FRONTERAS
Las fronteras que dividían el bosque Desdémona del gran desierto de Apollime se elevaban ante los cinco jóvenes. Un gran muro de enredaderas, hierbas y árboles húmedos que dividían los dos territorios.
Llevaban dos días enteros cabalgando por pantanos, rocas, árboles caídos y espesos arbustos.
Syla llevaba dos horas entre caerse del caballo y sostenerse, Owen y Urian iban igual.
A pesar de que Urian y Syla debían ser los principales, Athan era quien dirigía al grupo, tal vez por ser mayor o tal vez porque era el que mejor estaba preparado, en cuestión el conducía al conjunto de jóvenes por el bosque.
Mientras que Muriel gruñía a cada rato, malhumorada y cansada.
—Athan, deberíamos dejar que ellos descansen, que nosotros no nos cansamos no significa que ellos también.
—Sí, claro, debemos tratar de llegar rápido-un enojado vampiro la miro de manera amenazante—Descansaremos luego de cruzar las fronteras.
—No lo creo, aquí descansamos, no solo ellos están exhaustos sino los caballos, debemos detenernos—ella estaba decidida a hacer entrar en razón a su pertinaz compañero.
—Está bien—se resignó el joven guardián—Chicos descansaremos aquí—alzo la voz para que los demás lo escucharan.
Owen y Urian suspiraron de alivio. Todos desmontaron y cada uno se dedicó a hacer una actividad distinta. Desde hace días habían hecho un orden de tareas a seguir cuando descansaban, Muriel se encargaba de examinar el perímetro en busca de posibles amenazas, Owen se ocupaba de prender el fuego, Urian de las pequeñas carpas, Syla de la comida y Athan de la leña.
Ya estando todo en orden cenaron en silencio, degustando la cena, que, aunque no era una total delicia saciaba sus estómagos hambrientos.
Urian se limpió la cara con un pequeño trapo y observo a sus compañeros, no estaba seguro de que hacia realmente ahí, con ellos. Pero sabía para que estaba allí y cuál era su verdadera responsabilidad, sabía que debía hacer para que las cosas funcionaran. Aunque realmente no estaba entrenado para usar su magia. Días atrás él había visto unos libros que Syla guardaba entre sus cosas, estaba al tanto de que eran libros de magia antigua dados por una bruja a la chica. Aunque todavía no se armaba del valor suficiente para hablar con ella. No es que nunca haya hablado con una mujer, solo que la chica no parecía muy dispuesta hablar, solo hablaba con el vampiro y con el otro guardián. Debía tomar algo de valor.
—Em, Syla—su voz sonó extraña—Podemos hablar, eh, a solas.
Todos lo observaban poniéndolo aun mas nervioso. La chica se había sonrojado un poco.
—Si claro—contesto algo extrañada.
Se levantó junto al brujo y se dirigieron a parte del grupo cerca de las carpas.
Pararon y se miraron por unos segundos.
—Yo, em—al chico no le salían las palabras, pero decidió por un momento ser valiente— ¿has leído los libros que llevas contigo?
—No, ¿A qué viene eso?
—A que debemos empezar a entrenar, somos los únicos que podemos producir magia luz y esos libros, estoy seguro que tienen lo que necesitamos.
— ¿Te parece si los leemos ahora?— ella le pregunto sonriendo, el chico no le caía mal, solo le daba algo de incredulidad estar a ante un mago poderoso escondido dentro de un joven.
—Claro si te parece—él le sonrió cortésmente.
Ella fue a buscar los libros y luego se sentaron en un rincón a leerlos y examinarlos.
Owen los observaba desde lejos, algo dentro de él se revolvía al ver a Syla hablando con aquel joven, desde hace días que habían desarrollado un frágil vínculo con la chica y sentía que el brujo podría romperla. Tal vez lo que sentía eran los llamados celos, no es que él estuviera enamorado de ella, ni que le gustara, aunque la joven era hermosa y producía algo inexplicable en él. Pero era ella con la única que hablaba, ya que los demás no le prestaban atención. Se sentía resignado y un tanto abandonado, extrañaba su familia, pero sabía que tenía un destino que cumplir y un camino que seguir.
Athan estaba recostado sobre un árbol observando el cielo lleno de estrellas, amaba las noches estrelladas, le recordaban a su época como humano, cuando era un niño, cuando no tenía obligaciones que cumplir ni personas a las que proteger, le recordaba a cuando era libre, libre de ser quien quería ser.
Muriel lo observaba a una distancia prudencial sentada sobre el suelo, ese hombre le producía tantas cosas, odio por haberla abandonado, indignación por el perdón que le había pedido, y algo más, algo que ella no sabía describir. Cuando lo tenía cerca sentía como si un terremoto sacudiera su cuerpo.
Se sentía inestable cuando él la miraba, con esa mirada abrasadora y oscura, llena de algo que ella no podía describir.Al observarlo sentado, solo y absorto en sus pensamientos se sentía abrumada. No le encontraba explicación a tan inestable sentimiento.
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Altaír, Dionne, Arsen y Theron cabalgaban por el bosque siguiendo los pequeños rastros de magia dejados por sus presas.
Sentían que cada paso que daban estaba más cerca de ellos, aunque en realidad los separaba una gran distancia.—Se dirigen hacia Terentia, si ellos cruzan las fronteras no podremos seguirlos—anuncio Arsen.
—Esa maldita bruja, creando muros protectores para evitarnos, como la odio—se quejó Dionne, ella odiaba con todas sus fuerzas a Sibley, años atrás, cuando ella era una niña, la bruja le había dicho muchas cosas malas que le pasarían si seguía el camino del mal, Dionne quería demostrarle en lo que se había convertido, pero no tuvo oportunidad de volver a cruzarse con ella.
—Tranquilos llegaremos a tiempo, ellos no cruzaran esa frontera—hablo Altaír muy seguro de sí mismo, o eso parecía.
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Terentia
Sibley se encontraba en su oficina leyendo libros de magia antigua, buscaba hechizos para reforzar sus fronteras, últimamente el mal se está colando por ellas algunas oscuras mágicas criaturas, quienes doblegaban y convertían a las criaturas de luz en seres oscuros, los cuales tenían ser desterrados.
Seguía esperando la llegada de los elegidos, esto le producía demasiado impaciente. La ponía contenta.
Pero la preocupación de que no llegaran a tiempo la molestaba, la oscuridad estaba entrando en su reino y si no llegaban a tiempo sería demasiado tarde para su pueblo.__________________________
ALO GENTE MUY BUENAS ¿NOCHES?
BUENO COMO SEA. ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP.
MUCHOS BESOS ADIOSITO NOS LEEMOS PRONTO
FOTO DEL TEMPLO DE TAIS
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Guardianes Del Alba
Fantasy"Un alma warlock nacerá entre la niebla destinada a recibir el poder de los dawn. Un alma guerrera indomable en busca de libertad encontrara su camino. Dos almas convertidas en inmortales encontraran su mortalidad perdida. Un alma dawn será la liber...