Rueda de la fortuna

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Apreciado, ¿quien no se quiere sentir asi?; afortunado, no solo habla de riqueza; felisidad, sin la tristeza no puede existir; orgullo, todos tenemos un poco, sin el no somos nada; suerte, no siempre es buena.

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Ori: HAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!  

Ichi: JAJAJAJAJAAAAA!!!!

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Ichi: haa* haa* haa* jaja... kah... creo que me marié

Ori: jaja..., ven sentémonos

Ichi: ahg, mi cabeza me da vueltas jaja _puse mis manos en mi cabeza tratando de que no sintiera esa extraña sensación de vueltas y cerré mis ojos_

Ori: valla, ja, ya se hizo tarde.

Ichi: ¿Qué hora es? _dije sin abrir los ojos_

Ori: ... mmm... son las 7:30

Ichi: haaa*... no quiero volver a casa... pero tengo hambre... 

Ori: jajajaja!!

Ichi: je. Ven vamos a comer algo... ¿quieres algo?

Ori: mm... si, un helado!

Ichi: ¿un helado? ¿con este frio?

Ori: Sip!! los helados saben mejor cuando hace frio.

Ichi: como digas jaja _ en sus ojos se veía un brillo, estaba feliz como una niña y las mejillas rosadas como los pétalos en su blanca piel.

Ichi: Bien, yo quiero omochi con anko.

Nos dirigimos a dentro de la feria donde vendían comida y Orihime se separo de mi para pedir su helado mientras yo compraba mi omochi y algo mas. En el tiempo que habíamos estado, me había puesto unas orejas de oso y me habían pintado la cara con bigotes; ella era un gato. Mis primos no pudieron venir, tal vez fue mejor, me hubieran molestado todo el tiempo.

Compre las cosas y localicé a Orihime por su pelo, no había ningún otro naranja tan claro como el de ella, destacaba, me recibió con una sonrisa nuevamente, la tome de la mano y la lleve a otro juego mecánico pero mas calmado, la famosa Rueda de la Fortuna, la tome de la mano, pague por una vuelta y nos subimos.

Ichi: Bien aquí vamos.

La rueda era bastante grande y lenta para unos cuantos minutos, quería decirle algo a Orihime.

Ori: Es muy bonito...

Ichi: ¿Que?

Ori: el atardecer, ver el atardecer contigo..

Ichi: Orihime... 

Ori: ¿si?

Sus ojos resplandecientes reflejaban la luz naranja de el sol y por un momento se tornaron de un cafe claro, castaños... como los de mi madre...

Ichigo!! ven aquí!! es hora de comer!!

Ichi: ya voy mamá

Ma: jaja, ay mi niño precioso

Ichi: ¡¡whaaaa!! ¿por qué hiciste tempura?

Ma: Nada mas, estaba de buen humor.

Ichi: ¡¡Que rico!!

Yuzu: Onida

Ichi: ¿mh? ¿Qué paso Yuzu?

Yuzu: depua

Ichi: SI! tempura

Yu: kja kja kja!!

Ichi: muy bien!!

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Ori: Ichigo?

Sentí como si volviera de un pequeño sueño, parpadee dos veces y le di mi mejor sonrisa del momento y ella me respondió igual.

No podía ver el atardecer, nadie de hecho, pero sabia cuanto faltaba para que el sol no se viera, pasaron unos cuantos minutos y el sol se había ocultado, las estrellas se empezaban a ver y las luces de los puestos se prendían una a una hasta que la nuestra se apago, de un momento a otro la rueda dejo de girar, dejo de avanzar, se escuchaba un crujir proveniente de el metal que sostenía el juego y los gritos empezaron pronto, el temblor que venia daba círculos, bastante fuerte, podía sentir como la tierra se movía, como se sacudía. Mi corazón latía totalmente rápido, iba a morir, estaba seguro de que moriría y Orihime también, la mire, estaba asustada pero no tanto como yo, eso parecía; el crujir se escuchaba cada vez mas fuerte y el movimiento mas marcado, casi me avente a Orihime para abrazarla, la tome fuerte de la cintura casi enterrando mis manos, y cada que se sentía el tambaleo apretaba mas fuerte, sabia que me decía algo pero no escuchaba. El pánico subió a mi cabeza y empecé a llorar, sentía el agua corriendo por mis mejillas, podía sentir como todo mi cuerpo temblaba y como mis piernas detenían todo movimiento por el miedo, miedo a morir, ¿esto era considerado como daño? no lo sabia con seguridad, dije que nada me aria daño, pero estoy llorando como un niño pequeño.

El temblor paró y la rueda avanzó rápido para bajar a todos por si había replicas, nadie se esperaba esto, todos temblaban, pero yo no me podía ni parar, con trabajo llegue a una de las bancas en la feria, mis piernas me temblaban mas que nada y trataba de ocultar mis manos que tampoco se dejaban de mover.

Ori: Deberíamos de regresar, tus hermanas deberán de estar preocupadas por ti.

Ella era así, parece que cada que me pasaba algo malo trataba de distraerme de lo que ocurrió dándome otra prioridad, nunca me abrazaba pero sabia que se preocupaba, nunca me preguntaba como me encontraba porque lo sabia, no decía lo que pensaba porque sabia que me dejaría de lado para hacerla sentir bien, sabia todo eso sin que yo se lo hubiera dicho.

Ichi: *Snif*... *Snif* ... si...

Me ayudo a levantarme y estando de pie me dio un abrazo, un abrazo que me rompió más en vez de repararme, estaba al limite, siempre que se preocupaban de mi me enojaba, ¿Por qué se preocupan? tienen sus propios problemas, ¿por qué no los resuelven primero?, cada que me dan un abrazo siento las ganas de llorar pero nunca caen las lagrimas, siempre se detienen, titubeando de salir o no, esta vez no era así, de hecho, no dejaban de escurrirse, lloraba tanto que me empecé a marear, mis párpados era pesados y mi cuerpo más caliente, me empezaba a doler, ¿esto pasaba cuando lloraba demasiado o cuando tenías demasiado guardado?.

Por un segundo deje de escuchar todo, mi llanto, las personas, el viento, no escuché nada y luego vino todo el ruido junto en una oleada más fuerte, me había aturdido y el pitido se había prolongado en mis dos oídos, los olores en toda la feria venían a mi nariz, saturados de dulce y sal; un instante después sentí que Orihime tocaba mi cabeza con desesperación, me levanto y corrimos en dirección opuesta a toda la gente.




Llegamos a casa.

Mi sirvienta y yo (Ichihime) [ DESCONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora