Casado sin Amor

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Kaname llevaba una semana fuera de la casa de Zero y el peliplateado estaba preocupado por él, pero por más que pensara y pensara en su esposo, era incapaz de hacer algo. Yuuki estaba constantemente a su lado. Ahora estaba junto a ella cenando en un restaurante tailandés.

- ¿Has pensado en mí propuesta? - dice Yuuki

- No puedo trasladarme a Londres -

- ¿Por qué? -

- Mi empresa está aquí, no la dejaré en manos de cualquiera -

- Tienes filiales en Europa, de hecho la más importante esta en Londres. Zero, no me digas que es por la empresa, no soy tonta -

- Tengo otros asuntos más, aquí en Japón -

- ¿Cuales? Tu padre -

- No -

- Entonces cuéntame qué te ata a Japón -

Zero no podía decir la verdad. Si lo hacía la perdería, pero era cuestión de tiempo para que Yuuki descubriera todo.

- Mi abuelo dejo algunas cláusulas para ver cuál de sus dos nietos se quedaría con la empresa -

- Y una de ellas, dice que debes permaneces en este país -

- No... Pero -

- Pero ¿Qué? -

- Exige un bisnieto japonés - dice Zero

Yuuki se tensó, ella no quería ser madre, tenía demasiadas actividades en su vida diaria, como para perder tiempo con la maternidad.

- Yo no quiero hijos - dice Yuuki - Al menos no por ahora y quizás cuando ya sea más mayor, pero... -

- Lo sé, no te gustan los niños -

- Bueno, sí eso es cierto, pero si no tengo alternativa, puedo darte ese hijo, pero no por ahora. Mi carrera profesional está en ascenso, no quiero sacrificarla por un hijo -

- ¿Y si yo tuviera ese hijo con otra persona? -

- ¡Estás loco! No, no estoy de acuerdo. No quiero que estés con otra -

- Y si solo fuera para concebir ese bebé y nada más -

- ¿Quieres que lo cuide yo después? -

Zero la miró a los ojos. En realidad esa era su idea, que Kaname firmara el divorcio y que le entregará el bebé, el cual él y Yuuki criarían como suyo.

- Estás demente -

Yuuki dejó la servilleta sobre la mesa y salió llena de indignación del restaurante.

Al llegar a casa de Zero, la joven llena de enfado por la idea tan descabellada de su novio arrojó su cartera contra la estantería que Zero tenía en su habitación, con el golpe varios libros cayeron al suelo, entre ellos el álbum que Kaname preparaba para su bebé.

- ¿Qué diablos es esto? - dice Yuuki al tomar el álbum - Serán fotos de Zero cuando era bebé.

Pero al ver que el álbum estaba vacío lo cerró, solo cuando la ecografía del bebé de Zero calló al suelo, la mujer le prestó atención.

- Nombre del paciente, Kaname Kiryu.  ¿Por qué lleva el apellido de mi novio? -

Yuuki que no conocía la historia quedo más que impresionada, la mascota de Zero estaba preñada de él. Ahora entendía ese discurso en el restaurante. Zero y Kaname iban a tener un hijo juntos. Pero más que eso lo que le causó más extrañeza era lo del apellido del maldito de Kaname.

Yuuki dejó todo en su lugar, para cuando Zero llegó a su casa, la joven fingía dormir.

A la mañana siguiente Yuuki se contacto con una agencia de investigaciones privadas.

- Buenos días, ¿Dígame qué la trae por acá? - dice un hombre rubio y alto, que era el jefe de la agencia

- Necesito que investigue a una persona -

- Perfecto1 ¿Cual es el nombre de esa persona? -

- Kaname Kuran, aunque encontré esto - dice entregando la ecografía - Allí aparece con otro apellido -

- Puede ser que al contraer matrimonio, haya cambiado su apellido, es algo muy normal -

- Casado ¿Usted insinúa que Zero se casó con esta basura? -

- No lo sé, pero es una posibilidad - responde el detective

- Señor Smith, le confío está investigación. Pero requiere discreción -

- No se preocupe por eso, Erwin Smith, jamás divulga ningún antecedente de sus clientes -

Yuuki se fue de la oficina del detective y volvió a su rutina diaria, que consistía en no hacer nada, solamente se dedicó a dar indicaciones a las chicas que trabajaban en casa de Zero. Las cuales extrañaban a morir a Kaname, por que el joven siempre era amable con ellas y las trataba con delicadeza. No como Yuuki que les gritaba y las trataba de perezosas.

Tres días después tenía una carpeta en sus manos, con la investigación del detective. Yuuki hervía de rabia al saber que ese don nadie se había casado con su novio y que estaba con casi cuatro meses y medio de embarazo. Pero Yuuki era una mujer inteligente, no iba a ir a hacer un escándalo, para convertir a Kaname en una víctima, no señor. Yuuki había encontrado en aquella carpeta un gran aliado.

- Hola hermosa - dice Haruka mirando a Yuuki de pies a cabeza

- Para ti, soy la señorita Yuuki - responde hostil la mujer

- Que mal carácter - ríe el hombre - ¿Puedo saber que quieres de mí? Porque es muy extraño que la ex de mi yerno tenga asuntos conmigo -

- Te equivocas, tengo un negocio que estoy segura te gustará -

- Veamos que tan tentadora eres - ríe ante su comentario de sobre sentido

- Solo en tus sueños, vulgar estafador -

- Quien sabe, aveces los sueños se vuelven realidad -

- Te llamar para hacer un trato. Quiero que Zero se divorcie de tu mugroso hijo -

- ¿Y en qué me beneficia eso? -

- Te puedo pagar muy bien -

- Pero mi hijo ahora es dueño de todo lo que tiene Zero, ¿Dónde ganó yo con tu oferta? -

- Y en verdad crees que Kaname te dará algo -

- Es mi hijo -

- Sí, uno que has maltratado desde su nacimiento, al parecer ese chiquillo no te ve como su papito, la prueba está en que aún estás esperando el dinero para comprar el automóvil y eso que aún tienes el anillo -

- ¿Como sabes eso? -

- Trataste de venderlo, pero es una joya única en irrepetible ¿Sabías que en el registro de joyeros esa sortija aparece como de propiedad de la familia Kiryu? -

- Sí - dice el hombre fastidiado, era por ese motivo que no había podido reducir su robo

- Ves, si me das la sortija yo podría ser buena contigo y darte algo de efectivo, obviamente cuando saquemos a Kaname del juego te daré el dinero suficiente para que no trabajes nunca más - y riendo - En realidad eso ya lo haces, vives a expensas de tu mujer -

- ¿Qué quieres que haya? -

- Por lo pronto, quiero que me devuelvas la sortija y que vayas a hablar con Zero -

- ¿Con Zero? -

- Sí le harás una oferta que él no va a poder rechazar -