Guardián Reiniciado. Segunda Parte.

Capítulo 10

El castaño se intentaba arrancar la flecha que lo atrapó entre su traje y el suelo, pero el golpe del arco que recibió al contado contrario del rostro y cuello, estaban matándolo de dolor al estirar el nervio que le permitía girarse.

-Yo lo hago -Astrid llegó a él para arrancarla con ambas manos.

Hiccup se sentó con la mirada perdida sobre la flecha que sostenía la rubia.

"Espero a ella la cuides mejor que a mí"

Las palabras se escucharon como un eco en su mente......y hora de nuevo en sus oídos.

-¿A qué se refería que me cuidaras mejor que a ella? -Astrid preguntó confundida, intuyendo que Hiccup tenía más importancia en la "muerte" de la pelirroja.

Sus ojos verdes la miraron con una ligera pizca de angustia en su mirada e intentando estar calmado, suspiró sabiendo que no podía ocultarle su historia con la pelirroja y que además no tenía por qué ocultarlo, la amaba y continuaba haciéndolo.

-Creo que si tengo que empezar a explicarte esas palabras, tendría que hablarte de mi misión en Noruega con ella.

-¿La que fue hace como dos años?

-Fue en......

La aparición de Jack los interrumpió cuando se acercó con una pierna lastimada entre la única luz encendida.

-Supongo que no hablaste bien con ella -Jack miró a Hiccup en el suelo con la flecha.

-Ni tú con ella -Hiccup afirmó de verle el rasguño de su mejilla que derrama un hilo de sangre.

Astrid escuchó la llamada de su equipo de Northuldra, mirando la pantalla con la ubicación a donde llegarían, justo donde estaban ellos.

-Los Ulthras están por llegar, deben irse- Ayudó a Hiccup con una mano para levantarse.

-¿Tú te quedarás? ¿Qué les dirás?

-Yo me encargaré, fuera los dos- Jack la miró para después rodearla e irse, mientras que Hiccup se acercó a abrazarla con cariño.

-Podremos hablar después, te lo prometo -Besó su frente.

-Hiccup....-Le llamó antes de irse -¿Puedes quedarte hoy en mi casa? Por favor....

El castaño analizó sus palabras para asentir con un suave movimiento.

Astrid lo extrañaba, quería estar con él a solas y con cariño pasar su tiempo de descanso, pues desde que aparecieron ambas, lo sentía demasiado distante a pesar de estar junto a él.

Mientras ambos se retiraban, en un estacionamiento de un área abandonada, se había detenido el auto donde estaba Grimmel manejando.

Eret miró extrañado el lugar, pues no tenía idea de por qué se detuvieron ahí.

-¿Qué hacemos aquí?

-Tenemos una pequeña reunión con el jefe -Dijo Grimmel.

Elsa maldijo internamente mientras que Merida soltó tensaba su mentón queriendo irse ya.

Bajaron para esperar unos minutos a la llegada de la camioneta negra que aparcó frente a ellos.

Bajaron algunos hombres de seguridad para que al final saliera Drago, vestido de negro y viéndose imponente con las luces blancas a las lejanías de las calles.

Caminó con calma y con su mirada seria y serena cuando llegó frente a ellos.

-Me dieron un reporte muy largo -Drago miró a Grimmel y después a Eret -Uno igual a su anterior misión, la diferencia es que no tengo ni una fotografía, un dedo o la cabeza del hombre que mandé a asesinar.