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Días después Kaname estaba algo intranquilo,  las palabras maliciosas de Haruka no lo dejaban de atormentar,  Juri lo notó y se acercó al chico, cuando este jugaba con el gatito de su difunto primo.

- ¿Por qué estás tan preocupado? -

- Por nada madre -

- Nunca has sido bueno mintiendo,  dime que te aflige  -

- Hace unos días me junté con Zero... -

- Aún lo quieres - preguntó la mujer ante el silencio de su hijo

- No es eso - y suspirando - Fuimos a ver a papá -

- ¿Por qué no me lo dijiste? -

- No quería exponerte, madre -

- Aún lo odias por lo del bebé  -

- No lo sé. Pero él dijo que yo no era su hijo. Según él, tú debes responder esa pregunta  ¿De quién soy hijo? -

- De Haruka Kuran, aunque daría lo que fuera porque no fuera así  - y acariciando el rostro de su hijo - Yo nunca engañe a tu padre, aunque suene tonto yo lo amaba aunque nos hiciera infeliz. Perdón por haberte dado un padre así -

- Mamá  - Kaname la abrazó con fuerza  - No hay nada que perdonar. Hiciste todo lo que pudiste por mí  -

- Bien poco hice,  dejé que tu padre nos lastimara -

- Mamá, ¿Crees que él nos quiso alguna vez? -

- Quiero pensar que sí,  pero los hombres tontos muchas veces no piensan antes de actuar -

- Hombres tontos como papá y Zero - dice Kaname

- De tal madre, tal hijo - Dice Rido acercándose a los dos castaños - Pero la diferencia entre ellos es que Zero se arrepiente de sus errores, no como Haruka -

Los días fueron pasando, Kaname ya estaba más tranquilo de lo referente a su padre, pero no así de lo de Zero. Verlo con sus dos hijos lo hizo recordar lo bueno que siempre fue con él, de las muchas veces que lo ayudó cuando era un niño, aunque también recordaba lo cruel que fue con él en esos meses en los que estuvieron casados.

Era domingo y Kaname caminaba rumbo al café donde se juntara con Seiren cuando la mujer lo llamó para cancelar la cita. Armin estaba ingresado en el hospital y ella no podía dejar a Eren solo en casa, Zero estaba con el pequeño rubio. Kaname no lo pensó dos veces y se fue al hospital a verlos. Al llegar Zero no paraba de llorar.

- Zero - dijo el castaño al momento de estar frente al pelipltata - Tranquilo, va a estar bien -

- No. Es meningitis -

Kaname lo abrazó con fuerza, esa era una maldita enfermedad que si bien tenía cura, muchas veces las secuelas eran insuperables.

- Es un mal diagnostico, pero ten fe, todo va a salir bien -

Kaname no se movió del lado del hombre, lo apoyó en todo y más cuando Eren cayó enfermo, del mismo mal. Fueron días infernales para el peliplata,  las fiebres de los niños eran tan altas que Eren tuvo que ser sumergido en hielo y Armin tuvo un paro respiratorio. Pero a pesar de todo los niños resistieron.

- No me puede pasar esto a mí,  son mis hijos. Sé que no llevan mi sangre, pero los amo. Por que demonios les pasó a ellos. Por que no soy yo quien está sufriendo, no es justo -

- Porque tenía que ser así, fue lo que Dios quiso -

- No, un maldito accidente les arrebató a sus padres y ahora esto. No es justo -

- La vida es así. Pero ellos te tienen  a ti a Seiren -

- Eso no me consuela mucho, pero al menos están conmigo ahora - Y mirando a Kaname intentó acercarse a los labios del castaño, pero este lo esquivó - Perdón - dijo avergonzado y se metió  al habitación donde Armin dormía.

Kaname se quedó con el pecho apretado, pero había sido algo instintivo. No era que quisiera rechazarlo, pero aún le dolían muchas cosas del pasado.

- Perdónalo, ha sufrido mucho estos años. Y no estoy diciendo que no se lo mereciera, pero también es humano y le duelen las cosas - dice el padre de Zero

El castaño se dio vuelta y se encontró con la mirada de quien fuera su suegro y de ¿Zero?

- Hola, soy Ichiru -

- Eres idéntico -

- Zero es mi gemelo o como dice él,  yo soy su gemelo - y extendiendo su mano  - Es un placer conocerte -

Zero e Ichiru se habían criado separados, desde los diez años, el abuelo de los gemelos se había hecho cargo de Ichiru, para formarlo como la próxima cabeza de la familia, el hombre quería que el joven no fuera de carácter blando como Zero, porque el hombre consideraba que Zero no era digno por esa gran compasión que sentía por casi todo el mundo.

- Sé que sufre, él ama a esos pequeños y verlos en un camarín de hospital es desgarrador para un padre -

- Si no te molesta pasaremos a ver a Zero y a conocer a los niños, aunque me hubiese gustado que fuera en otras circunstancias - dice el hombre mayor y se encamina a la habitación donde su hijo estaba.

- No sabía que mi tonto hermano tuviera un ex-esposo tan guapo -

- Eso fue hace años y duró muy poco - responde Kaname algo incómodo por como lo miraba ese hombre

- Por papá supe que se separaron en malos términos, pero estas aquí apoyándolo -

- Zero fue muy bueno conmigo, eso nunca lo voy a olvidar y ahora él necesita apoyo. Por eso estoy aquí -

- Hermoso por dentro y por fuera - dice Ichiru acercando su mano al cabello de Kaname, pero este lo esquivó  - Eres arisco - Y sonriendo  - Así me gustan los gatitos -

- ¡No soy un gatito! - Gritó Kaname molesto - Puede que te parezcas a Zero, pero no eres igual a él.  No tienes un ápice de su clase,  eres un vulgar casanovas. Pero conmigo no intentes nada -

- ¿Tienes a alguien? - y riendo - Porque lo que yo sé de ti, es que eres un cazafortunas. Y yo soy la cabeza de la familia, podría darte algunos lujos -

- ¡Como te atreves! - Grita Zero al momento que le tiraba un golpe a su hermano - No vuelvas a hablar así de él  -

Kaname estaba atónito al ver como Zero no lo dudaba un segundo y se arrojaba a la pelea para defenderlo, era como un dejavu del pasado, cuando ese Zero adolescente lo defendía de todo y de todos.

Casado sin AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora