Un Asunto de Niñero

11

Feliz Día de Reyes Magos para los que lo celebran. ¿Les salió muñequito?👀.

...

...

...

—Chuuya, sé lo que pasó en el picnic, tenemos que hablar. 

Las pesadillas nunca habían sido mucho problema para Chuuya; sí, las sufría dentro del sueño por lo horribles que eran a veces, pero una vez se despertaba, simplemente ponía caricaturas en la televisión para distraerse y olvidar lo que sea que haya soñado.

De verdad le encantaría hacer eso ahora... si tan solo no fuera la vida real. 

—Tú... ¿qué? —primero se haría el tonto, después de todo, si algo le han ensañado las novelas estúpidas que pasan en la televisión a las doce de la madrugada, es que es necesario saber de qué está hablando la otra persona antes de responder o afirmar algo.

Sasaki viró los ojos, metiéndose a la habitación del pelirrojo y cerrando la puerta tras de ella, para luego sentarse en una de las pocas sillas que habían en el lugar, cruzándose de piernas. 

—Sí, Fyodor me contó acerca de la conversación que tuvieron...

Ese maldito anémico de ojos endemoniados y-

—... aunque no me explicó a detalle exactamente.

Oh...

Entonces, ¿qué se supone que le dijo Fyodor? ¿Le dijo que le pidió que se alejara de Dazai? ¿Que Chuuya tenía una pequeña atracción hacia el castaño? ¿Qué?

—Entonces...

—Escuché lo suficiente para saber que Fyodor no debería meterse en ello y le dije que dejara de molestarte, así que no te preocupes.

¿... Ah?

Chuuya empezaba a marearse. ¿Quién era esta y que hizo con la verdadera Sasaki? Aunque... si lo pensaba bien, eso significaba que Sasaki no sabía lo que pasó entre él y Dazai cuando se quedaron a limpiar el parque. Bien, Chuuya podía volver a respirar con un poco más de tranquilidad. 

¿Qué era entonces lo que sabía la azabache? No tenía ni idea, pero esta no se veía molesta, así que seguro no era de mucha importancia.

—Eh... Gracias por hablar con Fyodor por mi parte. Debo admitir que sí me sacó un poco de mis casillas... —así que siguió hablando como si supiera.

Era raro el estar teniendo una conversación decente con la azabache, especialmente porque casi siempre terminaban peleando. 

Sasaki se alzó de hombros y una sonrisita de victoria apareció en su rostro. 

—Fue un placer... No le digas a nadie, pero de vez en cuando me gusta demostrarle a Fyodor quién manda aquí. 

Bueno, incluso a Chuuya le gustaría decirle algunas cosas a Fyodor y salir victorioso.. no la culpaba. 

—Como sea, ahora que ese pequeño problema ha sido resuelto, podemos hablar de el porqué estoy aquí en realidad. 

Era demasiado bueno para ser verdad. 

Chuuya suspiró, listo para iniciar otra pelea con la mujer frente a él. 

—Sé que usualmente no nos llevamos bien... —oh Dios, dime que no le va a pedir hacer algo extraño —. A veces olvido lo intimidante que puedo ser para jóvenes indecisos como tú. Pero de verdad podría necesitar tu ayuda. 

¿Sasaki pidiéndole ayuda? Pero... ¿en qué? Esa es la verdadera pregunta. 

Se cruzó de brazos, frunciendo el ceño y buscando algo en el rostro de la azabache que le dijera sus verdaderos planes.