Mientras la diosa instruía a los guerreros, explicándoles las distintas pruebas que tendrían que enfrentar, las dos hadas y la princesa se habían apartado del grupo. Sabían que no participarían en los juegos y aprovecharon el tiempo para charlar alegremente. Elaine, sin embargo, no podía dejar de observar a su hermano, quien reía cada cinco minutos por las historias exageradas del rubio.
—Y cuando menos vi, Apolo me había dejado atrás —narraba Hermes, gesticulando con exageración para darle un toque cómico a la historia—. Y luego...
—Le gané —interrumpió una tercera voz masculina, atrayendo la atención de todos. Voltearon a ver al recién llegado: un hombre en buena forma, con vestimenta naranja y ojos morados. Su cabello castaño era idéntico al de su hermana. Se acercó al hada, quien se sintió intimidado por su severa mirada.
—¿Tú eres el hombre que ha estado conviviendo con mi hermana? —dijo Apolo, su tono amenazante—. Sabes, ella es virgen y nadie le puede poner una mano encima. Así que ten cuidado con lo que haces o te las verás conmigo, ¿entendido?
—S-si... —respondió King, titubeando.
—Apolo —intervino Hermes rápidamente—. Calma, él no le hará nada a Artemisa, porque... —El rubio miró a King y un pensamiento desesperado cruzó su mente. Sabía que el castaño lo mataría por lo que estaba a punto de decir, pero era la única manera de evitar que su hermano repitiera lo que le había hecho a Orión—. Porque... Es... Amm... La reencarnación de... Mi, ya sabes...
— Oh
"Lo voy a matar" pensaron al unísono el hada y el demonio por aquel comentario del heraldo.
—Oh... —respondió Apolo, su expresión suavizándose.
"Lo voy a matar" pensaron al unísono el hada y el demonio por aquel comentario de Hermes.
—Yo... lo siento mucho, chico —dijo Apolo con arrepentimiento—. Que suerte tienes, Hermes. Daría lo que fuera por tener a mi amado Jacinto conmigo otra vez.
Apolo se quitó la flor que llevaba en su cabello y acarició uno de sus pétalos con una mirada melancólica, luego la colocó de nuevo en su lugar y se dirigió junto a su hermana.
—Bien, yo soy Apolo, hijo de Zeus y Leto, gemelo de la diosa Artemisa. Dios del sol, de la música, la medicina, las artes, las enfermedades, entre otras cosas —se presentó Apolo—. Pero lo que interesa saber es que soy el primer ganador de los primeros Juegos Olímpicos de los dioses. Tenemos varias pruebas donde podrán demostrar su fuerza física: lanzamiento de disco, carreras, pelea cuerpo a cuerpo, entre otros juegos. Recuerden que está prohibido usar magia, especialmente ustedes que dependen mucho de ella.
El dios comenzó a explicar las distintas reglas que seguían los juegos, las cuales captaron la atención de los guerreros. La emoción crecía entre ellos al imaginar las pruebas físicas que enfrentarían. El albino, en particular, estaba ansioso por tener una revancha con su capitán, esta vez sin el uso de magia.
Más lejos, bajo un árbol de laurel que los protegía de los rayos del sol, las chicas y el hada conversaban junto con Hermes.
—Creo que me debes una explicación —dijo King, mirándolo con severidad.
—Le mentía o te mataba por el hecho de hablarle a su hermana —se excusó Hermes ante la mirada acusatoria del hada—. Te lo compensaré.
—Aja...
—Ya sé, acompáñame al inframundo —propuso el rubio mientras se ponía de pie.
—¿Qué? —se sorprendió King—. ¿Estás bromeando?
ESTÁS LEYENDO
Χάος [Meling]
FanfictionLa era de Caos a vuelto a empezar gracias al Jabalí de la Gula, y esto a los olímpicos no les hace mucha gracia, y más con la muerte de el Rey Demonio y la Deidad Suprema. Como ambos dioses predijeron empezaría una nueva era, con la guerra todo se m...