𝗖𝗦» Para amar hace falta un pequeño toque de inspiración. Jisoo le hará saber a Rosé que no todo lo que ve es oscuro, y con ello la música será el arco que unirá a estas dos jóvenes para ser libres de sentir y ser.
→ 𝐃𝐚𝐭𝐨𝐬;
❀; |Mención de: Na...
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Una locura, estúpida pero a la vez placentera locura.
Fugarse de su hogar para satisfacer sus deseos carnales en el mismo lugar en dónde Rosé salvó a Jisoo, se convirtió en algo especial.
Ambas sabían que aquello no era para nada prudente y que podría traer consecuencias a futuro, o quizás no. La cuestión es que ahora corrían como nunca, si se pudieran describir, serían como dos enamoradas.
Reían por la divertida travesura al compás de sus pasos, tomadas de la mano y sin nadie que las estuviera siguiendo.
Aún faltaban dos o tres horas para que la cena familiar diese inicio, suficiente tiempo para lo que planeaban hacer, no cabía duda en que las sospechas caerían sobre ellas, sin embargo contaban con la ayuda de Lisa que seguramente inventaría algo para distraer a los mayores y a Talia.
Finalmente la corrida cesó al hallar el pequeño lago.
Se soltaron las manos, debían recuperar el aire perdido para después agotarlo de nuevo. Jisoo mentiría si dijera que no estaba nerviosa, nunca había estado con ninguna chica por lo que significaba que era su primera vez, y tampoco había esperado como plus tener a una mujer intersexual en el mismo plan.
Pero aquello no le importó mucho, porque su primera vez sería con Rosé, entonces no debía ni tenía porqué dudar. Se entregaría a la chica del cuál casi sabía con certeza estaba enamorada. Era lo que verdaderamente importaba.
Sus pensamientos dejaron de estar en ella cuando vió a Rosé sacarse la camisa y quedarse con su sostén. Podía sentir que sus mejillas comenzaban a sonrojarse por la escena tan sensual que la rubia le otorgó. Inconsciente de que sus labios comenzaron a temblar. Necesitaba probar que tan eróticamente podía ser besar aquel abdomen trabajado, aquel torso que pedía a gritos ser lamido, besado y tocado. Mordió sus labios sin percatarse de que Rosé la estaba observando detenidamente, o más bien desde que empezó a despojarse de sus atuendos.
Sonreía al ver lo perdida que se veía Jisoo, quizás hasta devorándola con la mirada y eso le fascinaba.
La rubia por su parte quería bañarse, obviamente con Jisoo pero quería que ella también estuviera segura.
—¿Te quedarás ahí sin hacer nada?.
Jisoo salió de su trance, al oír la voz de Rosé y mirarla esta vez consciente, desvió su mirada debido a que seguramente la atrapó observando. Sus pensamientos impuros habían invadido su mente.
No dijo nada por un corto tiempo, es entonces que Rosé se acercó a ella. Se le hacía tierno ver la diferencia de altura, con su mano tomó el mentón de Jisoo para que la viera a los ojos.
Tierna, adorable e inocente. Que imagen tan hermosa.
Con sus dedos, acarició la mejilla de Jisoo, y ella se dejó llevar por las caricias proporcionadas.
