Yo no te esperaré [1/2]

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Petición hecha por @JacckesDay

Había tenido un exhaustivo entrenamiento con los guerreros del universo seis. La idea había sido suya, pero fue apoyada por Vegeta y Whis quiso darles en el gusto. Así, los saiyajin junto al dios de la destrucción y su ángel viajaron hasta el universo gemelo, donde Champa y Vados los esperaban con algunos de sus guerreros. Los saiyajin de ese universo eran parte de aquel grupo también. Goku pasó la mayor parte de su tiempo luchando contra la enérgica Caulifla, quien lo hostigaba para que le enseñara la forma del súper saiyan tres. Fue un mes de intensos combates con diferentes oponentes, y de noches de enriquecedor sueño y descanso. En una de esas noches, mientras todos comían al rededor de una fogata, Vegeta se acercó discretamente a Whis y este le prestó su báculo. Goku se quedó intrigado con el intercambio, sobre todo cuando Vegeta se marchó hacia un lugar más apartado. La joven saiyan lo distrajo de eso al robarle una pieza de carne, sonriendo altanera y desafiante. Goku se quejó risueño, no entendiendo el comportamiento de la muchacha pero dejándolo pasar, era mejor no pensar tanto. Bills y Whis se dieron cuenta de la situación, pero guardaron silencio.

Cuando Goku acabó su comida -después de un buen rato de jugueteo por parte de la saiyajin femenina- se puso de pie y encaminó hacia el ángel del universo siete, movido por la curiosidad. Whis lo recibió con una sonrisa afable.

—¿Deseas algo, Goku-san?

La forma en que el ángel lo llamaba le recordaba ligeramente a su esposa, quien a pesar de los años juntos, aún añadía ese honorífico a su nombre. Aunque era un poco diferente, pues el de Milk sonaba más rudo, era "Goku-sa". Sonrió, volviendo al tema por el cual venía.

—Vi que le prestaste tu báculo a Vegeta.

—Oh, sí. El deseaba comunicarse con Bulma-san.

—¡¿Pasó algo en la tierra?!—el guerrero se alarmó.

—No ha pasado nada. ¿Acaso debe suceder algo para que quiera saber cómo está su esposa?

Esas palabras calaron profundamente en Goku. ¿Sería cierto? Vegeta tenía ganas de hablar con Bulma porque no la veía hace un mes. Meditó, él había pasado siete años en el otro mundo sin comunicarse ni una sola vez con Milk. Pero, ¿para qué hacerlo? Cuando llegara a casa, en medio de la cena, le contaría todas sus aventuras, no era necesario llamarla, ¿verdad? Le dolió levemente la cabeza, no entendía mucho de relaciones todavía.

—Dime algo, Goku-san. ¿Tu esposa sabe que estás aquí?—preguntó Whis con su melódica voz. Goku negó.

—No, porque yo fui desde el planeta de Kaio-sama hasta el de ustedes.

—¿Y desde cuándo estabas con él?

Goku sacó la cuenta con sus dedos mientras sacaba la lengua, concentrado en recordar. Bills soltó un bufido, pues estaba atento a la conversación.

—Llevaba con él unos dos meses. Y antes de eso, estuve un mes en la Corporación Cápsula, entrenando con Vegeta.

El dios y el ángel se dieron una mirada. Whis volvió a tomar la palabra.

—Entonces, ¿quieres decir que en alrededor de cuatro meses no has hablado con tu esposa y que ella en todo este tiempo no ha tenido ninguna noticia de ti?

—Sí, eso creo.

Bills chasqueó la lengua y se entrometió.

Tch, sí que eres un idiota—lo insultó sin contemplaciones—. ¿Crees que es normal pasar tanto tiempo sin saber ni ver a la persona con la que te casaste?

—He pasado mucho más tiempo sin verla o hablar con ella, pero siempre vuelvo...

