Capítulo 13

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Los tres chicos se la pasaron platicando con alegría aquella noche la cual aún era joven, cuando terminaron de hacer los preparativos del plan del dios, la diosa junto con el hada se marcharon de sus aposentos, la mujer se fue directo a su templo y el castaño a su habitación un poco pensativo por todo lo que había ocurrido con anterioridad. Una parte de su corazón saltaba de alegría por las palabras y caricias que ambos compartieron, se sentía en las nubes y no porque literalmente estaba en ellas, una sonrisa estúpida adornaba su rostro y creía que era realmente imposible ocultar el hecho de que parecía estar profundamente enamorado, era algo verdaderamente... Odioso.

Aunque no era el único que estaba dormido pues una espina clavada en su corazón y razón de encontraban en su conciencia al ver como el hada se iba con ese dios y platicaban por horas y horas en su habitación, recordando lo que pasó la última vez que estuvieron en una ellos dos solos, sintiendo la envidia crecer dentro de él por haber sido separado del hada, eso no le gustaba mucho. Sin tener conocimiento previo de los "maravillosos" hijos de la oscuridad que no siempre estaban de acuerdo con su madre y por ello querían que su abuelo regresará sobre la tierra y comenzará su reinado. Las hermanas Eris y Momo se habían puesto de acuerdo para llevar su plan a cabo, así que usando sus poderes entraron al templo al momento en que vieron al mensajero salir apuradamente de su templo por un llamado de emergencia de su padre que era causa de ellas. Los hijos de Nyx habían sido expulsados del Olimpo a excepción de Hémera y Éter que eran luz a diferencia de ellos, que les encantaba el caos donde quiera que iban y por ello querían reinar en el Olimpo pero sabían que vencer a Zeus no sería algo sencillo, Gea lo intento miles de veces pero jamás pudo, incluso su pobre cónyuge pero nadie lo había logrado por lo que esta vez usarian el pecado más grande de todos; amor.

Una vez, estuvieron dentro del templo del dios se percataron de los pensamientos de todos los individuos que las hizo sonreír, la discordia fue en dirección al rubio el cual estaba esperando a alguien y su mueca se ensanchó al ver que cierta cabellera castaña caminar por el corredor, aprovechando el estado invisible en el que se encontraba comenzó a susurrar ideas sucias, perversiones, engaño, que lo usara. Los dioses, aquellos seres que mueven sus peones a su voluntad, no importa que.

Conocí a un chico, era tan hermoso. Sabía que él era el indicado para mi, comenzó con alegría, tu sabes, lo común. Se emborrachó y dijo "ven a casa conmigo"

El blondo se acercó al castaño cuando estuvo a punto de entrar a su habitación cosa que sorprendió al hada para después ver como era aprisionado por los brazos del demonio y esa acción saco un sonrojo por parte del hada, le cuestiono el que estaba haciendo pero solo noto esos ojos llenos de lujuria, esos ojos que solo había visto una vez en su vida, era un conejito a punto de ser comido por un lobo y no podía hacer nada para evitarlo estaba a su merced o eso creía ya que cierta diosa susurraba palabras como; se sumiso, abrele las piernas, una vez no hace daño, hazlo, déjate llevar.

Se vio tentado, la manzana del paraíso estaba frente a él para ser tomada, no importa la posición en la que lo veas ambos estaban a punto de cometer un enorme pecado. El demonio adentro al hada como si fuera una necesidad latente, por lo que en cuestión de segundos se encontraban entre las sábanas con ambas miradas conectadas, el rubio sentía la necesidad de quitarle las prendas al chico que se encontraba debajo de él, poseerlo, hacerlo gritar de placer y pedir mas y mas, su juicio estaba nublado, no era el.

El hada lo veía con un enorme sonrojo en sus mejillas y podía sentir el calor subir por cada centímetro de su frágil cuerpo, estaba enloqueciendo. Fue cuando sintió algo húmedo sobre la piel de su cuello y esto era la lengua del rubio reclamando cada parte que estaba visible, en ese momento el demonio agradecia que los obligarán a usar ropa griega en algunas ocasiones porque está cubría muy poco. Las lamidas en el cuello se transformaron en besos y estos ósculos se convirtieron en mordidas reclamando un premio.

Χάος [Meling]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora