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Primero, Sawamura no registró bien los eventos de la noche anterior cuando rodó en su cama. Abrió los ojos y saboreó la calidez de encontrarse debajo de sus sábanas, enroscándose con más fuerza al mismo tiempo que intentaba aferrarse a sus últimos momentos de sueño. Pero todo se desvaneció tan pronto y abrió los ojos ampliamente a la vez que miraba su teléfono con aprehensión.

Extendió la mano finalmente y tomó el dispositivo, luego lo metió entre su nido de sábanas y arriesgó un vistazo a los textos en su pantalla. El corazón le dio un vuelco y sintió su pecho tensarse con nerviosismo. Todos los mensajes eran de la noche anterior alrededor de una hora después de que Sawamura se hubiera quedado dormido.

Miyuki-senpai: hey... en serio lo siento si crucé la línea. por favor avísame si así fue.

Miyuki-senpai: pero en serio tenemos que hablar. y no así.

Miyuki-senpai: ¿tienes libre mañana a las 3? ¿a qué hora es tu turno? dímelo por favor una vez que estés despierto.

Miyuki-senpai: buenas noches, sawamura.

El corazón de Sawamura palpitó fuertemente contra su pecho. Sintió un pinchazo de culpa por haber huido de Miyuki como lo hizo así sin decir nada, pero no podía evitarlo. Nunca le había pasado algo así... y no era como si lamentara haber dejado que Miyuki lo tocara. Para nada. Después de todo, él había comenzado y vaya que había sido increíble...pero la inseguridad lo había tomado por el cuello como un collar de castigo tan pronto como su cabeza se había aclarado de la lujuria.

Todo había sido abrumadoramente bueno. A Sawamura le gustó cada segundo de su interacción, y la sola memoria hizo que el calor comenzara a acumularse en sus mejillas y lo hizo juntar sus piernas con fuerza. Se llevó una mano a los labios para tocarlos, recordando la manera tan fiera en la cual lo había besado Miyuki y lo increíble que se había sentido. Nunca había tenido una interacción así con nadie más, y haberse dejado dominar por Miyuki de esa manera le había generado un subidón fuera de este mundo.

Quería más, anhelaba más. Pero tenía miedo, no iba a mentir. Y no era por la intensidad... era porque no estaba seguro de qué eran los dos, de cuál era su relación con Miyuki. ¿Y si no era nada serio y Miyuki solo estaba jugando con él? No parecía algo probable, en especial ya que Miyuki se estaba poniendo en contacto con él y le pedía conversar, pero una ligera inseguridad de todas maneras masticaba la consciencia de Sawamura.

Sawamura se sentiría miserable si ese alguien más no tomaba con la misma seriedad que él esa experiencia íntima. Sabía que algunas personas hacían cosas sexuales para divertirse, sin ahondar mucho en relaciones. Pero Sawamura no era así. Recodó las citas que habían tenido, cómo los encantadores ojos de Miyuki habían parecido derretirse con afecto cada vez que Sawamura le contaba una historia, cuan gentil había sido su carica al sostener la mano de Sawamura en la suya y al presionar sus labios con gentileza sobre sus nudillos, como un príncipe que había salido de la página de un cuento.

El corazón de Sawamura revoloteó y apretó con fuerza el teléfono entre sus manos. Quería más con Miyuki. Se arriesgaría a un todo o nada.

Escribió su respuesta después de inspirar hondo.

Yo: No te preocupes, Miyuki-senpai... ¡¡No estoy molesto contigo!! Así que no pienses que lo estoy, ¿de acuerdo? Sólo me quedé dormido de inmediato... ( 〃▽〃) ¡¡Como sea!! Sí, mi turno termina a las 2:30, así que puedo esperarte. ¿Debería traer algo como dinero?

Cuando Sawamura terminó de prepararse para el día revisó el teléfono y vio que Miyuki le había respondido.

Miyuki-senpai: no necesitas dinero. Solo trae el pase para el tren y asegúrate de llevar una buena chamarra. Estaremos afuera un buen rato.

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