Eres la música en mí | Chaesoo

IX. Comprensión

La visita de Talia fue un golpe de agua fría para Jisoo, después de todo Rosé tuvo el descaro de traerla a cenar con la familia.

Obviamente Lisa y su padre la conocían, su madre gustosa la invitó a pasar como si fuera "alguien importante", pensaba Jisoo.

Y sí, para la familia Park, Talia Ryder era importante, ella conoció a ambas hermanas desde su niñez hasta el momento. Ahora se mostraba como toda una señorita hecha y derecha, con una hermosa sonrisa que podría enamorar a cualquiera. Pues para Jisoo, era una más detrás de Rosé porque si esta no lo había notado, ella sí y eso la hacía molestarse.

Debía comprender varias cosas, una era comportarse y fingir que la presencia de la estadounidense le agradaba, otra era entender que no podía celar a su "hermana" por el hecho de haberla traído y por último le reclamaría más tarde a Rosé por eso.

Si la rubia le dio aquella sensación de jugar a algo prohibido, entonces debía afrontar las consecuencias. Ahora que sus ojos se posaron en ellas, tuvo una sensación de molestia. Sólo tenía que desviar su vista hacía otro lado y no mirar aquella escena que parecía de una pareja enamorada.

—Es solo una amiga, Chu. No debes alterarte.

Y sí, es lo que se repetía una y otra vez en voz baja. Sus celos no ayudaban en nada porque ni aún así, apartó la vista de Rosé y Talia.

Quiso irse pero su otra hermana la observa y detuvo a tiempo. Pues, Lisa no era ninguna estúpida como para hacer vista ciega. Ella sabía que Jisoo no se sentía cómoda con la visita de Ryder, por lo que se acercó con cautela a ella.

—No debes ponerte así—, susurró en su oído.
Jisoo miró a Lisa, tenía razón pero... no pensó más y bufó rendida. Trató de apartar su mente y vista de ellas para centrarse en su otra hermana que le entregó una copa con un poco de jugo de naranja.

Ella no pudo negarse a la acción de Lisa por lo que terminó por aceptar el trago. Sonrieron y brindaron, tomando así toda la bebida dada. Jisoo en especial quién la tragó de un sorbo.

—Nunca ví a nadie beber algo de esa forma.

Comentó riendo mientras Lisa aún tenía un poco de jugo.

—Y eso que solo es jugo. No sabes como me pongo cuando me ofrecen algo más fuerte.

—Entonces... ¿has tomado alcohol aún teniendo dieciocho años?

—Así es, mamá se ha molestado por ello pero siempre le he dicho que no bebo en cantidades por lo que es cierto. Sólo lo hago cuando la tristeza invade mis sentidos.

—No eres la única, Rosie también lo hace. Es más, ella si se toma hasta la última botella, dice que es mejor olvidar lo que no quieres recordar. Y le encuentro razón pero no es motivo para beber mucho. Con mis amigas siempre la hemos regañado por tal comportamiento pero sabes cómo es su actitud.