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- ¡No!¡No puedes! - grita Kaname dejando los cubiertos sobre el plato y saliendo casi corriendo en dirección a la salida.

- ¡Espera! - grita Zero corriendo tras de él en el momento que Yuuki habría la puerta.

- ¿Qué está pasando aquí? - pregunta Yuuki sin entender que pasaba

- ¡Yuuki! - dice Zero sorprendido

- ¡Señorita Yuuki! - dice Kaname al mismo tiempo

- Volveré a preguntar ¿Qué está pasando aquí? -

Zero se quedó mudo, no sabía cómo explicar a su novia la situación.

- Olvidaba unos documentos que el señor Kiryu quería que llevara al área legal - y volteando para sacar cualquier papel del escritor de Zero - Lo llevaré como usted me indico y nos vemos mañana -

- Claro, que descanses -

Yuuki miró con desconfianza, algo le decía que no estaban siendo sinceros con ella, pero tampoco tenía como confirmarlo. Una vez que Kaname salió de la oficina Yuuki se arrojó a los brazos de su novio.

- ¿Qué haces aquí? - dice Zero después de recibir el beso de Yuuki

- Sólo quería verte -

- Nos vimos hace poco en Londres -

- Cualquiera diría que no me querías ver -

- No es eso. Pero me pillaste desprevenido -

En tanto Kaname le dejo los papeles a Mikasa y se apresuró en volver a casa de Zero, tenía que tomar sus cosas y huir lo más rápido posible. Al llegar Seiren le dijo que alguien le esperaba en la sala.

- ¡Papá! ¿Qué haces aquí? -

- Vine a ver a mi hijo ¿Acaso no puedo? -

- Papá, tengo prisa. Si quieres puedo ir mañana a verte a casa -

- No. ¿Qué pasa? Es que eres tan millonario que no puedes darle algo de tu tiempo a tu padre. Acaso ya olvidaste quien te puso en este lugar -

- No soy millonario, ese es mi esposo -

Haruka se rió con ironía, ese chiquillo era un dolor de culo, pero estaba forrado en dinero.

- Me voy a comparar un auto -

- ¿Mamá lo sabe? - pregunta Kaname intrigado de cómo su padre conseguiría el dinero, en vista que Haruka llevaba años sin trabajar

- ¡Acaso debo pedirle permiso a esa! -

- No, pero mamá ya tiene muchas deudas y tú llevas tiempo sin trabajo...por eso lo preguntaba -

- ¡Crees que no trabajo, por gusto! -

- ¡No! No quise decir eso -

- Tuve un accidente, chiquillo mal agradecido, recuerda que gracias a mí, sobreviviste, yo te mantuve desde que naciste -

- Lo sé, papá -

- Nunca debí tener un hijo como tú, siempre fuiste una carga -

- Lo sé - responde Kaname bajando su mirada

- Y ahora que tienes una mejor vida, me darás la espalda -

- No, papá -

- Perfecto, necesito de tu ayuda - dice el hombre

- ¿Mi ayuda? -

- Sí, quiero el dinero del enganche del auto -

- Pero yo no tengo dinero - dice Kaname - Estoy comenzando a trabajar, pero no tengo el suficiente dinero para el enganche de un auto -

- Kaname, eres tan gracioso - y levantándose del sillón, donde prácticamente estaba acostado, tomó a su hijo del cabello para que lo mirará a los ojos - No seas egoísta, tu viejo padre, necesita tu ayuda. Vamos no seas tacaño, ese imbesil debe cargar dinero, que te cuesta pedírselo -

- Papá, me lastimas -

- ¡Oh! Te lastimo -

- ... Sí... - susurró Kaname

- Entonces si no quieres que te destroce, dame lo que te pido -

- No puedo -

Haruka como era habitual en él, estaba alterado, por lo que terminó tirando a su hijo de bruces sobre el mismo sillón donde él estaba anteriormente, Kaname no gritó, sentía vergüenza de que alguien lo viera así, que alguien supiera como era que su propio padre lo maltrataba, quizás por eso nunca pidió ayuda en el pasado. Un destello en los ojos de Haruka le hizo notar el anillo que su hijo llevaba en la mano izquierda. El hombre sonrió, sin duda esa sortija debía valer una fortuna, por lo que rápidamente se acercó a su hijo y sin importarle que casi le rebanó el dedo a Kaname, se lo quitó.

- Papá, ese anillo es mío -

- Era tuyo - le corrige el hombre - Y decías que no tenías dinero. Estoy seguro que me darán una buena cantidad -

- Ese anillo era de la abuela de Zero, por favor no me hagas esto - dice el joven poniéndose de pie

- Si quieres recuperarlo, pagame por ello. Esto te paso por avaro -

- El dinero es de mi esposo no mío -

- Entonces quizás él quiera recuperarlo y darme lo que me corresponde por haber criado al lindo esposito que ahora tiene -

Kaname no sabía qué hacer, tenía que salir cuanto antes de ese lugar, antes que Yuuki llegará y también necesitaba recuperar la sortija. Una vez que su padre se fue tomó sus cosas y las metió a la destartalada maleta y cuando salía de la habitación se encontró con Takuma.

- ¡Hey! ¿Dónde vas? -

- Yuuki a llegado, tengo que salir de aquí -

- Pero es tu casa. Quizás deberían arreglar las cosas -

- No, yo saldré de la vida de Zero muy pronto. No necesita arruinar su vida por mí -

- ¿Irás a casa de tus padres? -

- No, me quedaré en algún hotel -

- Te acompaño -

- No es necesario -

- Claro que sí, esa maleta tiene mala más rueditas y está pesada. Además no me quiero quedar aquí, no voy a resistir de decir la verdad -

Kaname lo miró intentando entender a ese hombre, no supo en que momento Takuma lo estaba llevando de la mano a una de las mejores habitaciones de un hotel de lujo.

- Aquí estaremos cómodos - dice Takuma

- No dormiré contigo - dice Kaname asustado

- Lo sé, esa cama es para ti, yo dormiré en el sofá - Kaname bajo su cabeza avergonzado - Kaname, no tengas miedo, yo soy tu amigo, sólo busco ayudarte -

- Perdón, pero la única persona que fue gentil conmigo, en el pasado, ahora me trata como si yo fuera una mala persona - Sin darse cuenta ya estaba llorando - El chico amable que cuidaba de mí ahora me odia -

Takuma se acercó y lo abrazó con sentimiento, Kaname estaba sufriendo y él era incapaz de ayudarle. Finalmente ambos terminaría sentados en la cama, Takuma mecía a Kaname como si fuera un bebé, hasta que el castaño cansado y adolorido se quedó dormido entre sus brazos.

Casado sin AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora