Casado sin Amor

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Una vez que la fiebre cedió, Kaname fue dado de alta médica, ya era la mañana del día siguiente cuando salió del hospital en compañía de su esposo.

Zero no dijo nada, solamente lo guió hasta el estacionamiento donde estaba su automóvil, cuando iban a medio camino una llamada entró en el teléfono de Zero y como iba conduciendo el aparato se conectó automáticamente al automóvil.

- Hola, mi amor - Se escuchó la voz de Yuuki por todos los parlantes del coche

- Hola, Yuuki ¿Cómo está Londres? -

- Llena de bruma, como siempre - responde la mujer - ¿Me has extrañado? -

- Muchísimo -

- ¿Vendrás a verme? -

- Veré cuando tenga un tiempo y te paso a ver unos días -

- Mi cumpleaños se aproxima, así que quiero una gran sorpresa -

- Un lindo anillo - dice Zero sonriendo feliz y enamorado

- Podría ser - ríe nerviosa la chica - ¿Cómo están todos por allá? -

- Bien, todo sigue como siempre -

- ¿Y la mascota? -

- Supongo que bien - responde nervioso Zero - Pero no llamaste para preguntar por personas con tan poca importancia -

- ¡Hey! Que malo. La mascotita es linda. Además eres tú el que hizo que ese chico se apegara a nosotros -

Kaname que miraba hacia afuera, entendió que la mascota era él, Yuuki hablaba de él como si fuera un perro, cada vez que decía mascota, lo hacía con desprecio.

- Supongo que tienes razón, es mi culpa que él esté con nosotros -

- Así que ten cuidado ahora que no estoy, por que estoy segura que la mascota debe estar moviéndote el rabo -

- Claro que no -

- A mi ese tipo no le engaña. Esta loquito por ti -

Kaname miró a Zero con disgusto. Él no era así.

- Puedo mover el rabo cuanto quiera, yo jamás caería ante alguien como él, sabes que te amo -

- Por supuesto que lo sé. Amor, te voy a dejar, tengo una reunión muy importante -

- Está bien. Que tengas éxito y te amo -

Yuuki sonrió feliz y cortó la llamada. Al llegar a casa Kaname salió rápidamente del automóvil de Zero y prácticamente corrió lejos de su esposo.

Seiren que estaba esperándolos, la joven si bien no conocía mucho a Kaname sintió una genuina simpatía en cuanto lo conoció.

- ¿Cómo está el joven Kaname? - pregunto preocupada al ver que el castaño se metió casi corriendo a la casa

- Está bien, no fue nada. Solo estrés -

- Eso es horrible, la hermana de mi vecina perdió a su bebé por tanto estrés -

- No te preocupes, ese niño es su boleto a la fortuna. No lo va a perder -

Seiren no dijo nada, pero Zero notó la molestia de la mujer, por lo que decidió quedarse callado.

Los días siguientes Zero no insistió con el divorcio y tampoco le dijo el hizo nada, solamente lo ignoraba. Kaname pasaba el día en casa, ayudaba a Sasha en la cocina, en las tardes preparaba algún postre y comía con las chicas antes de Zero regresara, también leía mucho. Seiren notaba que cada día Kaname estaba más triste, necesitaba a sus seres queridos por lo que lo animó a que fuera a visitar a sus padres, finalmente un lunes accedió a ir a ver a su madre, se fabricó una gran sonrisa y salió rumbo a la pequeña casa de sus padres.

Minutos después llamaban a la puerta Seiren salió pensando que era Kaname que había olvidado algo, pero para su sorpresa se trataba de Takuma, uno de los mejores amigos de Zero.

- Hi! How are you? - le saludo el rubio a la mujer que le sonrió llena de alegría

- Joven Takuma, que alegría verlo - responde ella amablemente

Takuma soltó su maleta y la abrazó como si fueran muy íntimos amigos, en realidad el rubio siempre había sido muy amable con la ama de llaves de Zero, tanto así que la mujer llegó a tener sentimientos poco apropiados por el joven chef.

- No sabes cómo extrañe tu sushi - dice Takuma una vez que la soltó

- No le creo, estoy seguro que el Londres encontró mejores sushis que el mío -

- Olvídalo, nadie te supera. Te traje un lindo regalo -

Takuma entró con toda la confianza del mundo, esa era como su casa, por lo que sin siquiera preguntar se fue directamente a la habitación principal se desnudó y se metió en la bañera.

Seiren y las chicas estaban revisando los regalos de Takuma, por que a las otras tres el joven también le había llevado unos lindos recuerdos de Londres, cuando Kaname se devolvió, el chico al llegar a la parada del autobús se dio cuenta que había olvidado su billetera en la habitación, por lo que fue rápidamente a buscarla, estaba en sentado sobre la gran cama de Zero revisando si dentro de su billetera aún tenía su tarjeta del autobús cuando Takuma salió del baño completamente desnudo.

El gritó que dio Kaname se escuchó en toda la casa, las chicas de servicio al escuchar a Kaname corrieron en dirección a la habitación matrimonial cuando vieron a Kaname cubriendo su rostro con las manos y a Takuma intentando cubrir con sus manos su virilidad.

- Joven Kaname - gritó Seiren y se apresuró a llegar a su lado - Tranquilo todo está bien -

- Ese hombre salió desnudo del baño -

Takuma no entendía que pasaba, ¿quién era ese chico?¿Porqué estaba allí?¿Y qué guapo era?

Seiren de volteo a ver a sus compañeras que no dejaban de admirar a tan bello y escultural ejemplar.

- Ustedes dejen de mirar con esos ojos libidinosos y usted joven Takuma, cubrase, por el amor a Dios -

Una vez que Takuma estuvo vestido y Kaname ya más tranquilo vinieron las presentaciones.

- Él es Takuma Ichijou, es un amigo del señor Zero, está de regreso desde Londres - dice Seiren a Kaname - Y él es el joven Kaname Kuran, el esposo del señor Zero -

- ¡Esposo! - dice impresionado Takuma

- Si, nos casamos hace dos semana - responde el castaño

Takuma no podía creerlo ¿Qué estaba pasando allí? Había hablado con su hermana hacia un día atrás y ella no le había dicho nada del matrimonio de Zero a menos que ni la misma Yuuki lo supiera.