V. Goodbye

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Sabito se percata de que Rengoku y Giyuu están hablando, y se siente un poco celoso al ver como su novio mira a alguien más, es como una especie de brillo en sus ojos. Como si viera a su persona favorita.

Él ya sabía que su novio estaba interesado en Kyojuro, pero nunca se le declaró. No es que se haya aprovechado de que sea tímido y guarde las cosas, pero cree que puede hacerlo feliz. Además, él es mejor partido que el mismo Kyojuro, con solo escuchar de lo que quieren hacer en esa dichosa fiesta lo molesta.

En cuanto Sabito termina de vestirse, sale en busca de su novio y sin importar que los demás los vean, le planta un beso a Giyuu. El azabache se queda un poco congelado por ello, queriendo escapar del lugar. Sabito le toma la mano y ambos se dirigen a su casa para estar tranquilos.

Estando en la casa del pelirrojo, aprovechan que no está su compañero de cuarto y lo lleva a la cama para besarlo, hacerle sentir muy bien y quedarse un rato ahí. Al principio a Giyuu le gusta, pero suele aún sentirse mal después de tener sexo con él, lo quiere y mucho, pero no le gustaría arrastrar al chico con él en este problema.

—La pizza vendrá pronto —dice Sabito mientras se sienta en la orilla de la cama—. ¿Quieres ver una película o algo?

Giyuu se levanta y besa al chico en sus labios. Su largo cabello brilla más que nunca y aunque los síntomas lo han tenido mal, su piel luce bien.

—De acuerdo —sonríe.

Mientras esperan la pizza, Sabito se mete entre las sábanas, abrazando a Giyuu por la espalda.

—Me he dado cuenta que desde que saliste de kendo, estás más... ahm... como decirlo...

—¿Que si he subido de peso? Si —Giyuu se muerde el labio.

—Si, eso... tu estómago se siente diferente —dice mientras acaricia con suavidad el abdomen bajo del omega..

Sintiéndose incómodo por ese tacto, Giyuu se levanta y se sienta sobre el regazo de su novio, atacando sus labios con suavidad para evitar seguir hablando del tema.

—Si, quizá perdí la condición desde que salí, pero aún tengo fuerza para aguantar otro round —susurra de forma seductora.

Sabito está encantado de esa propuesta, pero todo lo que ha estado haciendo su pareja lo tiene totalmente inquieto y preocupado.

—¿Y me dirás qué está pasando? —pregunta Sabito entre besos.

El azabache suspira con profundidad, frustrado porque no quiere continuar hablar. Se separa del otro para colocarse su ropa interior y la playera que yacen en el suelo.

—Me salí del kendo y meteré lo que resta de la carrera en medio tiempo porque voy a trabajar —contesta el azabache sin mirarlo—. Debo trabajar, presiento que un día de estos el esposo de Tsutako me correrá.

—¿Crees que lo haga?

Asiente levemente mientras toma asiento en la orilla de la cama. No se atreve a decirle lo de su embarazo y por lo que se da cuenta, es que no lo sospecha.

—Si pasa eso, puedes venir conmigo y podemos ver cómo lo haremos —Sabito lo toma de los hombros.

—Te lo agradezco, pero no quiero incomodar a tu compañero de cuarto. Tanjiro me dijo que busca uno y me dejará quedarme con él —contesta Giyuu sin mirar al otro.

—A mi me encantará tenerte conmigo —Sabito lo abraza y besa su frente.

Eso lo pone demasiado sentimental que no evita poder llorar, alarmando por completo a Sabito. Lo mantiene en sus brazos consolándolo. Giyuu no dice nada, porque sabe que su embarazo lo tiene así.

Made Me This WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora