|XLVIII |

1.8K 254 10
                                    

La espada de Tanjiro tomó un rojo vivo e intenso gracias a las llamas causadas por la técnica de sangre de Nezuko

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La espada de Tanjiro tomó un rojo vivo e intenso gracias a las llamas causadas por la técnica de sangre de Nezuko. Desprendía una luz cálida pero letal.

-Tanjiro...ten cuidado—le dijo cuando vió como salía de su escondite para encarar a los demonios.-

-planeando algo, ¿ehh? Aún no pueden vencernos. Una vez que te cortemos, ya no sentirás dolor o rabia—había algo distinto en el pelirojo. La cicatriz en su frente tomó un color carmesí y la forma de lo que parecía ser una flama.-

Aquella marca. La misma marca que le apareció cuando estubo apunto de matarlo a él.

-Danza del Dios del Fuego, halo solar: danza del dragón—con una serie de movimientos rápidos cortò de golpe las cabezas de los tres demonios, sorprendiéndolo.-

Frunció el ceño y trató de mover los escombros encima de él aunque le era difícil al tenerlos encima.

Al no ver ningún resultado solo le quedó una opción.

Cortar sus piernas.

Lo cual hizo, ahogando un gritillo de dolor pero logrando salir.

Arrastrándose quitó con su fuerza los escombros encima de Nezuko y la dejó ir, sin pensarlo mucho lamió unas gotas de sangre de Tanjiro que quedaron en sus ropas y sintió sus piernas regenerarse de golpe.

Realmente odiaba consumir sangre humana y más viniendo de alguien tan especial para él como lo es Tanjiro, pero no tenía mucho tiempo y alguno de sus amigos podría salir herido de gravedad.

Saltó directo a los techos de las casas con rapidez, algo desesperado por encontrar a su tan querido herrero Kagome.

Durante el camino vió los cadáveres de lo que parecían ser unos peces gigantes junto a los de algunos herreros, sintiéndose triste por eso.

-¡Kagome, Kagome, Kagome!—gritó su nombre repetidas veces hasta llegar con él.-

Al pobre le sacó un buen susto pero sabía que no era hora de reclamarle, al contrario, siguió haciendo la nueva  katana del chico demonio.

-¡Tardaré un buen tiempo, toma tu antigua katana!—le indicó y señaló un estante donde estaba aquella desgastada pieza de metal.-

-¡Gracias, por favor, escóndete en un lugar seguro!—la tomó con todo y su funda y salió por la ventana.-

-Tú igual cuídate...-

• • • • • • • • • • •

Fué acercándose, y lo que vió no le gustó para nada. Tanjiro estaba en el suelo bastante herido y alrededor de él una gran marca de hoja, el responsable fué el demonio de los abanicos que estaba apunto de matarlo.

-¡¡Aliento del Tiempo: octava postura: pausa temerosa!!—con un corte descuidado cortó el brazo que sostenía el abanico-

Cayó frente a Tanjiro para dejarlo recuperarse, aún manteniendo una pose de defensa.

Luna Roja || Tanjiro x Male!readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora