Por ti [2/13]

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Fic realizado a modo de comisión para una cliente, quien me dio autorización para publicarlo aquí. ¡Gracias por confiar en mi trabajo!

Milk había trabajado religiosamente en la organización de la fiesta para Goten, pues la verdad era que aquel niño la llenaba de felicidad, tanto, que sentía la necesidad imperiosa de hacerlo también lo más feliz que pudiera. No tuvo la suerte de hacer eso con Gohan, a veces aún resentía su época de guerrero siendo tan pequeño, por eso de cierta manera intentaba enmendar sus errores e infortunios con su segundo hijo. Lo bueno era que su primogénito, aquel amado pedazo de su corazón, gracias a los tiempos difíciles y a las batallas se forjó con una personalidad envidiable, era un espléndido muchacho y Milk agradecía porque finalmente estaba sano y salvo, en casa, siendo libre de la carga de tener un poder grandioso.

Le causó gracia que siempre que hacía cualquier actividad en solitario terminara divagando sobre sus hijos, pero no tenía excusa, eran el eje de su vida y no podía sino girar en torno a ellos. Antes de casarse pensó que su mundo giraría alrededor de Goku, pero al convertirse en su esposo y conocer la clase de esposo que era, entornó su energía hacia otras cosas; primero su hogar y luego, Gohan. Después vino Goten y Goku ya nunca volvió a reglar su vida, pues su presencia se volvió sorpresiva y después de no mucho, nula. Sí, su vida de mujer comenzó y acabó tempranamente, pero no era algo que la agobiara, pues su forma de ser si bien era tempestuosa, también la mayoría del tiempo era abnegada.

Se había quedado parada frente a una vitrina, mirando sin ver un maniquí con un vestido de estilo tradicional como los que ella usaba, pero más elegante. Era rosado si mangas, de bordes dorados y largo hasta los tobillos, pero con cortes en los costados hasta la rodilla. Suspiró, era hermoso, pero ella no se atrevería a usar algo así, aunque no fuese nada revelador. Siendo honesta, a pesar de mostrarse confiada de sí misma, sabía lo obvio, no era ninguna belleza exótica como Bulma o Número 18. Era más bien simplona y, además, las experiencias y malos momentos la habían hecho envejecer más que sus amigas, a pesar de ser más joven. No era una vieja, pero tampoco se sentía vigorosa ni bella, en su interior lo entendía. Por eso quitó la mirada del vestido y se dispuso a irse, pero chocó con alguien de imprevisto.

—¡Oh! Lo lamento. —Profirió la disculpa esperada, mirando al hombre con el cual chocó. Su rostro le sonaba de algo, pero no recordaba qué. Aunque al parecer él sí la recordó.

—¡Pero si es la admiradora del Gran Saiyaman! —bromeó el cajero de la tienda, aquel que sin saberlo defendió a su hijo. Milk se extrañó, le pareció raro que él la reconociera.

—En realidad, las cosas son para la fiesta de mi hijo —aclaró, sin saber muy bien cómo interactuar.

—¿Tienes un hijo? Pero si luces muy joven —expresó él, con real duda. Milk torció los labios.

—Pero si aquel día incluso me felicitó por mi hijo...

—Lo hice para fastidiar a la vieja de la fila, realmente no pensé que sí los tuvieras —reveló sin pena, pareciéndole algo grosero a Milk. Pero de cierto modo, le agradó su sinceridad y lo poco que le importaba la impresión que podría llevarse de él.

—Pues los tengo...

Se quedó ahí de pie, dudando de emprender camino o esperar no sabía qué. Pero el castaño siguió metiéndole conversación.

—¿Estabas mirando este vestido? Es muy bonito.

—La verdad, no. No es mi estilo...

—Yo creo que te quedaría bien. Sí luce como tu estilo. Además, tu hijo estará de cumpleaños, ¿no? Qué mejor que presumir ante sus amigos lo linda que es su mamá.

Pasaron tres segundos antes de que Milk sopesara el piropo y pudiese parpadear. Inhaló aire lentamente y un leve calor asoló a sus mejillas. No muchas veces alguien le decía que era bonita, de eso hacían más de dieciséis años.

—Se toma bastantes confianzas, señor...

—Aramis, ese es mi nombre. ¿Y el tuyo?

Milk lo observó sin decir nada, los ojos azules del hombre aguardando por una respuesta. ¿Por qué ese sujeto hablaba con ella, de todos modos? Era alguien bastante informal para su gusto, sobre todo siendo un desconocido. Le dedicó un gesto de desprecio usual en ella y lo dejó ahí parado, pues entró a la tienda y compró el vestido. Cuando salió, él seguía allí, lo que la hizo gruñir.

—Soy señora Son Milk para ti, porque no me gusta que me anden tuteando desconocidos.

Aramis se rió. Tenía una risa franca.

—Y bien, señora Milk, ¿cuándo volveré a verla?

—Cuando mi próximo hijo cumpla años.

Ya de noche en su casa, con los niños durmiendo y todo hecho, Milk salió a tomar aire. Se sentía algo pesada, quizá su cantidad de ropa estaba siendo excesiva. Junto a su huerto, sentada en su mecedora, se quitó el traje amarillo, quedándose con el pantalón y la blusa. El color vivo de su vestido le recordaba al llamativo dogi naranja de su marido, el cual dejó de aparecer en su campo de visión hace casi siete años. Había estado pensando en hacerle uno similar a Goten, después de todo este entrenaba y lo necesitaba, pero no quería creer que lo estaba convirtiendo en el reemplazo de Goku. Cerró los ojos, mejor le preguntaría la opinión su hijo y asunto resuelto.

El cerrar los ojos le hizo percibir aquello que no era visible a su vista. Soltó una pequeña risa irónica y entró a su casa, saliendo minutos después con una tetera de porcelana y dos tazas. Sirvió té verde en ambas y cuando estas comenzaron a hacer bailar su vapor, Milk habló, con tono condescendiente.

—Piccolo, ¿por qué no bajas y me acompañas? Agradezco tus constantes cuidados a Gohan, pero me parece ingrato no poder ni ver tu rostro cuando siempre estás aquí.

El aire sopló apacible antes de que el guerrero namekiano apareciera ante ella. Sería una velada de charla de lo más interesante.

¡Muchas gracias por las 70k lecturas! Jamás imaginé llegar a tanto.

¿Qué les va pareciendo? En lo personal fue un reto escribir esta historia por el tema a tratar (soy muy devota al GoChi y se me hacía raro implicarla con alguien más), pero los resultados me satisficieron mucho, creo que la experiencia me hizo crecer como escritora. ¿Qué opinan ustedes? La charla con Piccolo nos resolverá varias dudas, además de regalarnos una interacción más profunda entre estos dos.

Pd: estoy viendo la saga de Cell y uf, ¿hay algo que Piccolo no haga bien? Mejor personaje. 💚

HLena.

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