¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

08

3 semanas después...

Las días pasaron y todo pareció volver a la normalidad. Jeonmin se íntegro con facilidad a su nuevo entorno, Jungkook aumento su fortuna gracias a sus exitosos negocios y Jimin disfrutaba de su profesión.

Todo parecía estar bien.

Demasiado bien para ser verdad.

-Oxigenado tu teléfono lleva sonando toda la maldita mañana, ¿Puedes ponerlo en silencio si no vas a contestar la puta llamada?

-Mhm ¿Quien es?-Pregunto el rubio más dormido que despierto.

-La bruja.

El sueño desapareció del cuerpo del omega como una bofetada. Le arrebato el aparato al pelinegro quien no tardó en salir de la habitación.
No quería quedarse a escuchar como esa horrible mujer atacaba a su mejor amigo y este como el idiota que era no se defendía.

-¿M-mama?

-Que sea la última vez que me dejas en espera al teléfono. Sabes que mi tiempo es oro y no lo tengo porque estar desperdiciando en ti.

-L-lo siento mamá, estaba durmiendo y no lo escuché sonar...

-Ya me esperaba una respuesta así, holgazaneando como siempre, ¿Ya conseguiste un trabajo por lo menos?

-Bueno-

-Seguramente no, ¿Acaso no te dije que elegir esa carrera era un error? Debiste estudiar actuación como te ordenamos.

-Mama ya hemos hablamos de eso...

-Si como sea, no llame por eso. Tu padre regresa de su viaje de negocios en dos meses y quiere una cena familiar.

-Espera ¿Yo también estoy incluído?

-Si, van a venir tu hermanos y sus parejas así que por una vez en tu vida ve presentable. Nada de trapos viejos o ropa de segunda mano ¿Queda claro?

-¿Que? Pero mamá yo n-no tengo-

-Bien, me alegra que entiendas. Nos vemos Jirbin.

-Es Jimin mamá...

-Como sea.

Y con eso finalizo la llamada.

Jimin contemplo la pantalla oscurecida de su teléfono sintiéndose nuevamente miserable, como cada vez que hablaba con su madre o su familia .

El rubio entendía que había cometido errores en el pasado pero ninguno era justificativo para que su familia tenga ese trato con él.

-Otra vez estás haciendo eso.

La voz de su mejor amigo lo trajo de regreso al presente. Observo a Yoongi dejar una taza de café y plato con tostadas sobre su mesita de noche.

-¿Haciendo que?

-Tratar de convencerte a ti mismo de que el trato que esas víboras te tienen es tu culpa, cuando sabes bien que no es así-Su tono de reproche provocó un puchero involuntario en el Omega rubio.

-Es difícil no hacerlo cuando es tu propia familia quien lo hace-Dijo bajito tomando una tostada del plato.

-Me sorprende que sigas considerando familia a esas personas después de todo lo que te hicieron.

-A mi también me sorprende la verdad-Murmuro.

-Bien, cambiando de tema ¿Cómo te esta yendo con la garrapata?-Yoongi tomo lugar bajo las mantas junto al rubio.

-Ehm, normal...creo.

-¿Crees?

-Si, ya sabes me trata como un alumno a su maestro. Nada más.

-¿Pero?

-No hay peros.

-Si los hay, admitelo de una vez, extrañas que ese mocoso te llamé papá y se te pegue todo el día como la garrapata que es-Dijo Min con burla mirando el rostro ligeramente ruborizado de su amigo.

-Tal vez.

El pelinegro sabía todo lo que vivió en las anteriores semanas con los Jeon desde esa noche donde llego tarde a casa y se topo con yoongi a la mitad de su ritual de belleza nocturno.

Obviamente recibió burlas de parte del omega pálido pero también consejos.

-Mmm que extraño-Murmuro Min.

-¿Que es extraño?

-Son pasadas de las 10 y Hoseok no está aquí robándose nuestra comida ¿Será que al fin lo secuestraron los aliens?

-¿Cómo la van a secuestrar los-

Cómo si de un golpe se tratara, una muy fuerte escencia a incienso inundó todo el departamento, Jimin se tapo la nariz reteniendo arcadas, Yoongi directamente no aguanto y se fue corriendo al baño a vomitar.

-¡Hoseok maldito seas hijo de puta!

¿No hace falta aclarar quien fue verdad?

Hoseok apareció en la habitación con unas varillas de incienso esparciendo el aroma por toda la habitación.

-Hobi ¿Q-que estás hacien-

Y ese fue el límite de aguante de Jimin, quien salto de la cama para correr al baño a vomitar con Yoongi.

-Que exagerados, ¿Que no ven que les estoy haciendo un favor? Hay mucha energía negativa en este departamento-El beta siguió recorriendo el hogar de los omegas esparciendo el olor del incienso sin importarle que sus amigos estén devolviendo hasta los intestinos en el retrete.

-Jung llévate esa mierda de aquí si no quieres que te la meta por otro lado-Yoongi apareció luciendo más pálido de lo normal si es eso posible.

-Estas muy agresivo para ser recién las once de la mañana ¿Quieres un té de hiervas? Las recolecte yo mismo-Expreso con orgullo.

-Lo que quiero es que te lleves esas porquerías de mi vista.

Jimin llegó luciendo igual que Yoongi y tapándose la nariz con un pañuelo.

-Hobi no es por ofender, pero nuestro olfato es más delicado que el de los betas y esas cosas para nosotros tienen un olor horrible-Dijo el rubio con voz suave.

-¿Cómo se supone que limpie la energía negativa de este lugar sin mis preciosos inciensos?

-Deja la negatividad como está y largo.

-Yoongi-Reprendió el rubio.

-¿Que? Mi nariz va a cometer suicidio si Hoseok no saca esas cosas de aqui.

-Tsk, bien me llevo el incienso. Pero voy a traer mis amuletos de buena suerte, seguramente funcionarán mejor.

-Las piedras no Hoseok, la última vez dejaste una en el piso y me la clave en el pie-Recordo con amargura el omega.

-Eso te sucedió por distraído-Dijo el beta antes de salir del departamento de los omegas.

-Te dije que era mala idea ser vecinos de Hoseok.

-Oh vamos, no es tan malo-Defendió el rubio.

-¿Recuerdas cuando apareció a las 3 de la madrugada gritando que había liberado a un espíritu maligno y necesitaba nuestra sangré para hacer un portal y mandarlo de nuevo al mundo espiritual?

Un escalofrío recorrió a Jimin de los pies a la cabeza, ese día si que fue realmente traumático.

-Bien, entiendo tu punto pero no hay que negar que hobi es un increíble amigo.

-Si, eso es lo único destacable lamentablemente.

-¡Te escuché omega malagradecido!-Grito el beta desde el departamento de al lado.

-¡Esa era la intención beta descerebrado!

Jimin reía observando a sus amigos pelear a través de una pared.

Ellos eran la mejor compañía que podría desear.