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Quentin miraba la pantalla de su celular esperando que la llamada que hacía no se fuera a buzón como las cien anteriores.

— Mierda, mierda, contesta idiota — aventó su celular molesto a la cama.

— Alguien no está de buen humor — el chico en su cama tomo el celular y lo reviso — ¿Tan importante es ese Timothée?

— ¿Ves este lindo reloj? ¿Ves está linda ropa? ¿Ves esta linda joyería? — Quentin lo miro molesto — ¿Cuántas vidas crees que te costaría poder comprar todo esto? A el solo tuve que pedírselo.

— ¿Es así? ¿Su pene es tan pequeño que tiene que compensarlo con mierda cara?

— Tu pene es una vergüenza junto al de el — Quentin le arrebato el teléfono y envío otro mensaje — el me lleva a todas partes, me compra cualquier cosa, el podría iniciar un culto con mi nombre si se lo pidiera.

El chico en la cama lo miro confundido mientras se ponía su camisa.

— Si es así de bueno como dices ¿Por qué estás haciendole esto entonces?

Quentin miró en su celular la foto del contacto al que llamaba, era el lamiendo la mejilla de Timothée, se dejó caer en la cama y sintió sus ojos humedecerse.

— No soy bueno para el, pero tampoco sabía cómo dejarlo ir — limpio su lágrima antes de que está consiguiera salir — no sabía que más hacer para alejarlo, esto era lo que quería pero ahora solo quiero poner excusas y pedirle perdón.

El chico abrochó su cinturón y se sento junto a Quentin.

— Creo que eres jodidamente egoísta, quiero decir es obvio lo que está pasando — abrochaba sus agujetas — nunca nadie te quiso antes y cuando al fin tuviste algo como eso, perdiste el control y lo arruinaste. Seamos honestos Q, somos auténticas mierdas, no merecemos cosas tan buenas porque no sabemos darlas. Solo déjalo ir, puede encontrar algo mejor y tú necesitas trabajar en ti mismo.

El podía ser un completo imbécil, pero Quentin sabía que está vez tenía razón. Ojalá fuera tan fácil como "solo dejarlo ir".

El chico salió de su habitación y Quentin se quedó solo, pensando en la horrible situación de aquella tarde. ¿Que estaría haciendo Timothée en ese momento? Quentin esperaba que no hiciera alguna cosa tonta y en el fondo también esperaba que no hiciera lo mismo que le había hecho el porque aunque no tenía derecho alguno, no quería verlo con alguien más, todavía no.

Lo llamo un par de veces más y todas se fueron al buzón, dejo un montón de mensajes más pero ni siquiera se marcaban como recibidos lo que significaba que su celular estaba apagado. Esa noche no salió a cenar con su familia lo que hizo que su mamá tocará su puerta un rato más tarde.

— ¿Todo está bien cariño? — su mamá se sentó junto a el y acaricio su mejilla.

— Eso creo, no lo sé — se recostó en su pecho — tuve una pelea con Timothée y no me e podido contactar con el.

— ¿En serio? Lo siento mucho hijo ¿Fue grave?

— Algo — mintió — solo quiero explicarle las cosas pero aún no responde así que no se cómo.

— ¿Por qué no vas a verlo? A veces tenemos que poner un poco más de nuestra parte cariño.

— No tengo una muy buena relación con su mamá así que no quiero incomodarla, tampoco se si el esté en su casa. Mamá, puedo preguntarte algo

— Claro que puedes cariño ¿Qué pasa?

— ¿Alguna vez quisiste tanto a alguien que terminaste arruinando todo?

— Supongo que si, pero ya no recuerdo muy bien — su mamá acaricio su cabello despacio — a veces estamos tan asustados de perder a alguien que no nos damos cuenta que estamos haciendo todo para que esa persona se vaya por cuenta propia pero quiero que sepas que eso no es amor, el amor no debería asustar ni doler, el amor solo fluye y nosotros fuimos con el, recuerda eso siempre.

— Mami — la voz de Quentin se había quebrado — creo que tengo que dejar ir a alguien que realmente quiero y esta doliendo mucho.

— Siempre duele cariño pero si es por el bien de ambos es mejor así — su mamá se levantó de la cama y beso su frente — no dolerá para siempre, créeme.

Una vez más Quentin se quedó solo y mando un último mensaje antes de dormirse, con la esperanza de tener una respuesta por la mañana.

[ Debemos hablar, hay muchas cosas que quiero decirte. ]

Q U E E R. | Finalizada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora