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Finalmente, finalmente. Había esperado para llegar hasta este capítulo. Es a lo mucho uno de mis capítulos favoritos de toda la obra, no voy a mentir. Es... lo mejor. La mera bomba y espero que lo disfruten tanto como yo lo hice la primera vez.

Ahora sí puerc@s, esto se pondrá bueno. SJFKS.

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El evento transcurrió tranquilamente y sin imprevistos. Miyuki volvió a estar orgulloso de sí mismo, observando con una sonrisa atenta y aplaudiéndole cortésmente a cada autor que compartía pedazos de sus obras. La audiencia por supuesto que fue totalmente cautivada por la pieza de Sanada; él era un escritor increíble y Miyuki no había esperado menos de él.

Incluso los autores menos reconocidos, ―algunos de los cuales realizaban su debut en este mismo evento― impresionaron a Miyuki con sus habilidades narrativas. Siempre era complicado leer escenas sexuales en voz alta, ya que era fácil reírse con los términos y las descripciones de genitales cuando se escuchaban directamente de sus propios labios. Pero Miyuki sabía que leer cualquier tipo de prosa en voz alta corría el principal riesgo de que sonara forzado, y él a veces reía sus propias obras para sí mismo cuando estaba editando para ver si sonaban bien. A veces, la única forma de saber que una escena en específico le había salido fantástica, sin importar el tema, era escucharla.

Para sorpresa de Miyuki, casi ninguno de los lectores seleccionados se ajetreó con sus propias palabras. Cada autor hizo un excelente trabajo y la audiencia fue perfectamente entretenida, lo cual significaba que a Miyuki todavía le quedaba seguir con las expectativas siendo la última persona en leer su obra en voz alta. No había tenido nada de qué preocuparse... en un principio.

Pero ahora, mientras Miyuki se encontraba sentado al frente de la habitación con su libro abierto en la palma de su mano, cruzó miradas con Sawamura y supo que todavía debía dar su mejor esfuerzo en su lectura.

Bueno, no tenía que. Sólo quería hacerlo, y vaya que iba a entretenerse enormemente en ello.

Al parecer, Sawamura había estado anticipando este preciso momento, considerando la manera en la cual se enderezó más en su asiento y miró a Miyuki con anticipación. Esos hermosos ojos color miel brillaron en la tenue luz del espacio y Miyuki dejó que todos los demás en la habitación se desvanecieran en un distante murmuro a partir de ese punto, tanto audible como visiblemente. El resto de las personas parecieron volverse borrosas y desvanecerse en su visión periférica, dejando solamente a Sawamura como su foco de atención principal.

Perfecto. Tal y como debía ser. Él tenía toda la atención de la única persona que importaba, y Miyuki empujó lejos de su mente la moderada ansiedad que se había estado formando. No había motivos para tener miedo. Él sabía que era bueno en esto, y ese pequeño arranque de confianza era todo lo que necesitó para hacer que su magia seductora funcionara en Sawamura.

―Este extracto es del décimo capítulo de mi nuevo libro, Paraíso ― introdujo Miyuki, pausando para chasquear sus labios y cambiar de posición sobre el banco en el cual se encontraba sentado. Ya se había ajustado en sus pantalones previo a este evento para prevenir tener una erección visible frente a todos los que se encontraban en la tienda, y ahora que Sawamura estaba aquí, bueno... Estaba agradecido con su yo del pasado por haber pensado con antelación, como siempre ―. Espero que lo disfruten.

Luego, Miyuki bajó la mirada a las páginas y comenzó a leer.

―El tren se encontraba lleno cada mañana, como de costumbre... y esto no fue sorpresa ni para Mahiro o Atsuya, quienes eran pasajeros frecuentes como cualquiera. Pero no habían esperado que ese día en particular el tren hubiese estado abarrotado hasta el tope, con el doble de los pasajeros amontonados en cada vagón, presionados contra cada uno frente a las ventanas. Mahiro escuchó a Atsuya gruñir con renuencia al mismo tiempo que el tren paraba por completo frente a ellos. Ninguno de los dos quería amontonarse en un espacio tan apretado, pero no tenían opción.

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