

-Veo que ya empezamos con los chistes navideños-Reí y él hizo lo mismo. Dejé mi bolso sobre el banquillo y me senté a su lado tras darle un abrazo a forma de saludo.

-¿A que hora os vais?-Me preguntó

-A las 5-Le contesté mientras él recogía los conos que habían al lado del banquillo.

-Os merecéis un descanso-Dijo sonriendo-Espero que me lo devuelvas entero

Sonreí. Liam hacía unos meses que había recuperado de una lesión que se hizo en uno de nuestros últimos viajes a la nieve. Y el entrenador obviamente se molestó por perder a su mejor jugador por unos meses, aunque ya Liam estaba 100% recuperado y listo para dar guerra.

-Creo que esta vez hará falta más que unos esquíes para que se haga daño

Steve rio y llamó a todos los jugadores para finalizar el último entrenamiento del año. Tras las palabras del entrenador, Liam se dirigió hasta mi, me cogió en brazos y dándome vueltas en el aire me besó.

-Te amo princesa-Dijo y sonreí

-Yo más

A pesar de que ya habían pasado años desde nuestra historia, aún seguía teniendo esos pequeños detalles que hacían que cada día me enamorara más de él y eso me volvía loca.

-Llegaréis tarde-Dijo Adrián por detrás

-Tu ni si quiera vas hoy-Le reprochó Liam y Adrián sonrió

-Tengo cosas que hacer

Nos despedimos y seguidamente nos montamos en mi jeep negro. Había estado nevando estos días y conducir en cualquier otro coche se podía volver un infierno si no tenías unas cadenas para las ruedas.

Hace alrededor de un año que nos mudamos de casa, ya que la anterior se había quedado pequeña cuando venían visitas y estaba en una zona céntrica y muchas veces la prensa no nos dejaba privacidad. Por lo que nos mudamos a una algo más grande en lo más alto de la ciudad y a pesar de lo lejos que podía resultar para cualquier cosa, nos dejaba la privacidad necesaria.

Miré el reloj de mi muñeca según entramos por la puerta y desconecté la alarma. Eran las 3:10, por lo que debíamos darnos prisa.

-Voy a ducharme-Le dije a Liam-Termina tu maleta por favor

Subí a nuestra habitación y cogí la ropa que había dejado por la mañana preparada, entré a la ducha y lentamente dejé que el agua caliente recorriera mi cuerpo, calmando cada uno de mis músculos.

Necesitaba desconectar de mi vida y lo más importante, necesitaba a mi familia.

Estaba enjabonando mi pelo, cuando unas manos rodearon mi cintura. Inevitablemente sonreí.

-Te noto tensa mi amor-Susurró Liam y depositó un beso en mi clavícula-Necesitas relajarte-Su mano lentamente subió hacía mi cuello y lo agarró con firmeza.