Capítulo 18

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—¿Y bien? —le pregunto a Lucas, quien entra al auto.

—Se va.

—Obvio que se va, señor obvio. —le digo— pero ¿por qué se va?

Mi pregunta lo deja pensante.

—Eso no se lo pregunté.

Es que yo lo voy a matar.

—¿¡Y que se supone que hablaste con ella en casi media hora?! —le reclamo.

—Solo me dijo que se iba con su padre a Londres, y la ilusión que le hacía volver. —me explica— además, me presentó a los dos hombres que están con ella y por cierto, están muy buenos...

—¡Lucas! ¡concentrate! No nos queda mucho tiempo.

—Vale. Solo me dijo que trabajan con su papá, y que los mando para ayudarla con las maletas y en el viaje, o algo así.

Eso me deja pensando. No tiene mucho sentido.

—¿Solo para ayudarla con las maletas?

—¿Verdad? ¿puedes creer que no sepa cargar unas maletas?

Lo miro mal, —Hay algo que no cuadra.

—¿Como qué?

—Es mucha casualidad que se quiera ir ahora, y sin dar explicaciones del por qué. —contesto— me hace creer que de verdad tengo que matarla, porque la única razón posible por la que quiera irse, es porque sea la que asesina de Luis.

—¿Y si no fue ella?

—Fuiste tú quién me dijo, ¿ya no lo crees?

—No es eso. —suspira— es una sospechosa por todo lo que te dije, pero aún no sabemos si fue ella.

—Ya lo averiguaremos.

—¿Cómo? Se está dirigiendo al aeropuerto, y es probable que ya se esté subiendo en el avión.

—No me subestimes. —sonrío con malicia.

—Oh, no. Conozco esa sonrisa, ¿que hiciste?

Me hago la inocente, —¿Yo?

—Ángeles...

—Pues, si todo sale como está planeado, justo ahora nos esté esperando.

No parece entenderlo, hasta que me pregunta:

—¿A quién llamaste?

Chico listo.

—Solo confía en mi.

—Está bien. ¿A dónde vamos?

—Tú solo conduce hacia el aeropuerto.

Asiente, y pone en marcha el auto.

A medida que nos vamos acercando, marco su número, pero no me contesta a la primera.

Así que vuelvo a marcar, y en esta me contesta enseguida.

—¿La tienes? —hablo primero.

Dura unos segundos.

—Sí.

—¿Dónde están?

—Ya te envío la ubicación.

—Vale. —cuelgo. El mensaje con la ubicación me llega enseguida.

Frunzo el ceño al ver donde están, se lo muestro a Lucas, y hace la misma expresión que yo.

—¿Están en la construcción de ese centro comercial que nunca terminaron? — me pregunta.

Eres tú © #1 [COMPLETA] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora