👑 Capítulo 7👑

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—Voy a fingir que ese abrazo no me da un poco de celos de tía —me giro con los ojos llenos de lágrimas,  veo la hermosa y tierna mirada de Rachel, pero eso no me sorprende en ella, sin embargo cuando llevo mi mirada a su abdomen mi cara se desconc...

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—Voy a fingir que ese abrazo no me da un poco de celos de tía —me giro con los ojos llenos de lágrimas,  veo la hermosa y tierna mirada de Rachel, pero eso no me sorprende en ella, sin embargo cuando llevo mi mirada a su abdomen mi cara se desconcierta totalmente.

"Los niños no son lo mío" —me había respondido mi tío cuando le pregunté por primos. Y ahora ante mí, tengo a una Rachel embarazada y con un gran pedrusco en su dedo.

—Tu hermanito y yo te extrañamos —me dijo sonriendo y guiñando un ojo antes de abrazarme.

Todos se mantienen en silencio observándonos, creo que hasta el momento esta es la entrada más emotiva. Miro de reojo hacia Korra que tiene una sonrisa de satisfacción en el rostro, me pregunto que hizo para lograr que Alessandro viniese, después de todo ellos dos seguían siendo prófugos de la justicia.

Luego de unos minutos caminamos hacia la escuela. Según lo establecido debíamos ir a por Angie a su habitación, el nivel de enseñanza para los de su edad es diferente aquí, mientras a mí me preparan para dirigir una nación, ella solamente debe terminar sus estudios y cuando llegue a mi edad pasar entonces  las clases para ser monarca —todo eso me lo explico Katlin en una de nuestras pláticas—, pero decidimos ir por ella dentro de un rato ya que teníamos mucho que conversar.

Rachel quiso ir a un ambiente más abierto donde ella pudiese tomar el aire, ya que por el embarazo los lugares cerrados la agobiaban, así que después de preguntar a una chica que estaba con su madre en el pasillo de entrada, nos dirigíamos hacia el parque trasero del castillo. Por primera vez desde que llegué iba a visitar otro sitio de la escuela que no fuese las aulas, mi habitación, el pasillo de la entrada o la oficina de Korra.

Iba en medio de ambos, mi brazo enganchado al de mi tío, quien a cada minuto me miraba y me sonreía, no me había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba hasta ahora. Alessandro siempre había sido considerado como un hombre frío y desalmado, pero conmigo nunca lo fue, siempre jugábamos y conversábamos, era mi lugar seguro cuando mamá me obligaba a hacer tareas o quería volverme una niña delicada, mientras yo prefería jugar con barro y salir a correr con los niños del vecindario.

El ambiente se vuelve un poco tenso cuando nos encontramos frente a frente con el rey Gerad, pero no esté solo, junto a él van tres guardaespaldas y su hijo, el príncipe Jared, mi flamante futuro esposo. Como siempre el chico llevaba su capucha y la cabeza baja impidiendo que viera su rostro.

¿Cuál era el misterio? ¿Por qué no quería que nadie lo viese?

Es más alto que yo, por centímetros, de complexión delgada, pero aún por encima de su traje se puede notar que no tiene mal cuerpo, sus manos están empuñadas como si estuviese conteniendo su ira. Gerad parece enojado pero su cara cambia cuando nos ve.

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