Mago de Walking Dead

Capítulo 5

"¿De dónde sacaste esto?" Carol preguntó sorprendida, cuando le entregaron una de las armas, no era tan pesada como esperaba. Ella miró a Harry, pero él estaba ocupado dándolos, pero tenía la esperanza de que él respondiera, que nunca ignoraría a alguien, y al menos no había sido su experiencia con Harry de todos modos. No hablaba mucho, cuando hablaba era principalmente con los niños o los hermanos Dixon.

"Este es un juguete para niños", dijo Andrea, irritada más allá de lo creíble, estaba harta de que los hombres fueran tan condenadamente condescendientes que quería aprender. Ella estaba apuntando a Harry mientras hablaba, haciendo que sus ojos verdes brillaran con enojo, mientras lo empujaba al suelo.

"Son pistolas de perdigones, y tienen una patada bastante sangrienta y pueden rasgar la piel sin problema," le dijo Harry con firmeza, todavía mirando. "Se supone que debes ser inteligente, así que debes saber que estas armas han matado a niños en el pasado al 'jugar' con ellas".

"Oh," murmuró Andrea perdiendo su enfado ante la ira de Harry.

Al otro lado de la cantera, Daryl regresa de revisar las trampas, su mirada automáticamente busca a Harry y Merle. Podía ver a sus hermanos a los pies desde aquí, así que obviamente todavía estaba en su tienda, iba a estar enojado durante los próximos días, sabía que Harry había tomado el alijo de Merle y lo había escondido. Parecía que no solo Merle estaba de humor, pensó mientras miraba a Harry. Lo conocía bien, su postura gritaba cabreado, como lo hacía con Merle cuando a veces iba demasiado lejos.

"Ahora también se utilizan para la caza menor, y se utilizan en prácticas de tiro, para enseñar a la gente a disparar correctamente". Harry dijo bruscamente, "Si vas con armas disparando solo terminarás lastimando a alguien, así que es mejor usarlas hasta que te acostumbres".

"Estos los disparas setenta balas con el cartucho, diez por cargador, la pistola es de plástico pero el interior es de metal", continuó Harry, reprimiendo su ira, estaba cansado, casi no había dormido anoche. por lo que tenía muy mal genio. "Te dará la práctica que necesitas desesperadamente y nadie más la está haciendo, pero si no quieres hacerlo, entonces vete".

"Esto es genial, quiero hacerlo", insistió Carol, con una pequeña sonrisa tensa en su rostro. No le gustaban las situaciones tensas y siempre intentaba disiparlas si podía sin llamar demasiado la atención. Se preguntó dónde los había conseguido Harry y si había planeado ayudarlos desde el principio. Jacqui le dio unas palmaditas en el brazo de una manera reconfortante y agradable.

"Está bien, las latas de allí, tienen tres cada uno, intenten quitarlas", les dijo Harry, "Formen una fila, y si quieren ir a buscar sus latas para volver a ponerlas, griten 'Alto'. y todos te darán tiempo para hacerlo. ¡Muy bien, adelante, dispara! " Harry se movió hacia un lado, con los ojos verdes fijos en ellos, mientras apuntaban y disparaban las rondas, ninguna de las latas fue tocada, algunos objetivos eran peores que otros. Sin embargo, mejorarían, era el objetivo de enseñarles. Tendrían que defenderse a sí mismos y a los demás si tenían una esperanza en el infierno de sobrevivir.

Después de observarlos durante unos minutos, suspiró suavemente antes de ordenarles que se detuvieran. "Está bien, obviamente ese no era el camino a seguir", les informó, acercándose a Amy, apuntó su arma con mayor precisión, después de recargar el arma "Mira fijamente el cañón del arma, mantenla nivelada, tu puntería mejora con la práctica, lo que te permite disparar con la facilidad de la práctica y acertar en tu objetivo, pero hasta entonces debes aprender con calma, lentamente ".

Amy se movió levemente, sus mejillas se tiñeron de rosa por su proximidad, pero hizo lo que él sugirió, mirando fijamente antes de apretar el gatillo. Dando un gran grito de alegría cuando realmente tiró la lata de su lugar encaramado en las rocas de piedra. "¡Lo hice!" chilló de alegría, volviéndose hacia Harry y abrazándolo con una gran sonrisa radiante en su rostro.