Mago de Walking Dead

capitulo 122

El grupo que había considerado a PA como su hogar durante años, se quedó atónito, mientras miraban al intruso de cabello rubio. Sus primeros pensamientos fueron '¿seguramente no escuchamos lo que pensamos que hicimos?' ¿Nadie fue tan estúpido como para entrar en la comunidad de alguien e intentar un golpe a plena luz del día frente a todos con una sonrisa en la cara? Estaban limpios, bien vestidos, y no tenían ni una sola arma en su persona. Ni siquiera uno improvisado que pudieran haber hecho o usado. Todos podían ver que no tenían ni un solo bulto en sus atuendos, francamente, parecían recién salidos de las tiendas, no estaban preparados de ninguna manera para esta vida.

Algunas personas se habían quedado boquiabiertas por pura incredulidad, no solo aquellos que habían estado con Harry desde la separación inicial del grupo. Ni siquiera los que se habían juntado tampoco. Noah era uno en particular, no pudo evitar mirar a su alrededor, tenso y alerta, preguntándose cómo iría esto.

Estaban tan en silencio que escucharon el "¡Tienes un maldito nervio, señora!" de Sophia.

Carol se quedó sin aliento ante las palabras de sus hijas, luciendo sorprendida entre reír y reprenderla. Sobre todo porque sonaba como una versión diluida de Merle. Dio gracias por no ser tan mala como Merle, pero eso era hablar de valores pasados ​​de moda, saber que su hija estaría bien si le pasaba algo. Sería capaz de protegerse a sí misma, eso significaba todo para Carol. Todavía agradecía que los Dixon y Harry, así como Luna, hubieran sido tan amables de llevárselos con ella a pesar de que ambos eran bastante inútiles en ese momento.

Los demás no estaban tan apagados, se rieron, la sorpresa de escucharla decir eso los hizo divertidos. Por otra parte, habiendo sido criado por Harry, Daryl, Merle, Luna y todos los demás, criaría a una niña fuerte y obstinada. No adolescente, ya no era una niña.

Carl tampoco, los únicos pequeños que tenían ahora eran esos pobres niños mágicos maltratados del lado de los océanos, y el pequeño de Michonne que está creciendo rápido como Judith. La próxima generación estaba en camino, sus pequeños. Todavía me sorprende pensar que iba a tener gemelos, dos por uno.

Mirando a su lado, vio a Severus conduciendo a un niño de vuelta al edificio que acababan de abandonar. Con el ceño fruncido por la preocupación, pero le restó importancia, por el momento, se dio la vuelta y su sensación de incredulidad se duplicó mientras miraba. Honestamente, estaba asombrado, apenas podía creer lo que veía mientras observaba la escena.

"¡Déjame ayudar!" Olivia dijo alegremente, intentando quitarle la comida a Carol: "Podemos retirarla y comenzar a desembolsarla adecuadamente".

En el momento en que Olivia dio un paso en dirección a Carol, el abrumador sonido de las armas amartilladas rodeó a los intrusos. Incluso Carol apuntó con su arma a Olivia, quien palideció y retrocedió apresuradamente, tropezando con uno de los suyos y casi causando que cayera violentamente. Lo habría hecho si no fuera por el apresurado equilibrio de un hombre rubio de pelo corto.

Bastantes personas quedaron impresionadas con la habilidad de Carol para retener la comida y apuntar su arma sin dificultad. Por otra parte, todos se habían sometido al mismo entrenamiento, todos serían capaces de hacerlo sin una sola duda. También había huevos, así que con suerte no se caerían, y mantequilla que había sido batida en una batidora antigua. Tenían mantequilla, sí, pero un día no la tendrían, así que Harry quería que PA y todos los aliados circundantes fueran completamente autosuficientes.

Independientemente de su estado mágico, o de cualquier tipo de mago que viva entre ellos. Harry lo había declarado así, negándose a que su gente, o la de cualquier otra persona, se volviera completamente dependiente de la magia.

"Solo iba a ayudarte con la comida", dijo Olivia con dulzura, como si tratara de atraer a un animal asustado. Una vez más avanzando hacia Carol con toda la intención de 'ayudarla' con la comida que supervisaría. Sabía que se asustaban fácilmente; había visto a tanta gente volver nerviosa como el infierno. "Tomaré la mitad".