Capítulo 5

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Aquí estaba él.

Parado justo enfrente de mí.

Parecen años desde la última vez que nos vimos, aunque hayan sido solo unos meses. Pero aún así, tenía la necesidad de abrazarlo.

¿Qué me lo impide?

Oh, sí. Estoy encima de idiota de Zaid.

Agarro mi mochila, que se la puedo quitar porque me está viendo con una sonrisa de superioridad.

¿Le parece gracioso?

Porque le aseguro que a mí no.

Me levanto torpemente, sacudiendo mis vaqueros negros, y colgando la mochila en mi hombro.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto a Brett, rompiendo el silencio.

—Aquí estudio. —me corta.

Mira a Zaid quién del suelo pasó a estar a mi lado, y sigue con la misma sonrisa estúpida.

—¿Y él quién es? —lo sigue mirando. Pero sé que me pregunta a mí.

Antes de que pueda contestar, Zaid es quién responde:

—Me llamo Zaid, mucho gusto. —le ofrece la mano— soy su novio. —me señala con la cabeza.

Al escuchar eso me congelo.

No acaba de decir eso.

Si lo hizo.

Lo voy a matar.

Miro a Chelsea con ojos de suplica para que me ayude con esto. Ella parece captar y toma a Zaid del brazo.

—Nosotros nos vamos. Ustedes tendrán mucho de que hablar. —me guiña un ojo.

Me sorprende ver que Zaid le hace caso, y se va con Chels. Ambos nos quedamos solos, y espero a que diga la primera palabra. No dice nada y en cambio me da un abrazo que respondo al instante. Al separarnos ambos nos echamos a reír.

—No puedo creer que hayas hecho eso. —le digo.

—No sabía quién era, supuse que era una nueva conquista tuya. —levanta y baja las cejas— logré sacar su lado celoso. Deberías de agradecerme.

Sí, Brett y yo terminamos en buenas condiciones.

Decidí terminar con él cuando me di cuenta que no sentía nada más que no fuera atracción sexual. Por eso me sentí mal cuándo me dijo que me amaba, porque yo no sentía lo mismo. Al decírselo lo entendió, y supe que podía confiar en él.

A los días se extendió el rumor de que me había sido infiel con Hasna, y que eso había sido la razón de nuestra ruptura. Sí, fue verdad que estuvieron juntos, pero en parte, porque ya habíamos terminado, solo que nadie lo sabía. Ambos estuvimos de acuerdo que era mejor que pensaran eso, a lo que realmente pasó. Ni Chelsea sabe.

—Él no es nadie. Lo conocí hace unos días. —digo— además, no se puso celoso. Solo lo hace para molestarme.

—Ajá.

—¿Qué?

—¿Estás ciega? Dijo que era tu novio porque se sintió amenazado. —rueda los ojos— por eso actué como si yo fuera el celoso, para ver su reacción. Es algo que yo fuera hecho. Lo apruebo.

—No necesito que apruebes nada. —inquiero— es solo un arrogante más que quiere atención. Y no pienso dársela. No hablaré más del tema. —Se ríe, pero me hace caso.

—¿Qué haces aquí? —pregunto, curiosa— Se supone que llegarías en dos semanas.

Estuvo de viaje con sus padres en París, y quedamos en que mientras él estuviera allá, no íbamos a hablar para que disfrutara. La única vez que rompió esa regla fue cuándo murió mi hermano, pero eso ya es otra cosa.

Eres tú © #1 [COMPLETA] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora