La tragedia de la villana.

Capítulo 112

— ¿Es tan fuerte el poder divino de Stern? No puede ser así. ¿Cuándo fue la última vez que sus estrellas los abandonaron?

Lesche dijo, grabando cuidadosamente las palabras encantadas de Miles en su cabeza.— Una pregunta, Miles.

— ...

— ¿Qué quieres decir cuando dices que el anterior Gran Duque estaba loco por la anterior Gran Duquesa?.

Los hechiceros no fueron rivales para el intenso interrogatorio de los ayudantes de Berg. Y para empezar, Linon tenía una personalidad dura que exprimía hasta la última gota.

Así que los brujos transcribieron frenéticamente todos y cada uno de los diálogos que tuvieron con Miles. Ni una sola palabra se evaporó en vano. Era una confesión apilada de un pie de largo. Todas las demás declaraciones podrían entenderse razonablemente.

El hecho de que la madre biológica de Miles fuera en realidad una hechicera, el hecho de que deliberadamente atormentara a la anterior Gran Duquesa para tener el círculo...

Fue una inundación de esos muchos pecados.

Pero solo uno de ellos. Lesche no podía entender solo una cosa.

[Miles repitió una y otra vez las palabras de que el Gran Duque anterior estaba loco por la Gran Duquesa anterior]

Al anterior Gran Duque no le importaba la Gran Duquesa. Él trajo a su amante al castillo. Así que no estaba loco por la Gran Duquesa, sino por la otra mujer. Arrancó el memorando a su primer hijo bastardo Miles y lo amaba profusamente.

Lesche sabía mejor que nadie cómo ese amor había dejado fría a su madre.

— ¿Incluso confesaron tales cosas? Esa basura...

La ira en la cara de Miles cambió lenta pero claramente. Empezó a reírse.

— ¿Tienes curiosidad? Debes tener curiosidad. Pero, ¿por qué debería responderte? Puedes seguir siendo curioso hasta que mueras.

La malicia comenzó a estallar.

— Contar la verdad oculta hará que Su Alteza, el maravilloso Gran Duque Berg, sufra aún más.

Los ojos de Miles deslumbraron y se voltearon.

— Nuestro padre amaba mucho a tu madre. No tienes que ir muy lejos para ver lo enamorado que estaba el Gran Duque Berg de la Gran Duquesa, solo mírate al espejo.

— ....

— Pero, ¿por qué se rompió repentinamente el amor del padre, no por la contrainscripción de la misericordia, sino por mi humilde madre? ¿No es extraño? ¿Alguna vez has pensado que era extraño? ¿Cambió tanto el amor del padre simplemente porque mi madre era hermosa?.

Ver la tez de Lesche que se había sentido inferior toda su vida cambió tan rápidamente fue más divertido de lo que imaginaba. Miles sintió una euforia adormecedora.

— ¡La pesadilla que había traicionado tanto a la Gran Duquesa la amaba e incluso amenazó al heredero legítimo! ¿Cómo se sentiría si en realidad fuera solo un truco de magia que fue tratado como insignificante en este continente? Creo que habría sido más honorable terminar en un drama lascivo...

La voz de Miles se extendía como una serpiente.

— No, Lesche Berg... ¿no, hermano? Si te quedas atrapado en el hechizo y descubres que has perdido el amor de tu padre, tu noble madre...

Las palabras de Miles se cortaron a mitad de la frase. Fue porque Lesche, que había estado frío y sombrío durante toda la conversación, se rió.