¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

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Los pasos contínuos del alfa moviéndose por la cocina distraían al omega del trabajo pendiente que intentaba terminar.

La destreza y delicadeza con la que manejaba las cosas era hipnotizante, prueba de ello es Jimin quien olvidó por completo los documentos que necesitaba completar para dedicarle toda su atención a Jeon.

Jungkook no era tonto, noto al instante la mirada del omega y por esa razón se estaba esforzando de más para impresionar al rubiecito.

—¿Yoongi no se molestó por dejarte tarde en tu departamento ayer?—Pregunto de repente el pelinegro acercándose al omega.

—No te preocupes, no se molesto. Solo me grito que el departamento no era un maldito hotel y que volviera a tiempo la próxima vez porque de lo contrario dormiría en el pasillo.—Dijo con calma y una sonrisa como si fuera completamente normal.

Jungkook parpadeó incrédulo para segundos después estallar en carcajadas.

—No es gracioso—Murmuro el rubio con un adorable puchero—Yoongi enojado da miedo y es muy capaz de cumplir con lo que dijo.

—En el poco probable caso de que Min te deje durmiendo en el pasillo, llámame y yo iré a buscarte personalmente para traerte a mi cama.—Dijo en voz baja e invadiendo el espacio personal del menor.

Jimin boqueó sorprendido y con el rostro completamente rojo. No sé esperaba una confesión así en lo absoluto y a pesar de haberse quedado varias veces a dormir en la casa Jeon, nunca compartió cama con el alfa, dormía en una habitación de invitados o con Jeonmin cuando el pequeño se lo pedía.

—T-tu... ¡Pervertido!—Grito nervioso y sobre todo avergonzado alejándose del mayor.

—¿Pervertido? Jiminnie en ningún momento dije que yo también estaría en la cama.—Musitó levantado una ceja con diversión—Como el buen alfa que soy te daría el espacio y me iría a otra habitación, ¿En qué pensabas?—Inquirió con una sonrisa ladina.

Antes de que el rubio pudiera responder, el ruido de la puerta siendo abierta llamo la atención de la pareja. Ambos se observaron con confusión antes de separarse e ir hacia la entrada.

—Por la luna. Estoy agotada y los pies me duelen como el demonio.—Se escucho decir a una voz femenina junto con la presencia de un hombre.

El pelinegro abrió los ojos asombrado.

—¿Mamá? ¿Papá?—Dijo llamando la atención de los recién llegados.

El rostro de los nombrados se ilumino al ver a su hijo. Jimin los observo con curiosidad, ambos se veían jóvenes, casi no aparentaban la edad que creía que tenían. El hombre omega era bajito, de complexión delgada, rasgos suaves y unos brillantes ojos expresivos que le recordaban a los de su alfa.
La mujer alfa por el contrario tenía la misma altura que Jungkook, largo cabello azabache y fracciones más marcadas, desprendía un aura dominante que al rubio le dió escalofríos.

—¡Cielo! Cuánto tiempo ha pasado, ¿Estás más alto? Ay olvídalo, ven a darle un abrazo a tu padre —Musitó el omega con cariño y una hermosa sonrisa.

El alfa sonrió y corrió a atrapar a su padre en un fuerte abrazo lleno de sentimientos.

La madre de Jungkook había notado al omega desde el primer momento que entró a la casa de su hijo y ahora se encontraba observando a Jimin con desconfianza e incertidumbre.

—¿Mamá?—Llamo el pelinegro al notar la mirada aniquilante de su madre alfa sobre el pobre rubio que estaba más palido que una hoja.

—Lo siento cachorro—Se disculpo abrazando a su hijo—Yo también te extrañé mucho.