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Capítulo 29.- Lluvia juntos.

Lo peor es que no había escuchado ningún ruido cuando entró, agarrándola desprevenida de alguna manera. Ya estaba indefensa con las heridas.

- Danzo-sama.

Ella soltó la kunai y el ruido seco del metal chocando con el suelo interrumpió el silencio.

Apenas se notaba la luz que la vela portaba en la tienda de acampar.

Danzo salió de la sombra de la puerta y dio unos pasos estando enfrente.

Koharu saludó con respeto aunque en realidad sentía asco y se puso tensa e incómoda.

No le agradaba para nada Danzo.

- No pareces sorprendida por mi visita. Pero tienes buenas defensas aun con tú condición.

Ella ni se movió ante sus palabras. No quería verse indefensa. Recordó de donde provenía el ruido de la kunai, para poder agarrarla si pasaba algo.

- Cumpliré con las ordenes de mi padre, señor. Será un honor estar bajo su mando.

Mintió ella. Si no hubiera sido por el ataque de Konoha, Koharu hubiera tenido que ir a Raíz como había dicho su padre para cumplir el castigo luego de sus misiones con la Hokage.

Creyó que había venido por eso. Estaba equivocada.

- Después de tu recuperación estarás en Raíz. Pero no vengo por eso. Te tengo una propuesta -mencionó Danzo con una sonrisa falsa.- Escuché que necesitarás un implante de ojos.

- No me han dicho nada, señor.

Mintió por segunda vez Koharu. Quería esperar a recuperarse un poco y si podría ver mejor estos días. Apenas notaba sombras y todo a lo lejos de medio metro estaba nublado.

- Bien. Cuando te lo digan, vas a querer hacer este trato conmigo.

Ella comenzó a enojarse. No quería ni seguir estando a metros cerca.

- Disculpe pero, ¿puede decirlo de una vez?

Preguntó ella para querer evitar un regaño largo e innecesario misterio. Ya no quería más sorpresas.

Pero siendo una visita personal de Danzo, las tendría.

- Pero que osada, como lo esperaba. Bien, te lo diré -dijo haciendo una pausa que podría hacer morir a Koharu de desesperación a propósito y disfrutó su sufrimiento.- Yo tengo el par de ojos que necesitas para que tengas el Mangekyo Sharingan Eterno.

Creyó que había escuchado mal. La presión en su pecho fue mayor.

Por inercia y siendo Danzo, tuvo un peor presentimiento. Él no hacía acciones buenas a cambio de nada.

Se preguntó cómo los tenía.

- Pero, ¿cómo...

Soltó sin pensarlo ella y se calló. No le respondería con facilidad. Era un delito tener ojos poseedores de un dojutsu si no pertenecían al clan.

Los Uchihas no eran tan severos como los Hyugas. Aún así era posesión solo del clan.

- No es necesario darte tantas explicaciones. Digamos que entre los ninjas de Raíz, habían Uchihas bajo mi mando.

Ella cubrió su boca con sorpresa. Sintió náuseas.

Le estaba ofreciendo ojos que provenían de ninjas caídos en combate. Un Uchiha sin vida, alguien de su clan que murió en batalla estando en Raíz.