—¡¿Y qué?! ¿Crees que porque siempre ha sido así, la próxima vez será igual? ¿Qué te garantiza que ella no se haya cansado de ti esta vez?

La idea de una Milk que no lo espera le provocó un retorcijón en el estómago. Bills estaba cabreado.

—Tu comportamiento sería el principal culpable de que ella llegue a cansarse de ti. Pregúntate, ¿por qué debería seguir esperando a alguien que siempre se marcha y que luego vuelve como si nada? ¿Es justo para ella esperarte? Me sorprende que una mujer así haya aguantado tanto a un tipo como tú.

—Milk no...

—A ver, dinos. Si volvieras exactamente en este momento a la tierra, después de estar desaparecido hace meses y más encima, junto a jovencitas promiscuas, ¿estarías cien por ciento seguro de que tu esposa estará esperando por ti? ¿Apostarías a que ella aún no se ha cansado de ti?

Goku pensó seriamente en ello. Milk, su esposa, aquella joven fiera que luchó contra él y que luego, se le pegó para siempre. Milk, la madre y mujer de hierro, implacable, sobreprotectora, disciplinada, la que buscaba domarlos con todas sus fuerzas. Milk, la esposa entregada y compresiva, ya dócil ante su rol, casi un personaje terciario en una historia de ficción. La Milk de hace unos meses, la que ya no era ni fiera, ni de hierro ni entregada, la que todo le daba igual. La que ya no le recibía con tanta alegría, la que ya no lo buscaba para compartir el lecho, la que ya no le preguntaba dónde había estado, la que le importaba más su nieta que su propio esposo. Esa Milk de ahora, ¿estaría esperando por él?

—Tu esposa es una mujer ejemplar. Tiene un carácter admirable y ha levantado un hogar sola. Cocina como lo dioses y, además es hermosa. ¿Por qué alguien como ella debería estar esperando a un simio como tú?

Goku frunció el ceño a Bills por haber adulado tanto a su esposa. De pronto se sentía inseguro y con miedo de que la posibilidad de que ella no estuviese esperando por él fuera más que sólo eso. Justo cuando ninguno de los tres hablaba, Vegeta volvió y le entregó el báculo a Whis. Tenía una extraña expresión en su rostro.

—¿Cómo se encuentra Bulma-san?

Vegeta carraspeó, apenado de que supieran que había hablado con su mujer—. Ella y los niños están bien.

Goku pensó en su hijo pequeño, Goten. No tenía idea en qué estaría. ¿Era época de escuela, o quizás ya estaba de vacaciones? Se sintió mal al saberse peor padre que Vegeta, quien a pesar de todo lo maligno que fue, ahora al menos se preocupaba del estado de sus hijos.

Movido por unas ansias competitivas y orgullosas, Goku se dirigió a Whis—. Préstame tu báculo un momento, por favor.

—¿Para qué lo quieres?

—Sólo para saber cómo están en casa.

—Nadie contestará—dijo el príncipe con voz sumamente seria—. Bulma me acaba de decir que tu esposa se marchó hace unas semanas y que Goten está viviendo con Gohan.

La noticia le pegó como un puñetazo en el rostro. Milk se había marchado, no lo estaba esperando. ¿A dónde se habría ido? ¿Estaba sola, o con alguien? De repente sintió ganas de vomitar toda la carne que antes comió. Exactamente, ¿qué debía hacer en esos casos? Estaba de piedra, no sabía qué hacer.

Bills sonrió triunfal—. Te lo dije.

Este one-shot lo dividiré en dos porque yo escribo pa' largo y es mejor separarlo para así tener más contenido para subir. ¿Qué pasará en la próxima parte? Dejaré que la intriga se los coma, así como nos comerán los gusanos. ewe

¡Somos 15k leídos, buenardas y buenardos! Hay que celebrar. 🎊

¿Algún fan de Haikyuu por aquí, de Shingeki no Kyojin o de Naruto?

Nos leemos luego, ¡besos!

HLena.

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