16. Cambio de pieles

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Todo ha cambiado tanto. Mi vida está casi resuelta, digo casi porque sólo me falta tener a Charly libre, aún así todo con él va tan bien.

Juancho se fue con Catalina a Estados Unidos, parece extraño pero quedamos cordialmente, no hubo amenazas a la hora de cancelar el contrato de Erick, Irma y Axel.

Soy mi propia jefa en la mi productora junto a mi hijo.Se puede decir que estoy viviendo mi vida como quiero.

Y realmente, soy feliz.

Dos años después

Me levanto de mala gana tras escuchar notificaciones de mi móvil. ¿Enserio qué es tan urgente? Cuando lo cojo, esbozo una sonrisa.

¡Hoy es mi cumpleaños! Todos sabían menos yo. Increíble, se me había olvidado por completo. Contesto a mi hijo, a Vane, Ligia..... Una llamada me entra de inmediato, que no dudo en descolgar.

— Feliz cumpleaños a la mamá más hermosa y talentosa de todo el mundo — me dice Erick.

— Gracias mi amor.

— Mamá, mamá Ligia y yo hemos pensando que vengas a comer hoy acá.

— No amor, ¿vas a poner a tu abuela en esas?

— Mamá es tu cumpleaños y queremos celebrarlo contigo, ¿si? No me hagas ir a buscarte — me advierte.

— Dale, me alisto y en un rato estoy allá.

Me estiro en la cama lentamente. Y decido levantarme para arreglarme.

Me pongo un vestido rojo que queda pegado a mi cuerpo, resaltando mis cuevas. Es un día "especial" creo que debería ponerme más arreglada de lo habitual.

***

Cuando me abren la puerta, me encuentro con todo allí. Zulma, Erick, Jack, Vane, Pite, Irma y Ligia. Todos gritando ¡Sorpresa!  sonrío lo más amplio que puedo cuando veo el decorado tan bonito que me han hecho.

— Son los mejores — les digo.
Todos vienen hacia mí para abrazarme, por lo que termina siendo un abrazo grupal.

— Amiga celebrando, ¿tus que? — pregunta Zulma divertida.

— Mis veinte añitos — Vane empieza a reírse muy fuerte cuando digo eso.

— A lo bien parece que los tenés — me dice Irma.

— Ya quisiera ella — dice Zulma. Le doy un pequeño codazo haciéndole la ofendida.

Ligia se mete en la cocina, y aprovecho para meterme con ella y así ayudarla.

— Gracias pro esto Ligia.

— No, gracias a vos por todo lo que has hecho por mi hijo a pesar de que esté allá, yo desde el corazón le agradezco esa capacidad de perdonar y amar tan grande que tiene — la abrazo fuerte.

— Ojalá estuviera acá — susurro, ella se despega de mí.

— Sí — se despega de mí, para volver a lo suyo.

ESCÁPATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora