Hay palabras que no se dicen, pero que duelen. Hay cosas que no se tocan, pero se sienten. Personalmente en este libro entrelazamos historias que conforman, con la libertad de nuestros poemas, la vida humana.
Sentimientos que son invisibles a la vis...
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Hablan demasiado allá afuera. La mayor parte de las conversaciones que escucho son superficiales, lo típico del tiempo, el fútbol, las cosas… Me duelen los pies de estar parado todo el tiempo, tengo que sentarme. No sé que hacer, estoy en otro mundo donde lo normal sigue existiendo. Qué más da, seguiré aquí. Me limitaré a escuchar. Me limitaré a mirar por la ventana.
