Y ahí van, dos amigos que les gusta jugar, correr pero a la vez caminar. Su inocencia se corta con el filo de una hoja, y la sangre se esparce manchando el papel.
Y ahí van, dos hermanos que se sujetan de la mano, que tropiezan con comentarios. El cuchillo apuñala sus mentes, sin embargo, ya no hay gotas rojas.
Y ahí van, dos adultos a los que puedo embelesar, no tengo el deber de impedir que siga la corriente. Son asesinos de esta sociedad.
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Cuando los colores hablan ✔️
PuisiHay palabras que no se dicen, pero que duelen. Hay cosas que no se tocan, pero se sienten. Personalmente en este libro entrelazamos historias que conforman, con la libertad de nuestros poemas, la vida humana. Sentimientos que son invisibles a la vis...