#Ante la tormenta.

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Temía por mi vida, por supuesto, me arrepentía de todo, hasta la muerte, por supuesto. Ochako parecía más feliz que yo y Ashido no dejaba de comentar cómo su madre había encontrado a su hermano con la revista casi inservible.

-Fue lo más asqueroso que he visto de toda la vida.-Comento cuando dio más detalle de la humillación hacia su hermano y la revista toda pegajosa que su madre le había botado.

Yo asentía con todo el cuerpo temblandome. Iba a ser un caos y yo solo quería lanzarme del auto en movimiento y morir en el sitio. Cuando me ofrecieron el contrato de la revista, emocionado y con todo el aire de cambio ahogandome no pensé en este momento. Pero ahora que todos, o la mayoría lo han visto me siento...contrariado. Ochako no ayuda mientras me da un conteo de cuánto falta para la escuela. Finalmente y con los libros cubriendo mi cara llegamos a los estacionamientos de la escuela.

-Dios, ya no quiero existir.-Llore, reclamando mi impulsividad y la euforia de cambio. Maldición.

Ochako y Ashido ríen mientras finalmente nos estacionamos. Me bajo de los últimos con las piernas como gelatina. Hay gente en los pastos de la escuela, otros bajando de los autobuses y el resto simplemente haciendo la hora.

-No se tu, pero esto me cae de maravilla.-Comento la Pelirosa colgando de su hombro su mochila y caminando conmigo al medio viendo a todos que haciendo igual que los años anteriores, nos ignoran. Bufo sintiéndome aliviado, tal vez no todos lo han visto o mejor nadie lo ha hecho.

Una risa me saca de mis pensamientos cuando veo corriendo a Toga con la revista en su mano. Sus colegas saltan y la sonrisa le rompe la cara.

-¡Eres un perra loca, Izuku!-Chilla y yo me avergüenzo agitando las manos para evitar que hable tan fuerte.-Joder que bueno estás, mirate, ocultando todo eso en tus chalecos picaron.-Dice levantando sus cejas y acercándose invadiendo mi espacio.-Mira que ardiente, todos están hablando de ello...osea...todos, incluyendo a Dabi. Maldición ese idiota que te odia.-Exclama sacudiendome con emocion.

Ochako y Ashido dan un grito. Que mencionarán a Dabi en una oración que me incluya es un caos y una historia que no quiero repetir. Tan triste y tan cliché. Lo invite a un baile y me dijo que no saldría con omegas dañados. Maldito bastardo. Bueno, ahora que han pasado dos años de eso me siento bastante empoderado al decirlo pero aquel día había llorado como Magdalena.

Finalmente la campana suena y todos entran. Ahora puedo notar como todos me miran y cuchichean. Nervioso trago saliva y camino junto a mis dos cómplices que entrelazan sus brazos con los míos y me obligan a caminar hasta nuestro salón.

Gracias al cielo cierto chico malhumorado no está en mi salón. El maestro Aizawa me queda mirando cuando entro. Me da una mirada intredula de arriba abajo y se cubre con el libro el sonrojo. Algo en ello me divierte, supongo que compra la revista bisque.

Me siento y miro hacia al frente para enchufarme en la clase. Uraraka no para de hablar con Tsuyu, quién también me mira de vez en cuando. Me muevo incómodo. Finalmente la puerta se abre de sobresalto mostrándolo a el.

Lo miro conteniendo el aire cuando sus ojos me encuentran. Parece molesto, su ceño fruncido. Yo bajo la mirada avergonzado y camina a su lugar ignorando el reto del profesor.

Ashido me mira, guiñando un ojo. Toga lo hace, tapándose la boca para no reír y me apunta al otro extremo. Dabi también mira al rubio quién le muestra el dedo corazón.

-¿Quién iba a decir que eras un rompe corazones, Izuku?-Comenta Kirishima sentado a su lado. Sorprendiendolo de un sobresalto ¿Desde cuándo se sentaba a su lado? Kaminari se acerca, sin importar el ruido que hace su silla al arrastrarse. Frunso el ceño ¿Que hacen estos dos aquí?

-Yo que tu me preparo para el caos. Cuando vio la revista en la tienda del supermercado, jure que su mano estaba prendiendo fuego.-Hablo Denki, haciendo un movimiento con sus manos simulando una explosión y sonriendo embobado.

Trague saliva. No dudaba en que pudiera hacer eso...

Al toque de campana tome mis cosas con torpeza y caminé hacia afuera, sin embargo mi botella de agua se cayo pensé en dejarla ahí. Pero me llamaron.

-Vas a dejarla ahí, a la pobre.-El tono era agresivo, simulando. Me voltee y miré a Dabi. Inhala, jodida suerte. Me acerqué para tomarla, pero sujeto mi muñeca.

-Si hubiera sabido un poco más, no te habría dejado aquella vez. Sigues teniendome en cuenta o ya haz crecido con todo esto...

-¡Eres un hijo de puta!-Chillo con el ceño fruncido. Lo he dicho bastante fuerte...y en voz alta. La mayoria me miran, sorprendidos de que sea grosero, de todos modos siempre soy puesto de ejemplo. Puedo sentir el grito de alegría de Ashido al final del pasillo, el brazo alzado de Uraraka.

-¡Golpea a ese inútil, Deku!-Grita Uraraka con la boca llena de galletas. No pasa mucho para que el resto de estudiantes haga un circulo, como si realmente esperara que lo golpeara.

-Lo siento, tengo las manos ocupa...

-No hay porque...-Dice Mineta tomando mis cosas y uniéndose al grupo. Me siento confundido y pestañeo, viendo a todos. Por supuesto que todos sabían el drama entre nosotros. Vivir en la era de Facebook no era lo mejor.

Dabi me mira desafiante como si realmente creyera que iba a golpearle. Inclusive tiene los puños apretados y cuando estoy a punto de decir que no estoy de acuerdo con la violencia. Me da un golpe en las piernas con la suya derecha. Provocando que caiga sobre mi trasero.

-Te voy a matar, maldito idiota.-Grito, levantandome y lanzandome sobre el, la gente grita con entusiasmo, mientras yo intento arañarlo, golpearle y en, en su sorpresa no hace nada más que evitar mis puños.

-¡No a la violencia, maldita Alfa sin cerebro!-Grito mientras sigo golpeándolo hasta que unos brazos me toman y me levantan.

-Sueltame maldita...director. -Digo mirando a Yagi, dejando un mechon de cabello detrás de mi oreja, incomodo.

-Si ya acabaron. A mi oficina. Ahora.-Dice señalando.

-Diste pelea Izuku...-Grita Ashido que con solo una mirada del director se calla y se va, tomando de su batido.

Jodida suerte la mía y todo por un revista. Una buena portada de revista en todo caso.

El chico de las portadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora