Toc Toc

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Toc Toc

-Disculpa, el Amo pregunta por su hijo- se escuchó detrás de la puerta del cuarto donde se encontraban Orihime e Ichigo -En un momento voy, dígale que estoy mejor por favor- se escuchó un corto silencio y luego un si por parte de quien fuera que haya sido el que preguntó.

-Orihime, vamos, si no nos paramos ahorita, van a venir a molestar de nuevo- me miro sonrojada y agitada -Esta bien- me dijo apenada y con una voz casi inaudible. Salió de la cama y se quitó la pijama para ponerse su vestido de siempre.

Me encantaba mirarla, me sentía un pervertido, pero desde que pasó mi descontrol interno en el que no podía sentir nada, sentía que ella me callaba, me daba tranquilidad y mi interior no dolía tanto.

Ella terminó mientras seguía en la cama, me avergoncé porque me había quedo absorto mirándola.

Me cambié. En el poco tiempo que pasó, yo ya tenía en su cuarto unas mudas de ropa y tenis, frecuentemente me quedaba a dormir con ella, le había dicho a mi padre que me sentía mal y que al parecer era sonámbulo, por eso despertaba en su cuarto, lo cual, se lo comió entero.

Cada noche que dormía con ella, me cuidaba, hablaba con ella hasta muy tarde, o nos besábamos, lo cual me ponía muy nervioso, ya que algunas veces por la emoción me salían orejas y cola, ella paraba en ese momento y me decía que mejor nos detuviéramos, no quería incomodarla por lo que me detenía y nos quedábamos dormidos; por desgracia, todo lo que hacíamos cuando no hablábamos dejaba efectos secundarios: sueños, si esos sueños incomodos, si pasaban mientras estaba con ella le decía que me tenia que ir y si estaba solo simplemente lo dejaba pasar. Me daba nauseas pensar en ello.

Había veces en las que mi respiración se agitaba y me daba algún tipo de calentura pero no le daba importancia ahora.

Salimos del cuarto.

Caminé en dirección hacia mi padre, el camino que siempre recorría con irritación, ahora sólo estaba plagado de angustia.

Toqué la puerta sólo para calmar mi ansiedad y saber que el estaba ahí, respondió enseguida, pasé y me senté en la silla de enfrente -¿No quieres que ella te acompañe?- dijo serio y con la voz ronca. -Tal vez, aunque no dirá nada de todas formas- salió de mi boca como si no fuera nada.

Hubo silencio por unos segundos, pensé en todo lo que había dicho, todo lo que había preparado, para que al final no fuera nada parecido -Pensándolo mejor... ¿podemos hacer esto más tarde?... necesito de varias personas para esto- me miro con una expresión de confusión, se puso sus lentes y tomo unos papeles -Está bien, llámalos ahora para que lleguen rápido.

Odiaba esto, odiaba el tono de voz en el que me hablaba, odiaba lo que decía y odiaba como lo decía, hacía que me sintiera culpable.

Salí del cuarto, Orihime me esperaba fuera, la miré y ella sonrió, me había escuchado. -Lo siento- fue lo que salió de mi interior -Hay que llamar a tus primos- dijo ella como si mi disculpa no tuviera sentido.

Los llamé, les dije la situación, y ellos vinieron lo más rápido posible, luego fui con mis hermanas y también les dije mi plan.

Para la hora de la comida, los cuatro ya estaban a mi lado, sentados en la mesa para comer, tenía la cabeza llena de preguntas, respuestas y quejas, me revolvía el pensamiento y hacia que no me dieran ganas de comer.

Orihime me tomo de la mano disimuladamente mientras veía el plato; yo ya no quería hacer esto, verla sufrir por mi dolor -Padre... estoy listo.-

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2023 ⏰

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Mi sirvienta y yo (Ichihime) [ DESCONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora