Xiao Zhan es el playboy y modelo más codiciado del país, tiene la fama de acostarse con quien se le venga en gana, nadie se queda a su lado y nadie lo hace doblarse y rogar. Nadie hasta que llega un CEO que lo cambiara todo, uno muy peligroso. Ambo...
"Golpea a un perro hasta que este tenga miedo de ti, pero, solo recuerda que algún día el dolor se volverá fuerza y terminarás devorado por quien debió tener miedo"
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Eran las palabras que su madre le repetía a Zhan, quien tenía en la mente un caos tan grande que se tuvo que detener a vomitar cuando huyó de casa de Yibo. No entendió mucho de aquella conversación o simplemente no quiso entender. Solo quería huir, quería respirar y no estar en una cadena interminable de oscuridad que lo sostenía sin poder levantarse.
Sus pies estaban sangrando, había salido descalzo, no tenía ni siquiera dinero o su móvil, solo decidió en un impulso que no deseaba estar ahí.
Camino por dos horas hasta llegar al vecindario de Yu. Deseaba con todas sus fuerzas que él chico estuviera ahí. Pero su mas grande miedo era no ser perdonado.
Toco la puerta, el frío recorrió su cuerpo, el viento soplo golpeándolo en el rostro, las gotas comenzaron a caer, humedeciendo cada parte de su cuerpo. Cuando por fin la puerta se abrió pudo ver a Yu, su cuerpo no pudo más y cayó de rodillas, sus manos fueron colocados en el suelo y la lluvia cayó como tormenta, escondiendo las lágrimas de aquel destrozado y desesperado chico.
—Perdóname...
Solo el sonido de la lluvia cayendo fue lo único que prevaleció por varios minutos antes de que sintiera como una mano tomaba su brazo.
—Ven... entra.
Con las pocas fuerzas que tuvo, se levantó para caminar junto a ese chico quien lo llevo a su habitación, lo sentó en la cama y le colocó una toalla en la cabeza.
—Perdóname -volvió a repetir
—No hay nada que perdonar, yo sabía lo peligroso que era, pero aun así te acompañe porque se que significa tener tanto odio y desear la venganza, pero...
—¡Me vengare de todos yo mismo! —lo miro y sus ojos por fin tuvieron un brillo
—Pero Zhan, estas muy herido... deja todo, si deseas puedes quedarte aquí, no he tocado el dinero que me diste —se dobló frente al menor —Zhan mírame
Negó —No, por años he sido lastimado, aplastado, humillado y roto, una y otra vez, sin poder decir, no, siempre doblando la cabeza, pero ya no, se que mi padre tiene una deuda con el líder de la mafia china y que tú sabes donde encontrarlo
—En eso no te ayudare —se levantó y antes de salir de la habitación, Zhan le tomó de la muñeca.
—Solo dame la dirección, ya no te arriesgare —suplicó —por favor
El mayor dejó salir un suspiro profundo y lo miro.
—Báñate y cámbiate, te espero abajo, hablaremos de eso después.
Las manos del menor temblaban y no era por el frío que estaba entrando por aquella pequeña ventana, no, tenía miedo, estaba confundido, pero debía convertir el miedo en valor y fuerza, eso haría con su ayuda o con sin ella, él destruiría a cada uno de quienes lo dañaron y siguen dañando.
Después del baño y con la cálida ropa dejada por Yu, se vistió para bajar sintiendo el olor suave de la sopa que estaba preparando el mayor.
—¿Y los chicos? —preguntó mientras se sentaba en la mesa frente a Yu
—Están en lugar mejor —pronunció —Yibo me dio dinero a cambio de trabajar con él, seré su nuevo modelo, al parecer muchas agencias querían que fuera su modelo estrella después de aquella fiesta y Yibo me hizo un contrato, pagándome la mitad antes de la sesión y la otra mitad después de la sesión —sirvió lo dos platos para sentarse frente a él —pague mis deudas y pude comprar una pequeña casa en un barrio mejor, los chicos pudieron entrar a la escuela, yo vine por algunas cosas...
—Déjame quedarme aquí —pronunció —digamos que el dinero que te di es por la compra de esta casa
—Sabes que no vale ni la mitad del millón y tu me has dado 5. —pronunció el mayor
—Lo sé, pero —antes de decir algo más fue interrumpido.
—Te devolveré solo 2 millones, me quedaré con medio millón por la casa y 2 millones y medio por darte la dirección del líder de la mafia china —finalizó comiendo la sopa —ahora come que se enfría.
—Si señor —una sonrisa se formó, sabía que las cosas no serían fácil pero aun así decidió seguir adelante.
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Decir que Yibo era un León enjaulado era solo poco para describir la desesperación del CEO, aquel día de lluvia ni siquiera durmió por la noche.
Todo de Zhan estaba en su casa, sus tarjetas, sus llaves, su dinero y su celular. No sabía a dónde podría estar, le llamó a su amigo y este pegó un grito en el cielo y lo amenazó en cortarle los huevos por haberlo dejado irse. Con el orgullo roto, le marcó a Lee para que este soltara una sonora carcajada para decir -primera vez que huye ese conejo-.
Golpeaba los dedos en su escritorio cuando el rostro que menos quería estaba frente a él cruzado de brazos.
—Debe ser un Dios en la cama, para que mi hijo, el hombre con el corazón más frío del mundo, esté muriéndose por encontrarlo.
Realmente después de saber la basura que es su padre, tomó el aire suficiente para tener la paciencia para no ir y romperle la cara.
—Ese chico es el hijo de Mao, es el chico que tu guardaespaldas de confianza secuestro hace más de 20 años y la razón porqué Mao quería matarte, como el hijo adoptivo de Lee, el 6to CEO más rico del país y también es el modelo más cotizado del país, su propia existencia vale millones y sabes —se acercó a su padre —si ese chico averigua y ata cabos, no solo hundirá esa organización de mierda, si no a ti y a mí con ellos —y realmente no le importaba hundirse, solo quería a Zhan a su lado —por lo que reza a quien quieras que lo encuentre.
Golpeo el hombro de su padre y salió de la mansión.
Subió a su auto y miro su teléfono. Admirando la foto de Zhan durmiendo tranquilamente.
—¿Dónde estás Zhan?, regresa por favor...
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