𝗖𝗦» Para amar hace falta un pequeño toque de inspiración. Jisoo le hará saber a Rosé que no todo lo que ve es oscuro, y con ello la música será el arco que unirá a estas dos jóvenes para ser libres de sentir y ser.
→ 𝐃𝐚𝐭𝐨𝐬;
❀; |Mención de: Na...
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Las cosas no iban bien que digamos, después de lo ocurrido anoche, Rosé no volvió a cenar con el resto. Tenía sus razones, y una de ellas era que su ropa era un desastre. Y la otra fue porque según ella, no soportaba tanta hipocresía.
Ahora mismo se encontraba en su cuarto, viendo las estrellas por el gran ventanal que tenía. Suspiraba con tristeza, Rosé en verdad extrañaba a su madre, le hacía falta aunque lo niegue. En ello, la puerta de su habitación se abrió y pues, la rubia pensó que era su hermana ya que nunca tocaba y entraba sin más.
—Si vienes para que me disculpe otra vez, no lo haré.
El silencio abundó aquellas palabras.
—Lalisa, no estoy de humor para soportar tus regaños.
Y antes de que siguiera hablando, se dio la vuelta para encontrarse con Jisoo, a quién la observó por unos segundos antes de decir algo.
—¿Qué haces aquí?
Jisoo con timidez se acercó hasta ella, miedo era lo que menos le tenía.
—Y-yo...
—Si vas a comenzar con tus estupideces, ahórrate el sermón y vete que eres a la que menos quiero ver.
Jisoo infló sus cachetes y apretó sus puños antes de pisarle de nuevo el pie.
—Escucha Park, si vine aquí fue para disculparme sinceramente contigo. Lo que menos quiero es verte pero con lo buena persona que soy, estoy frente a tí para decirte que lo...
—Si no me quisieras ver, ni te hubieras molestado en entrar a esta habitación. Es mejor que no te disculpes ya que no lo vas a hacer con sinceridad. Olvidemos los malos ratos y hagamos de cuenta que ninguna existe para la otra.
—¿Por qué eres tan antipática?
—¿Debo responder a esa pregunta?
—¿En serio me respondes con otra pregunta?
—¿Y qué se supone que tengo que responderte?
—...
—Lo ves, ahora sí me das la razón.
Aunque ni ella lo supiese, se divertía molestando a Jisoo y ver sus expresiones. Refutar con otra pregunta, era algo que estaba acostumbrada a hacer.
—Idiota, trato de entablar una conversación contigo...
—Adelante, ya la estamos entablando. ¿Cierto?
—Eres increíblemente insoportable, Park.
—Lo mismo digo, Kim.
Ambas mantenían un guerra de miradas, el ambiente era un poco tenso. La frialdad de Rosé era peor que las frías montañas del monte Everest. Jisoo por su parte desprendía llamas que eran peores que el mismo infierno.
