¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

03

—Y eso fue lo que sucedió...—Termino.

El Alfa estaba extrañamente inexpresivo. Repitiéndo en su mente lo que el omega acababa de contarle, no tenía idea de que pensar ni mucho menos que creer ¿Cómo podía ser posible? No tenía sentido.

Su hijo nunca conoció a su padre omega ¡Ni siquiera el mismo conocía al otro padre de su cachorro!

—Jeonmin—Llamo.

El niño salió de su cálido escondite en el cuello del omega y observo atento a su padre alfa.

—Suelta a tu maestro, tenemos que irnos y él también.

—¡No!—Se negó y abrazo con aún más fuerza al rubio.

—Jeonmin no me hagas repetirlo. No puedes retenerlo por siempre, él tiene que ir a su hogar a dormir—Se acercó y trato de separar a su hijo del omega.

—¡No quiero!

—Cariño tu papá tiene razón, ya es tarde y tanto tú como yo tenemos que ir a casa—Intento convencerlo.

—P-pero yo me quiero quedar c-contigo papi...—Pidió en un hilo de voz reteniendo las lágrimas.

Jimin miro a Jungkook preocupado. El rubio no quería ver al cachorro triste y mucho menos llorando.

—Jeonmin él no es tu papá, suelta a ese omega hijo—El pelinegro sabría segundos después que decir esas palabras fue mala idea...muy mala idea.

El rostro del pequeño se torno rojo del enojo que estaba conteniendo hacía su padre. O bueno, eso era hasta que... explotó.

—¡Si lo es!— Grito enojado aunque un segundo después al ver la expresión de su padre se arrepintió. Jungkook parpadeó sorprendido y Jimin simplemente no supo que expresión adoptar.

Jeonmin se bajó de los brazos del rubio y tomándolo de las manos lo guió hasta sacarlos del salón siendo seguidos por el pelinegro.

—E-espera ¿A dónde me llevas?—Inquirió

—¿Puedo ir contigo papi? P-por favor... prometo portarme bien y te ayudaré en todo lo que necesites en tu casa pero déjame ir contigo—Rogó haciendo pucheritos.

El omega estaba entre la espada y la pared, aún no comprendía cómo llegaron las cosas hasta esa situación y mucho menos sabía cómo sobrellevarla pero algo que si tenía claro es que no quería que los hermosos ojos de Jeonmin volvieran a derramar lágrimas. Sin embargo estaba muy consciente de que no podía hacer lo que el pequeño le pedía, vamos ¡No podía llevarse a su casa como si nada a un niño que no era suyo! Eso sería prácticamente secuestro y no era de su agrado tener problemas con la ley.

—Cariño yo no pue-

—Llévatelo.

Tanto el omega como el pequeño castaño miraron asombrados al alfa que estaba justo detrás de ellos.

—¿Que?

—Que te lo lleves. Ten, este es mi número escríbeme mañana para ir a recogerlo—Le paso una tarjeta de presentación con su número todo sin una sola expresión.

Posiblemente sea una petición demasiado extrema e incluso él mismo se está reprochando mentalmente pero había algo que lo hacía confiar, no sabía que exactamente pero creía que se debía a a una razón específica, de lo contrario nunca dejaría tan fácilmente a su hijo en manos de un extraño.

—Espera, espera, espera—Freno con el ceño fruncido—Me estás diciendo que puedo llevarme a tu hijo a mi casa ¿A si nada más?—El alfa asintió—¿Sabes que soy prácticamente un extraño? ¿Y tú me estás dando el permiso de llevarme al niño como si nada?

—Entiendo si crees que soy un irresponsable pero, ¿Que otra alternativa tengo?—Frustrado paso una mano por su cabello—No quiere estar conmigo y no se quiere despegar de ti y si me lo llevo a la fuerza puede que las cosas sean peores.

—Esta bien, pero por más que quiera no puedo llevarlo conmigo—Jeonmin haciendo pucheros más pronunciados miro al omega con lágrimas en los ojos—Y no cariño, no es que no quiera pero yo vivo en un departamento compartido y a mi compañero de piso no... Ehm.

—¿No le gustan los niños cierto?—Murmuró con amargura bajando la cabeza para que el rubio no vea sus lágrimas.

—No... Lo siento, pero no me gustaría que pases un mal rato por mi culpa—Lo atrajo en un abrazo.

Suspirando el alfa se inco junto al pequeño.

—Hijo vamos a casa, no te preocupes seguirás viendo a Jimin, es tu maestro ¿recuerdas? No va a desaparecer y podrás pasar tiempo con él cuando de sus clases, despídete.

Limpiando sus lágrimas jeonmin observa con tristeza al rubio quien le sonrió con el mismo sentimiento. Iba a separarse de él hasta que una brillante idea cruzó por su mente.

—¡Papi ven con nosotros!

—¿Espera que? ¡Jeonmin!—Gruñó el alfa.

—Silencio Jungkook—Callo a su padre—Papi, por favor ven con nosotros, en nuestra casa hay mucha comida y tenemos una gran televisión para ver películas ¡Incluso puedes dormir conmigo en mi habitación! No te preocupes, mi cama es muy grande—Sonrió mostrando todos su dientes y haciendo ojitos al rubio para intentar convencerlo.

—Cariño no se si sea correcto que-

—Solo por esta vez...¿Si?—Pidió con la voz rota y pequeñas lágrimas deslizándose por sus mejillas.

—...Está bien—Se rindió.

—¡Si!—Limpio sus lágrimas y su expresión de tristeza se convirtió rápidamente en una de felicidad pura.

—¿Mi maldita opinión no cuenta aquí?—Expreso con notoria molestia el mayor.

—No, apúrate y enciende el auto que papi seguro tiene hambre.

Jimin no podía hacer otra cosa más que reír, ese par si que eran divertidos. Era increíble la confianza que había entre padre e hijo, tanta que incluso llegaba a tener un poco de envidia.

Cuánto habría deseado tener ese tipo de conexión con sus padres.

Jeonmin arrastró a su papá hacia el auto de su padre y le abrió la puerta dejándolo pasar primero. Jungkook miraba completamente incrédulo a su hijo ¿Realmente acababa de abrirle la puerta del auto a ese omega luego de dejarlo a él completamente afuera de sus desquiciados planes para no despegarse del rubio? Que locura.

—¡Jungkook apúrate que papi y yo tenemos hambre!

Sería una muuuy larga noche...