Capítulo 17

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Los juegos continuaron con cierta normalidad, a pesar de que algunos participantes habían desaparecido, pero al final ninguno de los que se retiraron eran indispensables para que las competencias siguieran. Las siguientes rondas de carreras salieron con algunos dioses victoriosos para por fin llegar a la carrera final en la que el dios del sol salió vencedor. El grupo de guerreros se preocupó al no encontrar a cierto rubio al mismo tiempo que se percataron de la ausencia de un hada. Las competencias concluyeron ese día, por lo que se disponían a ir a sus respectivos aposentos para descansar, el grupo de guerreros se dirigía al templo del dios de los ladrones para ver si ahí se encontraron a sus compañeros.

Cuando llegaron, en las escaleras se encontraron al demonio y la diosa de la casa con preocupación en sus rostros. Por lo que, la princesa se acercó a su pareja.

—Meliodas, ¿Qué pasó? —preguntó la chica con una cálida sonrisa en el rostro, buscando calmar a su pareja pero el demonio la apartó. La chica sintió un hueco en el estómago al ser apartada, nuevamente por su pareja. Eso era suficiente.

—Chicos, la situación es algo grave... —dijo el joven con pesar en su voz. —King...

—Artemisa —la voz del heraldo se hizo presente en aquella plática. —¿Dónde está Hermes? Tengo un mal presentimiento.

—Hermano mío, tu mal presentimiento es acertado... Nuestro mensajero ha sido saqueado y su corazón robado por el mal que Caos profesa. Nuestro heraldo no verá esto, pues de amor está embriagado.

—Oh no... —se alarmó el dios al oír las palabras de la gemela, emprendiendo la carrera para adentrarse en el templo, cosa que alarmó a los guerreros que siguieron al dios antes de que escucharán las explicaciones del demonio.

El dios entró a los aposentos del heraldo seguido de los guerreros quienes se quedaron perplejos ante lo que sus ojos observaban. El dios tenía al hada abrazado de la cintura sin intenciones de soltar y el castaño se encontraba recostado sobre el pecho del heraldo con una sonrisa en su rostro, pero ambos ojos cerrados, la dupla disfrutaba su compañía sin prestar atención a las emociones que les rodeaban.

—Hermes, ¿Qué ha pasado? —preguntó el dios de la música acercándose a la pareja.

—Apolo, hermano mío. Buenas noticias tengo que reportarme y amerita una celebración. Mi amante, mi querida pareja ha recuperado sus memorias —informaba con una enorme sonrisa el rubio sin soltar al castaño.

—Hermes ¿Y tú caduceo? —preguntó el dios, temiendo lo peor.

El silencio invadió el ambiente, se puso incómodo de un momento a otro. El rubio bajó la mirada y mordió su labio inferior con impotencia y furia. Había perdido aquel regalo, ese regalo brindado por su hermano al momento de su nacimiento y lo más seguro es que fuera por culpa de Caos. Vio al joven dormido en sus brazos, le había pedido a Morfeo que lo pusiera a dormir, sabía que estaba el alma de su amado pero era el cuerpo de su amigo, por lo que no quería herir a ninguno de los dos con lo que iba a hablar. Con cuidado, el cuerpo del hada fue depositado con cariño y amor sobre las blancas sábanas mientras lo cubría con las mismas, cuando acabó esta acción el ambiente volvió a cambiar; un aura asesina se hizo presente.

Hay un traidor en el Olimpo —habló el dios con tono asesino, los presentes se inmutaron ante aquella horrible sensación.

Los presentes compartieron miradas, el hada se atrevió a preguntar porque su hermano entraría en todo esto, cosa que el dios guardó unos momentos de silencio.

—Hace mucho tiempo —comenzó a narrar el heraldo. —Cuando en esta tierra los dioses y los hombres caminaban en la misma tierra, un hermoso chico humano se enamoró de una ninfa.

«Él se había enamorado de una ninfa que habitaba cerca de un río, ella se había enamorado de él y gracias a los dioses pudieron estar juntos. Sin embargo, el chico siempre le profeso sus hermoso y maravillosos sentimientos y aunque ella al principio correspondía el sentir del joven, al pasar de los días ella se fue aburriendo.»

«El chico buscaba una manera de que ella lo volviera a ver, regresar a su cortejo pero le era inútil, por lo que el joven le pidió a los dioses ayuda. Los dioses se apiadaron del amor que él sentía por una de sus ninfas y tuvo una audiencia con los olímpicos. Sin esperar que el amor le iba a abofetear al segundo más joven de los dioses, el chico entró a la sala y se robó el corazón del heraldo.»

«Quiero estar con ella, quiero que ella me vuelva a notar; fueron las súplicas del mortal ante el padre de todos, quien estuvo a punto de convertirlo en una flor hasta que el heraldo intervino.»

«Yo lo quiero para mi, quiero desposarlo y volverlo mi amante; fueron las palabras del heraldo. El padre de todos soltó un suspiro y asintió. El heraldo castigó a la ninfa transformándola en una enredadera. Los días pasaron, los meses pasaron y las estaciones también y el mortal estaba renuente ante la idea de estar con una persona que no amaba pero las atenciones y el tiempo jugaron a favor del dios que el mortal cayó rendido a sus pies, sin saber que su belleza había enamorado a uno de los cuatrillizos de las deidades del viento, que el día que las nupcias estaban planeadas el celoso dios mató al mortal. El heraldo nunca quiso renunciar a su amor, por lo que, con ayuda de Perséfone, transformó el líquido carmesí en la flor más hermosa sobre la tierra pero el alma del mortal había quedado en esa flor y quien la tocará sería poseído por el alma.»

Las chicas tenían lágrimas en los ojos al escuchar aquel relato, los hombres jamás pensaron empatizar con el dios. El peli-rosa perdió al amor de su vida, el albino tuvo que luchar contra el ciclo natural y el demonio tuvo que luchar por cientos de años para estar juntos. No pensaron que alguien que se presentó como un ser superior, podría tener emociones tan humanas.

—Yo lo amé —habló el heraldo. —Yo en verdad lo ame, él me aceptó con todos mis errores y mis aciertos, pero fue arrebatado de mi lado.

—Pero, ¿Por qué a este chico? —habló la diosa.

—Tengo una sospecha —habló el dios. —Pero para confirmar debemos ir al lugar donde vive; El bosque del Rey Hada.

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N/A: Voy a decir que las actualizaciones van a ser más pausadas porque acabo de regresar a clases y ahora le pertenezco en cuerpo y alma a la universidad.

Gracias por leer, los veo en el siguiente capítulo. 

Χάος [Meling]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora