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Kaname tomó los papeles y comenzó a leerlos, el joven de veinte años, no entendía mucho de términos legales, pero no era tonto, en ese acuerdo de divorcio Zero estaba comprando su libertad así como también al bebé que crecía dentro de Kaname. No era justo. Kaname se había casado con Zero para que su hijo tuviera un hogar, una familia, pero Zero al parecer no quería, por que le estaba pidiendo que debía entregar al bebé a la semana de nacido y que para peor debía desaparecer de su vida para siempre.

Cuando Kaname terminaba de leer las más de diez páginas Zero llegó a casa.

- ¿Ya está firmado? - pregunta Zero mirando lleno de hostilidad a su esposo - Vamos, responde -

- No -

- ¿Y qué esperas para firmar? -

- No estoy de acuerdo - dice Kaname mirando al suelo

Zero lo miró lleno de rencor, ese niño quería jugar con él, pero si esto era un juego, él sería el ganador.

- Veamos que no te gusta - dice Zero sentándose frente a Kaname

- Nos casamos ayer... -

- Sabes perfectamente que no siento nada por ti, si me casé contigo es por mi hijo, no por ti -

- Lo sé, yo acepté por lo mismo - responde Kaname - No eres el tipo de hombre que me gusta -

- ¡Perfecto! - exclama Zero algo ofendido por las palabras de ese caza fortunas - Tanto mejor. Entonces firma -

- En mi hijo, no quiero perderlo -

- Entiendo - Kaname lo miró esperanzado - La suma no es lo bastante atrayente como para que te quites la careta -

- ¿Careta? -

- Tú no me engañas. Pero el fin en vez de un millón de dólares te daré uno y medio. ¿Ahora sí estas listo para firmar? - dice Zero dejando su bolígrafo sobre los documentos

- No es eso -

- Dos millones -

- ¡No! - grita Kaname alterado ¿Qué le pasaba a Zero?¿Dónde estaba ese chico amable que siempre lo defendió del peligro?

Seis años atrás.

Kaname ya estaba en secundaria, tenía catorce años y aunque intentará ser más duro de carácter, seguía cayendo en los viejos trucos de sus compañeros de escuela, ahora lo habían dejado solo con los deberes de limpieza, por lo que salió una hora más tarde de lo normal. Era invierno por lo que a eso de las siete de la tarde ya estaba oscuro, el jovencito se apresuró a llegar a la parada de buses para tomar el tren a casa cuando tres jóvenes mayores, bastante ebrios, lo abordaron.

- No seas así, te vas a divertir - dijo el más alto de los tres al momento que lo tomaba con fuerza de uno de sus brazos y lo arrastraba a su automóvil

- Tengo que volver a casa - protesto el castaño asustado - ¡Sueltenme! -

- ¡Hey! Que yo no te tengo agarrado - se defendió otro de los ebrios

- Vamos déjalo, es un aburrido -

- Pero esta lindo, si no me ayudan solo yo me divertiré con él - dice el que tenía sujetado a Kaname

Finalmente entre los tres subieron a la fuerza a Kaname al automóvil, el chico estaba aterrado. Eran tres hombres borrachos que sabría Dios donde lo llevarían y que le harían, los noticieros estaban llenos de noticias de pobres chicos encontrados en barrancos muertos a medio vestir, él no quería terminar así. Lo bajaron en la puerta de un bar, Kaname jamás había ido a un lugar así, lo sentaron junto a ellos y le pusieron una cerveza frente a él.

- Vamos, bebe - dice uno de los hombres

- Soy menor de edad -

Los tres comenzaron a reír como si hubieran escuchado el mejor chiste de sus vidas.

- Anda ¿No me digas que nunca has bebido alcohol? -

- No, nunca lo he hecho -

- Ahora aprenderás lo que el bueno - dice el mismo que lo subió a la fuerza al automóvil

El hombre tomó la jarra y la puso el los labios del chico mientras otro le sujetaba la cabeza y tercero intentaba abrirle la boca. El escándalo de los tres hombres era tal que varios de los asistentes al bar se los quedaron viendo, pero nadie intervino, lo que estaba pasando allí no era tan anormal.

Zero y sus amigos estaban celebrando el cumpleaños de Kain Akatsuki, el chico cumplía veintiún años y todos bebían unas cervezas para homenajear al cumpleañero.

- ¿Otra vez los idiotas de siempre? - pregunta Yuuki la casi novia de Zero

- Sí, diría que son ellos - responde Kain - Aunque al parecer están con otro más -

Zero volteó a ver justo cuando uno de esos idiotas, que iban a la misma universidad que él tiraba a Kaname sobre la mesita e intentaba besarlo a la fuerza.

- Ese chico tiene uniforme escolar - Comenta Yuuki - Sin duda un mocoso rebelde

- Vuelvo enseguida -

Zero se puso de pie y fue a la mesa donde Kaname intentaba defenderse con uñas y dientes.

- ¡Dejenlo! - les ordena Zero

- Kiryu, vete a la mierda - dice el que estaba sobre el castaño

- Te lo advertí - dice Zero al momento que le daba un puñetazo y tomaba a Kaname de la mano y lo sacaba de allí

- ¡Se puede saber que diablos haces con estos tipos!¡Eres menor no deberías frecuentar bares! -

Kaname solo lloraba, estaba aterrado, ese hombre quería besarlo y lo había toqueteado contra su voluntad. Zero al ver que el adolescente estaba tan asustado lo abrazo con fuera para consolarlo y lo sacó del bar.

Kaname y Zero se miraban a los ojos, cada uno buscando descifrar que pensaba el otro.

- Vas a firmar ¿Sí o no? - dice finalmente Zero

- No, no te daré a mi bebé -

- Hipócrita, ahora quieres al bebé, un bebé que trataste de abortar - Kaname bajo la cabeza, era verdad, pero en ese momento él estaba tan asustado con la noticia de su embarazo que no supo tomar buenas decisiones - ¡Está bien no firmes! - grita Zero rompiendo los papeles del divorcio - Pero te advierto que haré de tu vida un infierno. Desearás jamás haberte metido en mi camino, inmundo muerto de hambre -

Zero entró el la casa y apesar de que era ridículamente grande desde la terraza se pudo oír como Zero azotaba la puerta de su estudio.

Casado sin AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora