Capitulo 11

43 3 0
                                    


PRUEBAS 

Hace horas que habían entrado al bosque Xenofon, el bosque se las voces, el bosque de los encuentros.

Slogan los llevaba hacia su cabaña, donde descansarían y por la mañana saldrían hacia Terentia.

Los hizo detenerse en un terreno llano, repleto de caminos bifurcados. Caminos que parecían no tener final. Oscuros y silenciosos.

—Deben elegir un camino cada uno, los espera una prueba, si la pasan nos veremos, buena suerte.

Los cinco jóvenes estaban desconcertados, pero ninguno pregunto, cada uno Eligio un camino cual seguir.

El camino que Muriel había elegido se sentía abrumado, con un aura fantasmal, silencioso y algo oscuro.

Delante de ella, un banco de niebla se agitaba y arremolinaba entorno a una figura masculina.

Un hombre anciano, canoso y con arrugas, unos ojos profundos y grises, esperaba entre la neblina.

Los ojos de ella se humedecieron.

—¿Padre?

El hombre se acercó y la abrazo. Por más que ella sabía que era una ilusión, su abrazo se sentía real, tierno y vivo.

—No llores pequeña, todo está bien.

—Te extraño—ella se aferró con más fuerza a su padre.

—Escúchame, deberás enfrentarte a lo que más temes, para eso necesitaras algo. Es un secreto, algo que tú no sabes pequeña.

Ella se apartó y él la guió para sentarse en un tronco.

— ¿Cuál secreto?

—Siempre tan curiosa.

—Lo siento, por abandonarte, estaba asustada.

—Lo se cariño, debo apurarme, se me acaba el tiempo—un brillo paso por los ojos del anciano—En tu sangre hay magia, tu madre era una hechicera, yo también.

— ¿Qué?

—Adiós pequeña. Te quiero.

La imagen titilo y luego desapareció.

—Pa, no te...vallas. No me dejes— su voz se apagó y empezó a llorar.

Luego de convertirse en vampiro, ella había abandonado todo, hasta su padre, lo único que le quedaba, cuando murió no se pudo despedir, él, era lo único que la había mantenido humana durante un tiempo, luego se volvió una vampiro completa, perdiendo su humanidad.

Se odiaba así misma por haberlo abandonado, por haber sido cobarde y no enfrentarse a la realidad.

Su miedo al rechazo de parte de su padre la había alejado de lo único que le importaba.

Lloro desconsoladamente, quería su vida, quería volver el tiempo atrás, pero sabía que no podía, que jamás podría ser la misma.

_____________________________________________________

El camino de Urian de pronto se convirtió en una calle rocosa, la calle de su casa, su hogar estaba delante de él, golpeo la puerta y una señora de edad avanzada le abrió la puerta.

—Urian querido, te estaba esperando.

El joven miro desconcertado a la señora.

— ¿Abuela?

—Sí que eres tonto blanquito—el apodo que usaba su abuela, le resultaba bastante extraño, siendo que su abuela había muerto hace años.

—Pe...Pero tú estás muerta.

Guardianes Del Alba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora