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N/A: Actualizada desde el móvil.

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Días antes…

Después de que Yibo había dejado a Yu en su casa y haber llorado por una hora en silencio, solo con el rostro húmedo, levanto su cara y limpio su rostro con su ropa. Desde su auto deportivo marcó un número.

—Los quiero a todos reunidos —ordeno mientras manejaba a su lujosa casa.

Al llegar una fila de hombres lo esperaba con su cuerpo inclinado en una reverencia de 90° grados.

Al salir del auto un hombre recibió la llave, mientras Yibo caminaba con el rostro tan oscurecido que cada uno de aquellos hombres sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Los que llevaba ya tiempo a su lado sabían lo peligroso que era estar cerca del jefe cuando este estaba molesto.

Un par se acercó, mientras Yibo se servía un poco de licor en su vaso tomándolo de golpe.

—Necesito toda la información de la organización “Los juguetes de Dios", y me importa una mierda si en esa lista sale mi padre —bebió por segunda vez el licor servido.

Sus hombres se limitaron asentir para luego salir del lugar.

No sabía cuando todo explotó en su cara, porque cuando lo vio, la primera vez, sintió algo cosquillar su pecho, algo que le decía que esa persona era especial, los celos se hicieron presentes al imaginarlo con alguien más, e incluso aún sabiendo quien era, quiso avanzar, hasta que en su mente solo estaba su rostro y su corazón siendo un idiota, al latir tan rápido que a veces era doloroso.

La primera vez que se enamoró, o al menos eso creyó, era inexperto, joven y tonto, que cada palabra que salía de boca de esa persona eran importantes para ese joven Yibo, que no notó las mentiras. Su corazón se rompió en pedazos y su orgullo fue herido, se prometió a sí mismo jamás amar. Pero Zhan fue su perdición.

Ahora se encontraba amando a un chico roto. Al mismo chico que prometió encontrar para decirle que su madre murió sin olvidarlo y buscándolo. Pero todo había explotado de una manera repentina. Si, siempre supo hacer tratos con personas peligrosas o hacer las cosas a su manera, ahora cada paso que daba se sentía como pisar arena movediza, en cualquier momento sería atrapado y terminaría muriendo.

Recordaba bien las palabras de su padre, un hombre frío, que le decía que no mezclara los sentimientos con el placer, ni el placer con los negocios, ¿y que había hecho?, todo lo contrario.

Estaba frustrado, se sentía atrapado, si hacía todo lo que Lee quería, su orgullo y su dinero se iría a la mierda, pero, realmente sabía que Zhan era lo más importante y por lo quien daría hasta su alma.

Tocaba obtener información y esperar, pero la esperaba lo estaba matando, le dolía cada minuto y el no saber si estaba bien, si no estaba herido, lo hacían sentirse ahogarse. Quería correr y destruir todo para sacarlo de ahí, pero si hacía las cosas con la mente un coas, podría ser tan peligroso como un arma en las manos de un niño.

Estrello el vaso en la pared y maldijo.

Lo quería devuelta, y cuando lo tuviera no lo dejaría ir de su lado.

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Zhan se quedó dormido en los brazos de Yibo, este lo cargo y lo sacó de ahí, llevándolo a su casa, no dejaría que nadie lo tocara de nuevo.

Al llegar sus hombres se sorprendieron su jefe jamás había traído a nadie a ese lugar, pero solo se limitaron a mirar.

Yibo entró a su habitación y acostó a Zhan.

Su móvil sonó. Molesto miro el mensaje mientras cubría con una cobija el cuerpo de Zhan.

Lee.
¿Te gusta mi regalo?, espero cuides bien de tu nuevo juguete.

Apretó el móvil hasta casi romperlo. Tenia a Zhan si, estaba ahí, ¿pero realmente estaba ahí? Sabia que Zhan estaba haciendo todo para proteger su alma, su dolor y todos los traumas, encerrándose a sí mismo.

Las cosas no se quedarían así, la organización estaba usando a Zhan para llegar Yibo. Existía una conexión que no sabía, pero había alguien podría saber algo y ese era su padre.

El teléfono Zhan sonó, lo sacó y miro el número.

Zhehannie.

¿Hola? ¿Zhan?

—No, soy Yibo, el esta conmigo

Tengo 3 semanas sin saber de él, ¿está bien?

—Lo está, ¿puedes venir?, te mandaré la dirección.

El chico en la línea respondió un “Si", había muchas cosas que necesitaba entender y sobre todo saber de él.

Coloco su mano en la mejilla de Zhan, doblo su cuerpo y puso su frente a de él.

—Lo siento.

Fue lo que dijo antes de salir del lugar, esperaba saber un poco más de Zhan por parte del que parecía ser su amigo.

Pidió comida para el menor, pues sabía que este no tardaría en despertar.

Así fue, cuando abrió vio a Zhan incorporado en la cama, la vista perdida, se giro a mirarlo.

Yibo dio unos par de pasos para ver cómo el cuerpo de Zhan se tensaba, su mirada era de miedo.

—Zhan, ¿tienes hambre? —dijo sentándose

—Yo haré lo que usted me pida —su voz era rota —yo seré bueno

El corazón del mayor sintió comprimirse dentro de su pecho, le dio una sincera sonrisa y coloco su mano en el cabello.

—Lo sé, eres un niño bueno, yo no te haré daño, puedes estar tranquilo —sus ojos ardían, quería llorar al ver como el hombre del cual se enamoró, el chico orgulloso de si mismo, ahora era un niño perdido y roto.

—Yo seré obediente —sonrío sin ninguna luz en su mirada

—Iré por la comida, descansa un poco más.

Yibo salió, cerró la puerta, dejó caer el peso de su cuerpo en esta, agacho la cabeza y con su mano oculto sus lágrimas.

El infierno no está abajo, está en las personas que dañan a los demás.

Y eso lo comprendió cuando se dio cuenta de lo mucho que habían daño a un niño. Un niño que estaba jugando y que alguien lo separo de su madre cuando no era consciente que estaría en el infierno, un niño que no merecía más que ser feliz a lado de una madre que lo amaría siempre.

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Si ven algún error me pueden decir.

Espero que les esté gustando la historia..

Gracias por su apoyo.

"Linea peligrosa" // YiZhan // ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora