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Era injusto lo muy molesto que era Kazuya... y aun así, Eijun no podía obtener suficiente.

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(N/A: ¿¡¡¡Gracias chic@s por su fanart!!!!? Estoy llorando demasiado por todo... ¡¡por favor vayan a revisarlos y darle a todos mucho amor y retuits ;u;!!

¡¡¡También!!! Ahora haré el cambio de Miyuki/Sawamura a Kazuya/Eijun, me disculpo si prefieren continuidad, pero parece ser que la mayoría de la gente prefiere el cambio (como era indicado en una votación en twitter) :D así que le daré una oportunidad. ¡¡¡¡Espero que no interrumpa demasiado el flujo de su lecltura!!!! ¡Disfruten!

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Eijun resplandecía.

Ya era notorio en El Rugido del Rey por su sonrisa deslumbrante de sol, sus ojos brillantes y su voz energética. Su precensia traía vida al café y su actitud optimista siempre alzaba los ánimos de sus clientes exhaustos quienes arrastraban sus pies hasta el interior. Y ahora, con el Año Nuevo a la vuelta de la esquina, Eijun era incluso más comprensivo y aceptaba a la "gente rara" que iba directo al Bull Pen, saludándolos con una amplia sonrisa y un ademán entusiasta con la mano cuando caminaban por el café.

─¿Les gustaría una bebida con su nuevo regalo? ─ preguntaría Eijun a quienquiera que saliera del Bull Pen, con una chispa amigable en sus ojos dorados. ─¡Nuestro café de nuez es súper popular ahora mismo! ¡Deberían probarlo!

Los clientes entrarían después de escuchar las sugerencias entusiastas de Eijun, engatusados por la dulce personalidad de Eijun y su actitud apasionada sobre todo en el menú. Tomaría las órdenes, con Furuya preparando las bebidas con precisión impecable, y juntos hacían un equipo funcional excelente. Las cosas les iban de perlas, siendo naturalmente competitivos entre ambos e incitándose a dar su mejor esfuerzo en el trabajo, sin embargo completamente en la misma sintonía la mayor parte del tiempo.

Por supuesto que eso no detenía a Eijun de soñar despierto de vez en cuando, haciendo una pausa repentina en las tareas de su trabajo, con los ojos brillantes y las mejillas sonrojadas de un tono rosáceo. Una canción específica que sonaba en las vocinas del café tiraría de un acorde en su interior, o tal vez captaría una pizca de la colonia de un transeúnte que de alguna manera olía similar a Kazuya, y así como así, su atención sería robada por los recuerdos de su novio enfurecedoramente guapo.

Eijun tragó saliva con fuerza, con el corazón golpeando fuerte mientras su mente volaba, con pensamientos derritiéndose en la nada cuando recordaba la encantadora sonrisa de Kazuya y sus toques gentiles. Sus labios prácticamente cosquillearon con el recuerdo de su último beso, sin importar el tiempo que hubiera pasado, e incluso se desmayó un poco, todavía sorprendido por cuan buen besador era Kazuya. Cada vez que juntaban sus bocas, se sentía como si estuvieran hechos el uno para el otro. Eijun no se podía imaginar besando a nadie más aparte de Kazuya.

Era verdad que no tenía a nadie más con quien compararlo, pero eso no importaba. Eijun estaba seguro de que nadie ni siquiera podía acercarse a complacerlo de la forma en la que lo hacía Kazuya. Soltó una sonrisa soñadora, con el corazón golpeando con más fuerza y rapidez con el conocimeinto de que estaría pasando otro fin de semana en el apartamento de Kazuya.

Pasaba más tiempo allí que en su propio dormitorio, pero era fácil; Eijun se encontraba justo cruzand la calle. Si realmente necesitaba estar en su dormitoiro, sólo podía hacer el viaje corto y hacer lo que fuera que necesitaba hacer. Aunque no veía ninguna razón para estar en su dormitorio a menos que Kazuya estuviera trabajando y Eijun tuviera el día libre, o si Kazuya necesitara pasar la tarde trabajando, planeando y escribiendo sus novelas. A Eijun no le molestaba pasar un corto tiempo a solas; pasaba esastardes relajándose o saliendo con Haruichi y sus otros amigos.

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