Hay palabras que no se dicen, pero que duelen. Hay cosas que no se tocan, pero se sienten. Personalmente en este libro entrelazamos historias que conforman, con la libertad de nuestros poemas, la vida humana.
Sentimientos que son invisibles a la vis...
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Ya estoy cansado, ¿cuándo se abrirán las cerraduras? Estos candados me los colocaron todos: mi familia, la sociedad, la gente de alto rango, la de bajo rango, todos. Mi voz tiene una especie de poder raro para ellos, así que me ponen estos “límites” para que no pueda continuar con lo que siento. Llevo esperando muchísimo tiempo y esto no se me quita. ¿Qué puedo hacer? No tengo las llaves ni puedo huir de los candados, pero mira el lado bueno, solo me advierten antes de que cometa un error, queman mi cerebro para no quemarme a mí. No sé que hacer, sin embargo, sé que algún día mi mente será libre.
