¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

31

—¿Cómo se siente ahora?

—Mucho mejor, me ayudó hablar con usted, realmente es bueno en su trabajo Sr.Min—Se despidió aquella vieja mujer saliendo con una sonrisa tranquila.

Yoongi suspiro por quinta vez en el día y masajeo su sien. En momentos así se replanteaba el haber elegido esa carrera, demasiado estrés de por medio.

Toc toc.

Levantó la cabeza y observo la puerta confundido, la señora Lee fue su última paciente y los otros colegas de la institución no se acercaban a él por miedo ¿Quien podría ser?

—¿Puedo pasar?

Oh no.

El omega cerro fuertemente los ojos antes de levantarse y abrir la puerta, todo con una expresión que decía claramente "Hablame y te mueres"

Se topo de inmediato un intenso aroma a chocolate amargo y un cuerpo que le sacaba, por lo menos, una cabeza de altura.

—¿Que demonios haces aquí?—Encaro al alfa que lo miraba con ojitos de cachorro abandonado, algo no muy acorde con su aura dominante.

—Te traje café y galletas—Musitó Taehyung mostrando la comida.

Yoongi estuvo tentado a cerrar la puerta de nuevo pero su estómago rugió de forma vergonzosa al sentir el exquisito aroma de las galletas caseras recién horneadas.

—Esta bien, pasa.—Dijo apartándose de la puerta. Camino hasta su escritorio y se dejó caer en la silla con cansancio.

—¿Mal día?—Inquirió sentándose en el lugar que la señora Lee ocupaba hace minutos.

—Mala vida.

Asintiendo lentamente, Taehyung comenzó a acomodar en el escritorio todo lo que trajo.

—No sabía que café era tu favorito asi que pedí que me den todo por separado.

—¿Todo por separado?—Pregunto mirando su bebida.

—Si, lo que tienes en la mano es solo café, no tiene leche ni azúcar, eso lo traje por separado por si quieres agregarlos. —Explico mirando al omega con una sonrisa y ojos brillantes.

Min se quedó momentáneamente embobado con esa imagen, cuando se dió cuenta de lo que estaba haciendo desvío la mirada.

Unos minutos en silencio pasaron antes de que el omega los rompiera.

—¿Por qué?

Taehyung lo miro confundido, esperando que sea más específico.

—¿Por qué haces esto por mi?—Volvio a preguntar de mala gana.

—¿Esto?—El alfa sigue sin entender y el omega comienza a cabrearse.

—Si, esto Kim. Venir a mi lugar de trabajo, llevarme a casa, besar mi mejilla, traerme un maldito café, enviar un mensaje de buenos días todas las mañanas y uno de buenas noches ¡Todas las noches sin falta!—Min mantuvo la mirada en el rostro del alfa hasta que la vergüenza lo venció y miro hacia otro lado.

Espero una respuesta seria del alfa pero lo descolocó escucharlo reír.

—¿Te parece gracioso?—Gruño con el ceño fruncido.

El mayor sin perder tiempo rodeo el escritorio y en un rápido movimiento dejo encerrado al omega.

—Yoongi ¿Realmente no te has dado cuenta o no quieres darte cuenta?—Inquirió aproximando su rostro al del pelinegro.

—¿Que?

—Me gustas.

El corazón del omega se detuvo por un mini segundo y su expresión quedó en blanco. El alfa realmente lo había tomado por sorpresa.

—¿Q-que tu que? —Tartamudeo, así de afectado estaba Min Yoongi.

—Me gustas.—Repitió—Me gustas, me encantas e incluso puedo decir que estoy enamorado de ti.

El pelinegro parpadeó asombrado e intento alejarse.

—E-espera ¿Acaso estás loco?

Kim soltó una risa seca y fijo sus luceros en los del contrario.

—¿Loco? Tal vez pero por ti.

Yoongi en un movimiento desprevenido del mayor escapó de sus brazos y corrió hacia la otra punta de la habitación.

—Estas yendo muy rápido.—Musitó con nerviosismo.

Taehyung se sentó en la silla del omega y lo observo con la sonrisa.

—No lo creo.—Murmuro bajando la cabeza.

Otro momento de silencio se hizo presente y ahora el omega no tenía la mínima intención de decir alguna palabra.

—Sabes... El día que te ví por primera vez actúe un poco precipitado y no fue intencional.—Exclamo mirando directamente al palido—Tu aroma inundo por completo mis sentidos y nublo mi juicio, lo sentí aquí...—Apunto a su pecho—Y mi lobo también lo sintió.

—¿Que quieres decir?—Musitó con el cuerpo tenso.

—Tu también lo sentiste, lo sé. Tus ojos se volvieron azules por un instante.

—No sabes lo que dices...

Suspirando, se levantó y a paso lento camino hacía el pelinegro.

—Detente.—Ordeno con los puños apretados y a la fuerza el alfa obedeció.

—Tu lo sabes y yo lo sé Yoongi.

—Cállate.

—Yoon-

—¡No!

Con agilidad tomo su maletín y escapó del lugar escuchando los gritos del alfa detrás de él.

Corrió y corrió lo más rápido que pudo durante varios minutos. Se detuvo cuando respirar costaba y sus ojos ardían por las lágrimas retenidas.

Su teléfono sonando dentro de su chaqueta lo alertó pero lo ignoro. Comenzó a caminar tomando largas bocanadas de aire para regular su agitada respiración, de nuevo el molesto tono de llamada apareció y por poco no arrojó el celular a la calle, solo se detuvo cuando vio quien era la persona que molestaba tanto.

—¿Jimin?

—Y-yoon...— Se puso en alerta al escuchar los sollozos de su mejor amigo.

—¿Chim estás bien? ¿Te sucedió algo?—Inquirió preocupado.

—L-las noticias...

—¿Las noticias?—Repitió confundido.

—L-los odio Yoon... ¡Mi maldito rostro está en las noticias!

—¡¿Que?!