Zero estaba en su oficina cuando Haruka se metió a la fuerza.
- Lo siento, señor. Pero este hombre se ha metido a la fuerza - dice Mikasa a su jefe
- No te preocupes, yo me encargo de este señor -
- ¿Necesita que llame a seguridad? -
- No, yo me hago cargo. Puedes ir a almorzar -
La joven de cabellos negro miró nuevamente a su jefe y al ver que el peliplateado no le dirigía ninguna mirada especial, cerró la puerta y se fue a comer.
- Linda chica, aunque bastante fuerte, casi me disloca el hombro - dice Haruka sentándose en el sofá y poniendo sus pies en la mesa
- Ha que ha venido -
- A ver a mi yerno ¿Acaso no puedo? -
- Usted no le agrada y lo sabe -
- Pero ahora somos familia -
- ¡Basta de tonterías! ¿Qué quiere? -
- Hacer un trato contigo -
- ¿Un trato? -
- Correcto, yo tengo algo que quizás te interese. Sabes mi hijo me lo dio, dijo que podía sacarle una buena suma de dinero, pero los joyeros al parecer no lo quieren. Me pregunto si a mí yerno le interesaría comprarme una linda sortija -
- ¿Sortija? - dice Zero sin entender nada
- Sí, una muy antigua - sonríe el hombre
En ese momento Zero unió las piezas. Kaname se había atrevido a entregar esa sortija que había sido de su familia por generaciones, una sortija que Kaien le había entregado al joven castaño el día de la boda, tal como su suegra de la había dado a él, cuando este se había casado con el padre de Zero.
- Creo que esta sortija fue de tu abuela, quien se la dio a tu papá Kaien y este se la dio a mi Kaname en día de su matrimonio. Bueno mi hijo me la dio a mí -
- Esa sortija le pertenece a mi familia -
- Le pertenecía -
- No te irás sin entregarme eso -
- Claro, pero quiero una buena cantidad por ella - y riendo a carcajadas - Mi hijo si que hizo un buen negocio -
- ¿Cuanto quieres? -
- Lo que vale un coche deportivo. Pase por una linda concesionaria, me gustó mucho el cochecito rojo, ese con el caballito -
Zero sintió que se la caía la mandíbula, ese aprovechado quería un Ferrari. Pero lo que más le molestaba era que Kaname estaba detrás de todo esto. Kaname le había entregado esa sortija a Haruka para que esto le pidiera dinero. Justo cuando él estaba pensando que estaba muy equivocado respecto al castaño. Que tonto había sido.
- Está bien, pero quiero algo más a cambio de tu Ferrari - dice Zero con una mirada oscura
- Tu dirás -
- Quiero que Kaname firme el divorcio y me entregué a mi hijo -
- Eso es sencillo, aunque no podría decir que económico -
- Pagaré lo que sea, por mí hijo -
Haruka estaba feliz sin duda su nieto era una mercancía muy bien valorada.
En tanto Kaname ajeno a todo lo que pasaba estaba organizando facturas en la cafetería de Takuma.
- ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? - pregunta el rubio al ver la cara de Kaname
- No, yo estoy bien. Lo que no está bien son estos gastos, Takuma creo que estás gastando más en insumos que lo que cobras por cada preparación -
- Tú crees -
- Sí, si sigues así está cafetería no será rentable -
- Eso es un problema - dice Takuma - Pero si tú estás conmigo nada irá mal -
Kaname meneo la cabeza, ese Takuma no tenía idea de negocios, él tampoco era un erudito, pero su madre siempre le había enseñado a ser ahorrativo y a no gastar más de lo que podía ganar, por lo que era capaz de darse cuenta que Takuma botaba el dinero a destajo.
- Prepare pastel de trufas ¿Quieres que te traiga un trozo? -
- No, estamos trabajando, no nos la podemos pasar comiendo la mercancía -
- Pero estás esperando un bebé deber alimentarte y además me gusta ver tus ojos cuando comes algo dulce - dice el rubio acariciando una de las mejillas de Kaname
- Takuma, no te confundas. Solo puedo ofrecerte mi amistad -
- Por ahora eso está bien -
Había una atmósfera entre tensa y romántica entre ellos cuando Yuuki llegó a la cafetería.
- Ya veo como no te funcionó con Zero, ahora estás tras la fortuna de mi hermano - dice Yuuki muy molesta de ver Takuma con Kaname
Kaname no dijo nada solo intento cubrir su barriga con una carpeta que tenía en la mesa. El castaño sabía que nunca le había caído bien a la mujer, más de una vez le había escuchado hablar de él en un tono despectivo, además hacía ya unos años la mujer de había acorralado, en esos años Kaname aún usaba uniforme, en esa oportunidad Yuuki había sido muy clara lo quería lejos de su novio, no confiaba en su cara de niño bueno.
- Hermana, no puedes venir a mí café y tratar así a mis amigos -
- ¿Amigos? Ya veo, te estas divirtiendo con este ofrecido -
- Yo no soy nada de eso, señorita Yuuki - dice Kaname alzando mínimamente su voz
- ¿No? ¿Y como se le llama al ofrecido que se embaraza solo para vender a un crío? -
Kaname no dijo nada, de alguna manera Yuuki se había enterado de su embarazo y eso lo atemorizaba.
- No dices nada por que es verdad, eres un puto de mierda -
- Yuuki, basta - dice Takuma tomando a su hermana del brazo para alejarla de Kaname
- Tú eres mi hermano y estás de su parte -
- No estoy de parte de nadie, pero Kaname no te ha hecho nada para ser tratado de esa manera -
- ¿Qué no me ha hecho nada? - Y mirando llena de furia al castaño - Se preñó de mi novio, Zero me lo confirmó este infeliz lo obligó a casarse con él, amenazó con abortar al bastardo ese -
- Eso no es verdad - dice Takuma - Zero no te ha contado toda la verdad -
- Claro que lo ha hecho, este tipo lo tentó, lo sedujo para llevarlo a la cama, se preñó a propósito y todo por ambición, todo para salir de la miseria en la que nació -
Kaname dejó a un lado la carpeta, ya que más daba si Yuuki veía su barriga, la mujer ya sabía casi todo.
- Takuma, podría usar tu oficina, creo que la señorita Yuuki y yo tenemos que hablar -
Takuma asintió con la cabeza y ambos castaños se adentraron en la oficina del chef.
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Casado sin Amor
FanficKaname y Zero se casan únicamente por el hijo que viene en camino. Pero para Zero, Kaname es todo lo que odia en la vida, es un interesado, desleal y arribista. Lamentablemente su visión no es la correcta por que Kaname es todo lo contrario a la def...