Miyuki no era estúpido; sabía que algo ocurría. Sawamura incluso había señalado un punto al indicar que se encontraba a solas en su habitación, y que además, había declarado que pensaba en Miyuki.
En la noche. Y de nuevo: a solas en su habitación.
***
La Navidad pasó en un santiamén. Miyuki no hizo mucho, tal y como había esperado, y escuchó esporádicamente de Sawamura vía mensajes de texto en todo el día. Sabía que Sawamura estaba ocupado con ayudar a su familia con la comida, a limpiar y abriendo regalos. Miyuki sonreía cada vez que recibía un mensaje de texto conteniendo una foto de los nuevos regalos de Sawamura. Casi en su mayoría eran equipo nuevo de béisbol, tarjetas de regalo e incluso algunos DVDs de lucha profesional. Se alegraba de haber elegido un camino más dulce con un animal de peluche, aunque parecía ser un poco más tonto de lo que había pensado.
Bueno, pensó en otra cosa que podía darle a Sawamura, pero habría sido un poco crudo darle sólo ese regalo. Le daría a Sawamura primero el verdadero regalo del plushie, y en cuanto al resto del regalo, podrían divertirse después con él.
Miyuki aprovechó su soledad escribiendo un poco y planeando su siguiente novela erótica. Se preparó algunas comidas, se regostó, y se quedó dormido y despertó consecutivamente temprano en la tarde. Eventualmente, mientras el día se convertía en noche, se despertó, ahora casi totalmente alerta a pesar del hecho de que se estaba volviendo un poco tarde. Se maldijo a sí mismo en silencio por arruinar su horario de sueño de esa forma, pero lo que había sido hecho había sido hecho.
Justo mientras las horas de la noche entrada comenzaban a aparecer, el teléfono de Miyuki vibró con una llamada de FaceTime. Sabía quién podía ser y sonrió mientras tomaba el teléfono y se aseguraba de que su cabello no estuviese atroz esta vez antes de responder. Miyuki respondió la llamada y no pudo evitar retener una sonrisa en su rostro al ver a Sawamura ― en verdad, nunca había estado tan feliz en el día hasta ahora.
― ¡F-Feliz Navidad, Miyuki – senpai! ― Sawamura prácticamente gritó al teléfono, aunque Miyuki notó de inmediato que algo sobre la voz, expresión y modos de Sawamura era... diferente. El que Sawamura tartamudeara de esa forma y así de la nada era un poco inusual. Arqueó su ceja con curiosidad mientras Sawamura seguía balbuceando ―¡Te extrañé todo el día! Demasiado. Y, uh, estoy solo en mi habitación justo ahora y estaba pensando en ti. Y...¡Mierda, estoy hablando demasiado! ― Se sonrojó de un adorable color rosa y se frotó nerviosamente la parte posterior de su cabeza. El corazón de Miyuki se derritió un poco mientras Sawamura le ofrecía una sonrisa tímida a la cámara. ―C-como sea, ¿cómo estuvo tu día?
―Hmmm, aburrido― respondió Miyuki con honestidad, pero cualquier soledad o dolor de pecho que había sentido durante el día parecía haberse desvanecido instantáneamente. Todavía deseaba profundamente que Sawamura estuviese allí, pero por lo menos tenían una forma de verse y hablar a pesar de la distancia. La tecnología podía ser algo hermoso en algunas ocasiones, y estaba agradecido por la invención de videollamadas a larga distancia. Se reclinó contra su sillón, alcanzando con una mano el control remoto para quitarle el sonido a la televisión mientras se concentraba en su amante, quien tenía una hermosa expresión de necesitar afecto, si Miyuki no estaba equivocado. Sonrió un poco y continuó ―Pero eso no importa. Luces como si quisieras decir algo, Sawamura.
Miyuki le sonrió a la cámara, era una sonrisa que sabia demasiado de los motivos ulteriores. Sawamura jugaba nerviosamente con sus manos y estaba rojo como tomate, sus ojos moviéndose por toda la habitación mientras cambiaba de posición por centésima vez. Miyuki no era estúpido― sabía que algo pasaba. Sawamura incluso había hecho un punto al decir que estaba totalmente solo en su habitación, y encima de eso, había declarado que pensaba en Miyuki.
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Jackpot
Fanfiction― ¿Sabes? ¡Estoy casi totalmente convencido de que ha sido idea de Miyuki Kazuya poner una maldita tienda sexual dentro de una cafetería perfectamente normal! ―Sawamura alzó sus manos al aire, exageradamente. ― Si no fuera por ese lugar, ¡No estaría...