OASIS MÁGICO (Chansoo, Kaibaek)

CAPÍTULO 26 EL HEREDERO DEL DORADO

POV JACKSON

Nunca pensé pasar tantos años en una fría celda de las mazmorras del DORADO

Los primeros años fueron difusos, no aceptaba que el amor de mi vida haya muerto por mi culpa. Al final todo había salido mal, ese chico había salido librado de todo, a pesar de todos mis esfuerzos, había resuelto el acertijo.

Me sorprendió que no me haya ejecutado, después de todo le arrebate a su padre, pero nunca hizo nada para dañarme. Envió médicos cada vez que enfermé, mando vigilarme todo el tiempo para que no acabara con mi vida, incluso dejo que su propio hijo hable conmigo.

Debía admitir que era mi momento preferido del día, cuando el pequeño bajaba a esas frías y oscuras mazmorras sujetando un candil y la mano de Jongdae o Kyungsoo.

-Entonces, ¿El hechicero dejo de convertirse en dragón? - Jongdae siempre nos dejaba solos, le decía al pequeño que no se acerque a los barrotes y él esperaba más allá, nunca le gusto escuchar mis relatos.

Kyungsoo me odiaba, no permitía que le contara nada del pasado, solo cuentos antiguos que mi madre me contaba para hacerme dormir.

-Sí, él estaba muy decidido, no olvides que quería mucho a la princesa y haría todo por salvarla- el pequeño se acercó y sus pequeñas manos sujetaron los sucios barrotes

- ¿Tú conoces el Oasis Mágico? - no me sorprendió su curiosidad, siempre le contaba sobre aquel místico lugar. El pequeño amaba mis historias.

-Por supuesto, ¿Te gustaría conocerlo? - sus ojos brillaron reflejando la luz tenue de los candiles de mi celda

-Te llevare a ese lugar, mereces conocerlo, ¿Me ayudaras Chang Soo? - El niño asintió vigorosamente

-Entonces, será nuestro secreto, debemos ser cuidadosos, te llevare ahí, lo prometo- Mis intenciones no eran malas, solo quería que el niño conozca el lugar. Si tenía la intención de pedir algo, por supuesto que sí, pero eso ya lo veríamos, primero debía lograr salir de este lugar.

***

Luego de mucho tiempo, conseguimos lo necesario. No me gustaba que Chang Soo mienta, pero nadie más me ayudaría a salir de ahí. Según Kyungsoo era muy parecido a mi hijo, pero nunca pensé en eso. Chang Soo era un niño bueno, educado y cariñoso. Entendía que había causado mucho daño, pero el dolor de mi pecho me estaba matando día con día, me costaba respirar y la soledad era una compañía abrumadora y asfixiante.

El día en que huimos, golpee a Jongdae. El pequeño se asustó, y colocó su capa a modo de almohada en la cabeza del hombre. Lo observaba preocupado, pero no teníamos tiempo que perder, sostuve su mano y por un milagro logramos escabullirnos lejos de los dominios de su padre.

-Chang Soo, debes mantenerte callado, primero conoceremos a Junmyeon- el niño se animó demasiado, él era su guardián favorito.

Llegamos a la cascada y esperé a que el primer guardián aparezca, grande fue mi sorpresa al ver a Minseok, salir de esas aguas.

-Hola, ¿Qué los trae por aquí viajeros? - Me acerqué lo suficiente y froté mis ojos, intentando asimilar si era realmente Minseok

-Jackson, en mi mente lucia diferente- susurró el pequeño

- ¿Vienen por el Oasis Mágico? - El niño inocentemente asintió

-No me reconoces, han pasado muchos años, pero tú sigues...- el hombre frente a mí, era joven, lucía una capa blanca hermosa, estaba descalzo y las aguas se congelaron cuando salió de ellas.

-Nunca te había visto, pero sé que mi tiempo como guardián es corto, así que ¿Por qué quieres ir al Oasis Mágico? - era curioso, pero parecía que él se había olvidado por completo de mí.