Izuku escuchaba atento con una taza de té en sus manos. Su dos mejores amigas igual. La mujer frente a ellos hablaba maravillas sobre el lugar.
-He visto el efecto que provocas en estas generaciones Izuku.-Halago ella.
El peliverde golpeaba con los dedos la taza de cerámica. Mientras escuchaba algo avergonzado. Maureen tenía cuadros y cuadros de certificados y premios dorados. Había sido una gran bailarina y cantante hasta que decidió que quería dar el siguiente paso y abrir su propio Negocio y le había ido bien.
-No mentiré sobre esto Izuku. Mi hermana es la encargada de Bisque y quiero quitarle a su gallina de oro.-Comento mostrándole una foto familiar. Midoriya se acercó un poco para ver mejor. Eran mellizas.
Ochako bufo molesta y Ashido se cruzó de brazos.
-¿No es por su talento?-Se atrevió a preguntar la pelirosa con un tono que un adulto consideraría una falta de respeto. Sin embargo la dueña del lugar mostró una sonrisa orgullosa.
-No confundas. El talento de Izuku es el que ha dado frutos para bisque, no he dicho lo contrario.-Hablo la mujer no restándole importancia al peliverde.
Izuku miro a sus dos amigas y con la mirada les indico que todo está bien. Algo confuso pero bien. Entonces se inclinó sobre el escritorio.
-Aun no entiendo que es lo quieres de mí.-Pregunto el peliverde confundido.
-Quiero saber todo sobre tu contrato con Bisque. Sobre la empresa y además, que tiene de malo saber sobre tu hermana. Si ella no quiere verme eso no significa que yo no pueda hacerlo...a través de tus ojos.-Maureen extendió sus dedos y los posó en la barbilla de Izuku sonriéndole.
Izuku se dejó hipnotizar un poco. Pero luego se apartó levantándose del asiento con algo de rapidez y torpeza. Miro a sus ojos amigas indicándoles que era hora de marcharse.
-Yo...yo le avisare en un par de días que es lo que decido hacer...o...la llamaré.-Hablo algo confundido, divagando.
La mujer mayor sonrió con altanería.
-Por favor. Visítame cuando quieras. Tu y tus amigas son más que bienvenidas.
El peliverde se levanto con torpeza y con la mirada le indico a sus amigas que se marcharan lo mas rápido posible. De vuelta en la calle con la brisa del aire dándole en la cara el de pecas levanto la mirada al cielo y soltó un pequeño grito de frustración.
-En que momento toda esta mierda se volvió tan complicada.-Hablo Izuku deteniéndose en un paso de peatones con el semáforo en verde y la vista incrédulas de algunos espectadores de su grito.
-Pensé que estabas emocionado por el lugar.-Hablo Ochako tocando el botón para que marcara el cede el paso mas rápido. Quería llegar al auto lo mas rápido y relajarse. Era suficiente.
Ashido de brazos cruzados no sabia que opinar.
-¿Entonces, que harás? No quiero ser yo la que lo diga pero ya te haz complicado la vida lo suficiente para apenas ser principio de año.-Hablo. El pobre peliverde hizo un puchero y dio los primeros pasos cuando el semáforo cambio a verde.
-Ni que lo digas...-Contesto.
Ashido ofreció a Izuku pasar a casa pero el peliverde se negó. Quería llegar a casa a llorar a su habitacion. Si tenia algo de suerte se ahogaria en sus propias lagrimas. Sino tendría que enfrentar a Bakugou al día siguiente o incluso tomando el teléfono pensaba escribirle.
-¿Que le escribes alguien cuando la jodes?-Pregunto con la cabeza apoyada en el respaldo del asiento copiloto. Ashido freno con delicadeza frente a su pórtico.
-Que tal una disculpa. A veces funciona.-Dijo con un tono sarcástico la pelirosa.
Izuku se quito el cinturón de seguridad y se bajo diciendo.
-Espero que no se te haya freído el cerebro con tal ayuda.-Respondió igual de burlón mientras se despedía de Ochako y caminaba a casa.
Con su propia llave entro. Apenas lo hizo escucho unas risas y movimiento en la cocina. Se asomo y observo a su madre con cierto chico rubio ceniza. Izuku detuvo sus pasos quedando de piedra y apoyando la espalda en la pared para evitar ser visto.
-Izuku cariño...Escuche la puerta.-Hablo su mama viéndolo por el reflejo del espejo en el pasillo. Joder, maldijo. Ahora se veía el doble de patético.
Saludo algo incomodo y evitando ver demasiado a Bakugou quien si sostuvo su mirada un par de segundos. Lo suficiente como para demostrar sus interés en que le mirase de vuelta lo cual el peliverde termino por hacer. Con tal alboroto se había olvidado que estaba en el club ¿Cómo había llegado antes que el? En cuanto al tiempo quizás estuvo mas de lo pensó en la oficina de Maureen.
-Bakugou te trajo eso.-Hablo su madre señalando un cuadro colgado en una de las paredes. Era el con todas las chicas en la fiesta. Antes de claro, todo el puto desastre que armo después.
Izuku se inclino para verla mejor. Se veían muy animadas y con grandes sonrisas. Todas realmente bellas. Sonrió por un momento olvidando toda la tensión.
-¿Hace cuanto llegaste?-Pregunto al rubio ceniza que vio por el rabillo del ojo también ligeramente inclinado a su lado. También vio como su madre sonreía con complicidad.
-No hace tanto la verdad. Oye...yo...me gustaria que habláramos. -Bakugou habla carraspeando la voz. Yo lo miro intentando ver si puedo adivinar sobre que, como si pudiera leer la mente. No es que no supiera de que pero no pensaba en algo que el pudiera decir. Sabia que era culpa suya ser tan dramático a veces...solo a veces. Bueno...
Mueve la cabeza para aceptar. No tengo otra alternativa de todos modos.
ESTOY MUY IMPACTADA EN COMO HA CRECIDO ESTA HISTORIA Y MUY FELIZ TAMBIEN. NO LO MEREZCO CON TAN OLVIDADA QUE ESTABA. MUCHAS GRACIAS AHORA QUE YA HE TERMINADO CON TODOS LOS DEBERES DE UNI. ESTOY LISTA PARA VOLVER A ELLO. GRACIAS POR LA PACIENCIA. LOS ADORO. BESOS.
ESTÁS LEYENDO
El chico de las portadas.
FanfictionIzuku y su grupo está convencido que dejara una huella en su escuela. Nadie dijo cómo sería ni si realmente lo lograrían, lo único que sabían es que todo el mundo nunca olvidaría las portadas de la afamada revista para Alfas que el peliverde protago...