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Capítulo 24.- ¿Tú?

Koharu tenía un mal presentimiento. Después de casi 3 semanas de estar en la misión con su escuadrón y haber recaudado toda la información necesaria, era hora de regresar a la aldea.

Lo raro es que en el escondite de los Akatsuki no hubo movimiento en la ultima semana de observación, como si los integrantes de la organización fueran enviados a diferentes misiones.

Al ser confirmado, decidieron que era mejor advertir a la hokage de este hecho y notificar a las aldeas vecinas. Por lo tanto, Koharu ordenó la retirada de su escuadrón y mandó un mensaje a la Hokage hace días para notificar su regreso.

La presión en su pecho que yacía desde que dejó Konoha, se volvía aún más profunda con el camino de vuelta. Les quedaba poco para llegar a la puerta principal. Percibió 7 presencias notorias de chakra dentro de la aldea que se hacían fuertes. Le daba mala espina a Koharu, miró a su escuadrón y Joshiro estaba a su lado, como siempre en las misiones.

- ¿Pasa algo, Haru? -preguntó Joshiro viéndola de reojo, no podía divisar su rostro pero al mirar los ojos de la Uchiha a través de su máscara, era notorio su preocupación.

- Algo malo ocurre en la aldea. Mira la dirección de las aves, están yendo en el sentido contrario -dijo ella viendo el cielo sin dejar de correr entre las ramas, era cierto, los pájaros se disolvían para irse lejos de la aldea y también de los bosques cercanos. Era raro.

Ambos prefirieron avanzar aún más los pasos para llegar primero a la torre Hokage. Koharu sudaba frío al presentir que se trataba de miembros de Akatsuki.

- Yo también pienso lo mismo. Tenemos que ir con la Hokage -dijo Joshiro a ella leyendo sus pensamientos.

Koharu asintió y sin decir más atravesaron el bosque pasando la muralla de la aldea, al ser ANBU no necesitaban pasar la vigilancia.

Se pararon en la muralla y vieron el desastre que gobernaba en la aldea. O lo que quedaba de ella. Los edificios principales al igual que la academia sólo quedaban escombros de piedra y fuego. No había nada, los sobrevivientes se observaban a lo lejos yendo a la montaña de los rostros Hokages para su escondite.

Koharu se alivió al saber que habían evacuado con éxito. Divisó a lo lejos a ninjas de la división de inteligencia peleando con la invocación de un rinoceronte gigante que poseía el rinnegan, esto la sorprendió y vio más invocaciones atacando a la aldea. Todas compartían el mismo tipo de jutsu ocular, siendo así que pertenecían a una sola persona.

Ella sonrió e hizo sellos, mordió su pulgar y tocó el suelo realizando un jutsu de invocación. Tenía una idea pero a uno de ellos no le gustaría. Aparecieron 4 dragones grandes por la aldea, el mayor de todos miraba a los lados buscando a una persona en específico y la encontró.

- Debe de ser una buena pelea para que te atrevas a llamarme, mocosa -dijo él viendo con desagrado y total odio a la Uchiha.- Ni siquiera la vieja Matsumoto puede llamarme y tú lo lograste con solo un intento.

- ¡Tenemos un trato con mi sensei! -gritó Koharu molesta apuntando al gigante dragón rojo enfrente suyo y mostró el contrato de invocación que ella había firmado con sangre. Sabía lo testarudo y amargado que era Suiryu.- ¡Protegan a la aldea y ganen tiempo como defensa, necesito ir a la torre Hokage y pensar en un plan de ataque!

- Me debes todo tú chakra como pago -exigió Suiryu y ella asintió sin más que decirle por su actitud avara. Al parecer después de la batalla estaba segura que él querrá cobrar sus intereses.

- Esto los detendrá -explicó ella a Joshiro y vio a los dragones invocados peleando con las bestias desconocidas. Ambos comenzaron el camino hacia la torre Hokage con pasos rápidos. Sus invocaciones habían funcionado y derrotaron a las invocaciones del enemigo.