El camino fue largo, más de lo que Rosé imaginó. Vio de reojo a Jisoo, después de tanto quejarse, se quedó dormida. Sonrió al ver aquel perfil tan tiernamente hermoso.
Se puso a pensar en todas esas veces que soportó no acercarse a ella. Era cierto que sintió odio y rencor al principio, pero aquello se desvaneció en el momento que aquella chica de cabello oscuro se atrevió a desafiarla esa noche en su habitación.
Siendo exactas, cuando la rubia la salvó de no ahogarse.
—Imposible tenerte lejos.
Avanzó unos cuántos kilómetros más, ya era casi mediodía y para su suerte habrían llegado a su destino. Jisoo se removió en su lugar, y si hablamos de sueños pesados, Kim era una de esas.
—Soo, despierta.
Rosé desabrochó el cinturón de seguridad de Jisoo y el suyo también, oír como la menor se quejaba le parecía simplemente gracioso.
Recordando el pasado, ella no se quedaba atrás, Lisa siempre que podía llevaba agua en un balde para despertarla o más bien la amenazaba con ello y otras veces le lanzaba dicho líquido.
Casi cometió un homicidio en su propia casa y con su querida hermana mayor.
—¡Al fin!— Jisoo gritó al saber que habían llegado, sacando de sus recuerdos a la rubia. Rosé le sonrió y no dudó en guiñar un ojo haciendo que la mencionada se ruborizara.
—¿Por qué me sonríes, boba?
—Quizás porque eres una chica hermosa y verte dormida, simplemente te hace ver adorable y tierna.
Y aquel comentario provocó otro leve sonrojo en las mejillas de Jisoo, odiaba verse tan vulnerable ante Rosé, aunque jamás admitiría que esas palabras le gustaban en demasía.
—Bien, hora de bajarse.
La azabache fue la primera en hacerlo, agradeciendo internamente a su cerebro haber actuado rápido. Abrió la puerta del auto y salió contemplando el paisaje a su alrededor.
Era simplemente hermoso, colinas llenas de flores, césped y muchos pinos de gran altura. Rosé a su lado, también se permitió observar lo mismo, ambas disfrutaron por unos cuántos segundos el paisaje tan resplandeciente. El sol ayudaba aunque tenía compañía de algunas nubes que de por sí, no presentaban peligro alguno.
—Vamos, hay algo que quiero mostrarte allí arriba.
La rubia le extendió su mano a la menor, y Jisoo sin pensarlo, la aceptó.
Entrelazaron sus dedos, sintiendo así una corriente eléctrica invadir sus cuerpos. Rosé llevó con ella su cámara fotográfica, planeaba sacar muchas fotos de las dos y sobre todo de Jisoo.
Se instaló un silencio cómodo, ambas no apartaron sus manos en ningún momento.
—Sabes, podríamos traer a nuestros hijos aquí de vez en cuando.
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Eres la música en mí | Chaesoo
Fanfic𝗖𝗦» Para amar hace falta un pequeño toque de inspiración. Jisoo le hará saber a Rosé que no todo lo que ve es oscuro, y con ello la música será el arco que unirá a estas dos jóvenes para ser libres de sentir y ser. → 𝐃𝐚𝐭𝐨𝐬; ❀; |Mención de: Na...